felipe arratia

Friday, March 30, 2007

Brian Molko, Queen of Drama

Para muchos, las conferencias de prensa dentro del rock son una contradicción en sí misma. ¿Empatizar o Provocar? ¿Qué es comportarse como un rockstar? ¿Es responder con argumentos sólidos tus puntos de vista o desnudar el absurdo de la situación con una tormenta de sarcasmos? Básicamente, es una reunión ‘buena onda’ cuya idea central es compartir breves minutos para saber más de estos iluminados que bajan del firmamento a entregarnos respuestas a nosotros, los mortales.

Desde que los Beatles se juntaron con la prensa gringa en el ’64 y les preguntaron porqué no se cortaban el pelo, quedó claro que la tensión era algo inherente en un encuentro en donde el más interesado en que exista este diálogo (si no, el único) es el promotor del evento o la compañía discográfica. La cosa es vender; si además se genera un momento memorable, eso dependerá sólo de los involucrados.

Saco todo esto a colación porque hoy me tocó asistir a una de las conferencias de prensa más incómodas y desafortunadas que ha dado un artista en Chile. Brian Molko y el resto de Placebo se comportaron como tres grandísimos hijos de puta, sin mediar provocación alguna (llámese preguntas pelotudas o consultas innecesariamente puntudas) de nuestros queridos colegas que tantas veces antes nos dejaron como el gremio más patético y amateur que existe (Robbie Williams, Miguel Bosé, etc.).

Mi primera conferencia de un artista ‘grande’ fue la de Alanis Morrisette en el ’96 a la cual por supuesto, me colé. Después vendrían otras memorables como la de Green Day (éramos como 8 personas, y eso que yo andaba con 2 amigos), la de Jamiroquai, con Jay Kay dando jugo y haciendo imitaciones de lo volado que estaba, o la de Smashing Pumpkins, con Billy Corgan dejando en ridículo a Antonia Campero y Matías Fuentes por hacer preguntas huevonas.

Con el paso del tiempo, y la desaparición de numerosos medios orientados a la música (Suplemento Subte, Revista Rock&Pop, los portales web loquesea.com o yeyeye.com y un larguísimo etcétera), la cosa se fue transformando, y la opción prioritaria fueron los 'one on one', o entrevistas personales. Ahí la productora involucrada te dejaba comprometido a mostrar la entrevista que hicieras porque te había dado ‘prioridad’ por sobre otro medio.

A fines del 2000, llegué a Radio Rock&Pop y como ellos siempre han sido super potentes como marca, me acostumbré (o malacostumbré, tal vez) a saber que siempre tendría acceso a algo exclusivo como periodista. A las notas con los artistas que venían de visita, sumé múltiples entrevistas telefónicas que, por lo bajo, me permitieron ejercitar con mucha fuerza el inglés.

Los últimos dos años, la avalancha de visitas ha sido constante. Pero muchos han sido reacios a hablar y sólo han preferido cumplir con lo mínimo; es decir, con darle 5 o 10 minutos sólo a los medios oficiales. Avril Lavigne, Simple Plan, Good Charlotte, The Strokes, Oasis, y Franz Ferdinand son algunos nombres que se me vienen a la mente. Otros, como los White Stripes, derechamente ni salen del hotel.

Durante lo que lleva el 2007, DG Medios ha dado un golpe al mercado al adjudicarse el 90% de los eventos musicales a la fecha. Y ha conseguido generar conferencias de prensa consecutivas con monstruos como Coldplay y Roger Waters. Era el turno para Placebo.

Lo primero: posarían en un salón aparte para los fotógrafos. Después de pedirle permiso hasta a la Bachelet, logré que me dejaran entrar con mi cámara pichiruche. ¿Para qué? Para literales 30 segundos de los tres tipos parados (sólo parados, ni siquiera posando) con la más absoluta displicencia.

La esperanza estaba en generar un buen diálogo en la conferencia. Brian Molko tiene fama de controversial y de tener opiniones polémicas respecto de los más diversos temas. Yo hice la primera pregunta: “¿No sienten que es un riesgo para el show centrarse tanto en ‘Meds’? ¿O acaso harían un mix de todos los discos? (subtexto: para nadie es un secreto que ‘Meds’ NO es un disco exitoso ni en términos de crítica ni de ventas). Molko apostó por el monosílabo y dijo: ‘Haremos un mix’; yo insistí: ‘¿Es un riesgo o no?’. El petiso tomó aire, inhaló su cigarró y a medida que exhalaba dio con una respuesta más satisfactoria: “El riesgo es hacer canciones con las que no tengas conexión emocional. Nosotros buscamos verdad en los temas que componemos y el mismo criterio funciona cuando tocamos en vivo. El verdadero riesgo es acostumbrarte a hacer los hits. Ahí es cuando te conviertes en una banda de karaoke”.

La cosa tomaba cuerpo. Recibieron una interesante pregunta sobre la industria farmacéutica. Pero cuando les preguntaron por música chilena y Lucybell, se empezó a pudrir la cosa. A la tercera consulta sobre sus teloneros, Molko lo dijo fuerte y claro: ‘Esta es una conferencia de Placebo, y no de Lucybell, mi amor...”

Pero sólo estaba tomando vuelo. Al consultárseles sobre posible futuras colaboraciones (que la banda ha hecho muchas), dijeron riendo entre ellos que no tenían amigos en el Reino Unido. Y cuando les preguntaron a qué atribuían su enorme éxito en América Latina, esbozó un torpe: ‘Es que somos rockstars.’

Una nueva interrogante sobre el porvenir de la banda y Molko que pide ‘no más preguntas sobre el futuro. No tengo una bola de cristal’. Finalmente, se les consulta de qué quieren hablar o, derechamente, qué valor tiene para ellos una conferencia de prensa. Molko: ‘Me altera cuando la prensa habla sobre la prensa. Es como una serpiente que se come su cola, es como beber tu propio semen, ¿sabes? No tiene sentido para mí. ¿Qué tengo que decir? Si yo pudiera, no diría nada. Soy un artista, y todo lo que quiero expresar, está expresado a través de mis canciones".

Fin del asunto.

Un sabio dijo por ahí que una delgada línea separa la genialidad de la estupidez. Amo la provocación: me excita y emociona ser testigo de cosas que no puedo epxlicar y cuestiona mis límites. El rock es eso, en esencia. Pero aquí, el escenario era muy diferente. Nadie preguntó idioteces. Nadie quiso quitarles protagonismo. La subversión ocurre particularmente cuando hay sistemas represivos; aquí estábamos todos del lado de Placebo. Pero ellos mismos se marginaron y debilitaron su mensaje con su actitud antojadiza, caprichosa e incomprensible, digna del peor redneck.

¿Contra qué te rebelas, Brian? Los periodistas somos un blanco demasiado fácil. Eso es señal de fatiga de material.

Wednesday, March 28, 2007

Un Poco de Aire Fresco

Internet hace que por todos lados se escurran sonidos e imágenes nuevas. El bombardeo es masivo y constante, por lo que quien no se aprovecha de eso para ampliar su espectro de música favorita es de gil no más.

En lo que va del año, mis nuevos discos regalones han sido ‘Pocket Symphony’ de Air, ‘Neon Bible’ de Arcade Fire y el hipnótico debut de The Good, the Bad and the Queen, el nuevo juguete de Damon Albarn. Ya será tiempo para desmenuzar esos trabajos y también de comentar la entretenida música que están haciendo The Fratellis, The Noisettes, Klaxons y The Pipettes.

Mientras tanto, quería compartir algunas canciones y sus videos que se han convertido en mis favoritos de la últimas semanas, gracias a la recomendaciones de la Maca Atria y Rodrigo Pérez. Ahí va:

'LISTEN UP', THE GOSSIP



'SHEENA IS A PARASITE', THE HORRORS



'YOUNG FOLKS', PETER, BJORN AND JOHN

Monday, March 26, 2007

¿Qué Hacés, Aragorn?

Viggo Mortensen está en Chile. Sí, apenas una semana después de la visita de Penélope Cruz, otro personaje de la primera división del cine se aparece por estos lares.

Mortensen, al igual que Ariadna Gil ("El Laberinto del Fauno") han venido a promover "Alatriste", el filme más caro en la historia del cine español, y candidato a 15 premios Goya.

Este lunes por la mañana, ambos actores más el director de la cinta dieron una entretenida conferencia de prensa, muy distante de las boludeces que le preguntaron a Penélope.

¿Y Viggo? Alto, canoso y con pinta de apoderado de segundo medio. Muy lejos quedó 'Aragorn', el aguerrido e intenso protagonista de 'El Señor de los Anillos', la colosal saga de Tolkien. Operado de los nervios, lo contestó todo con actitud zen, y responsabilizó a la suerte de su recordado rol. Toda la razón, mal que mal lleva más de 20 años haciendo cine y recién junto a Peter Jackson le dio el palo al gato.

En todo caso, lo más llamativo es su dominio perfecto del español. Aunque más que español, el tipo habla argentino. Vivió entre los 2 y los 11 años por allá, por lo que habla de 'laburo'; dice 'sho' en de 'yo'. y no se separó de su medallita de San Lorenzo de Almagro en ningún momento. Faltó sólo el mate.

Desde acá, homenajeamos A Viggo Mortensen con algo que no le hinche las pelotas. No es nada de 'Lord of the Rings'; es la notable 'Una Historia Violenta' de David Cronenberg:

Disco, Baby

Amo el Disco.

De hecho, mi atracción por la música bailable entre el '77 y el '81 merece un texto mejor trabajado que lo que puedo dar a esta hora de la mañana. Hay demasiado para comentar y discutir. Es lejos el género más subvalorado dentro de la música popular.

Sólo diré que soy un hijo de la música Disco. Nací por esos años, así que es probable que mientras me alimentaba de placenta, ya lo intentaba con el falsete de los Bee Gees, si es que no con el Sylvester. Y no me iré de este mundo sin aprenderme la coreografía de Travolta de forma digna.

Me cuesta pensar en música más agradable que esta:

ANDREA TRUE CONNECTION, 'MORE MORE MORE'



A TASTE OF HONEY, 'BOOGIE OOGIE OOGIE'



HUES CORPORATION, 'ROCK THE BOAT'


Sunday, March 25, 2007

Melodías Subterráneas

Meterse a la Discoteque Blondie es como entrar en una cápsula del tiempo. Sus paredes sudadas exhudan historias de atraques clandestinos y acordes afrodisiacos. En su hedonismo sin tiempo, recorrer su laberínticos pasajes me lleva a años de universidad donde entendí que realmente el mundo era ancho y ajeno. Su saludable libertinaje se siente familiar al entrar por esa galería: sé lo que esperar y es exactamente lo que me encuentro.

Encallé en Blondie nuevamente este viernes. Estaba curioso por ver cómo Javiera Mena evoluciona en vivo tras su reciente desembarco en Buenos Aires y, aunque estaba cansado y sabía que iba a empezar muy tarde, me jugué igual. Para matar el tiempo, me encontré con Walter Roblero y Rodrigo Santis, ex-miembros de Congelador, capos de la distribuidora independiente Armónica y responsables en Chile por el trabajo promocional de Javiera. La conversa estuvo buena y me sorprendí mucho al saber que Rodrigo y mi ex editora de revista Extravaganza, la Carlita Arias, eran padres de un hermoso retoño. Felicidades!

Luego, emergió en el backstage Daniel Riveros, más conocido como Gepe. Conozco a Daniel hace casi 15 años porque era compañero de colegio de mi hermana, y desde aquella época ya hablaba de Sonic Youth y Flaming Lips. Más tarde, se pegaría con Violeta Parra, vendría el éxito under con Taller Dejao y la exposición y buena crítica en su rol de Gepe.

Daniel me contó que su nueva producción ya está lista. El disco se llama “Hornopirén” y cuenta con 11 temas producidos por Vicente Sanfuentes (Original Hamster) y Pedro Subercaseaux (CHC). Según Daniel, ellos fueron clave para que este puñado de nuevas composiciones fueran realmente un paso adelante; además, le parece que el sonido está bastante pop y cree que eso va a desafiar al público que endiosó la aproximación folk de “Gepinto”.

Me presentaron a Javiera pero no hablé mayormente con ella. Mientras me tomaba una cerveza, detuve mi vista en su bella novia trasandina, que maquillaba a todo el que se pusiera por delante. Gepe terminó de contarme sus planes y me dijo que en junio se irán con Javiera a México para tocar en muchos lugares, y tomar una de las varias ofertas que manejan para editar sus discos.

Llegó la hora y fui a tomar posición para ver el show. Partimos mal: la presentación sería en el segundo escenario que, obviamente, se hizo ultra estrecho para la gente. Y la cosa no siguió mejor: la amplificación era deficiente y la voz de Javiera siempre sonó baja en la mezcla. A veces me daba la impresión de que ese ‘error’ era a propósito para pasar piola las permanentes desafinaciones de la Mena.

De chaqueta con motivos fosforescentes y pasitos electroclash, Javiera partió con su “canción-para-abrir-shows”, ‘Al Siguiente Nivel’. La audiencia era incondicional y el alcohol ya corría en abundancia por las venas de la mayoría, por lo que no había que preocuparse demasiado de convencerlos.

Con el correr de los minutos, quedó claro lo que me decía mi amigo Rodrigo Pérez: no era un recital para escuchar sino para ser visto. La incomodidad, calor y mala acústica habrían hecho que cualquier persona con dos dedos de frente se retirara. Pero igual las canciones de Javiera son bonitas, por mal que salgan en vivo. Como cantante, es una compositora sensible y ambiciosa. Dan ganas de que a uno le gusten sus shows.

Cuando Hablamos’, ‘Como Siempre Soñe’ y ‘Casan’ fueron tres buenos ejemplos del poder de los lentos de Javiera. En este caso, el coreo desaforado de algunos hiperventilados del público sirvió al menos para darle onda al show y hacernos sentir que sus canciones provocan cosas en las personas.

Yo venía pegado hace rato cantando ‘Esquemas Juveniles’ para mí solo, así que tenía ganas de entonarla en vivo. Con guitarra acústica al hombro, Javiera se despachó una versión que al menos no humilló a la original. Y luego, un momento curioso: llegó ‘Sol de Invierno’, una regalona de la audiencia. Javiera hizo su estrofa pero cuando llegó el turno para la estrofa de Gepe, la gente lo aplaudió como si hubiera llegado Jarvis Cocker.

Pero lo más evidente fue que, en términos de voz, Gepe se engulló a Mena. Por registro, actitud y afinación, el minuto de Daniel fue el más sólido de la noche. Y así lo entendió el público. Para el cierre, ‘Yo no te pido la Luna’ es super acertada. Es bailable, juguetona, y ultra pop. Digno final.

Uno quiere que le vaya bien a Javiera. Le sobran canciones inspiradas. Representa algo nuevo en la escena y ella se lo cree. Pero algo anómalo pasa en el primer escalón camino al escenario. Tal vez en este caso puntual, el lugar acentuó sus carencias. Pero el principal ausente sigue siendo su voz. ¿Pasará lo mismo el 14 de abril en la SCD? Si es así, me daré por vencido y simplemente me remitiré a ponerle ‘play’ a esas mil caras que me miran inquietas desde la carátula.

Saturday, March 24, 2007

Rica e Inteligente

Al terminar la última página del libro, volvió a mí la sensación llamada “jamás-en-mi-vida-lograré-hacer-algo-tan-bueno-como-esto”. Me recordé a mi mismo dejando apuntes dispersos en páginas finales de cuadernos escolares con supuestas ‘ideas geniales’ para mi primera publicación. Me recordé pensando “si canto y actúo mal, entonces lo que tengo que hacer es escribir”. Y también me vi diciéndome una y otra vez en diferentes momentos de mi vida: “esto que escribí no me convence para nada”....

El monumental ‘Dientes Blancos’ de Zadie Smith es el tipo de libro que inspira a la gente a escribir o, en general, a tomar la iniciativa y hacer que pasen las cosas que queremos. No me fue fácil llegar al final de las 627 páginas de la edición de bolsillo: la cantidad de detalles insertos en el relato y mi crónica falta de tiempo atentaron contra la continuidad de la lectura, y de hecho, abandoné el libro por un tiempo. Pero al retomarlo, la dinámica se hizo veloz, no me quería perder detalles, y no lo solté hasta terminarlo.

Zadie Smith (Londres, 1975) es hija de jamaicana e inglés, y tiene varios medios hermanos. Esa diversidad familiar y racial es lo que abunda en ‘Dientes Blancos’, una novela que las editoriales empezaron a disputarse cuando Zadie tenía 21 años y que editó a los 25, generando la ovación unánime de crítica y público.

¿Que encontramos en ‘Dientes Blancos’? Es la historia de dos amigos, el inglés Archie Jones y el bengalí Samad Iqbal. A través de las páginas (que narran casi 50 años en forma no lineal) sabemos cómo se conocieron, y como el par de losers logra casarse y tener hijos, pero nunca dejan de ser víctmas perpetuas de sus circunstancias: su clase social, su religion, y particularmente, la condición de inmigrantes, el gran acento donde la historia insiste, se detiene y consigue sus mayores fortalezas.

Recorrer estas páginas es entender con más claridad que pasa por la mente de una persona que abandona su tierra para probar suerte en otra, aunque intentando mantener ciertas tradiciones para reverenciar su identidad por quijotesco que ello parezca. Archie y Samad son, en definitiva, dos pobres diablos que no toman demasiadas decisiones sino que la vida las toma por ellos. Son la generaciones posteriores las que comenzarán a cuestionar su entorno y entender que uno es mucho más hijo de la cultura que lo rodea que de sus padres.

La voz que utiliza Zadie Smith para enfrentar tamaña historia es lo que más me atrajo. Su relato alterna la cercanía a los personajes con la neutralidad total, y algo de sabrosa ironía con un compromiso afectado y serio con la trama. Cuesta pensar que algo tan sólido lo creó a los 21 años. Pero así es.

Zadie Smith tiene cariño por sus personajes y se preocupa por contarnos porqué son como son hasta que nosotros llegamos a convencernos de que gente como Irie Jones o los mellizos Magid y Millat perfectamente existen en algún lugar. Pero al mismo tiempo, la resolución del conflicto o de la historia es la que corresponde: no existe tal resolución porque, como ella misma dice en los tramos finales, “sería difundir el mito, esa mentira perversa de que el pretérito siempre es imperfecto y el futuro, perfecto”.

Zadie Smith tiene poco más de 30 años, pero sus historias sobre la tensa Inglaterra multicultural del siglo XXI suenan llenas de verdad, humor, incomodidad, astucia y realidad. Hay que estar atentos porque acaba de salir su nueva obra, ‘Sobre la Belleza’, y parece que viene igual de notable.

Próxima Parada: Vamos a ver que pasa con “Todas las Familias son Psicóticas” de Douglas Coupland. Ahí les cuento.

Tuesday, March 20, 2007

Un Asunto de Hombres

Las dos conversaciones ocurrieron el mismo día: en la mañana, una amiga celebraba la enorme cantidad de gays en la música en particular y en el arte en general. Decía que no creía que fuera algo casual (yo tampoco) y que le parecía que si no fuera por los negros y los gays, la música popular sería bastante fome.

Por la tarde, un amigo medio homofóbico se desahogó y me decía que ‘estamos rodeados de maricones’ y que no se explica cómo es que todo el mundo se volvió tan gay de repente. Particularmente, le molestaba el enorme afán de experimentación de la generación Sub 20.

¿La verdad? No me interesa detenerme en la discusión; creo que es muy noventero ponerse a hablar de algo que ya está tan claro. Decir ‘no estoy de acuerdo con los gays’ es tan risible como decir ‘no estoy de acuerdo con los zurdos’ o ‘no estoy de acuerdo con los que usan gorros ‘Von Dutch’. Más que eso, asistir el mismo día a esos dos diálogos me hizo pensar en cual era mi Top 10 de músicos favoritos extremadamente gay. Aquí va:

10.- Neil Tennant: La voz de Pet Shop Boys. Oir su acento en entrevistas es como oir a Pedro Lemebel; o sea, como una tía abuela solterona.

Canción más Gay: ‘Go West’, obvio. (Aunque el video de ‘Se a Vida E’ le hace collera)

9.- Jake Shears de Scissor Sisters: En poco tiempo se metió rapido en el Top 10. Pocas veces, he visto a alguien pasarlo tan bien con su condición sexual.

Canción más Gay: Mmm, la versión de ‘Comfortably Numb’, pareceee....

8.- Little Richard: La leyenda del rock inventó una forma de cantar. Y esa forma es haarto gay.

Canción más Gay: ‘Lucille’ tiene el falsete marca registrada de Little Richard.

7.- David Bowie: Que ahora sea un hombre de familia no le quita ese fin de semana de juerga extrema que tuvo llamado ‘década de los ‘70’. La esposa de Mick Jagger los pilló a ambos en la cama. Me parece que no estaban precisamente componiendo un tema...

Canción más Gay: Sus temas ochenteros como ‘Fashion’ y ‘Fame’ me parecen más gay.

6.- Michael Stipe: Hay amigos que aún se acuerdan de esto. Cuando el 2001 entrevisté a Peter Buck, el guitarra de los REM, me detuve en la reciente salida de closet de Stipe, y le pregunte: ‘¿Lo sabías?’. El me dijo: ‘OOOBVIOOO’. Pocas veces me he sentido más estúpido.

Canción más Gay: ‘Shinny Happy People’ es re gay, creo yo.

5.- Morrissey: A mí no me vengan con lo de asexuado o virgen. Si alguien sigue creyendo eso, por favor que vea los videos y fotos promocionales de Stephen Patrick abrazando a Johnny Marr. Ver al británico en vivo es como asistir a un congreso gay.

Canción más Gay: ‘Alma Matters’ y ‘Suedehead’ son serias candidatas pero la lista aquí puede ser muuucho más larga.

4.- George Michael: Otro ejemplo de nuestra falta de visión. Tuvieron que encontrarlo arrodillado en un baño público para preguntarle lo evidente. ¿No era suficiente con ver los videos de Wham?

Canción más Gay: ‘Outside’ y ‘Flawless’ son para locas desatadas, pero apuntando fino me parecen más gay sus versiones de ‘Don’t Let the Sun go Down on Me’ y ‘Somebody to Love’.

3.- Boy George: Cuenta con toda mi admiración. Vestirse de esa forma en 1982 lo confirma como un gran adelantado a su época. Para mí, es más punk que Johnny Rotten. Y claro, más glamoroso que Liza Minnelli.

Canción más Gay: Escoge la que quieras de Culture Club. No hay ninguna ni cercanamente héterosexual.

2.- Elton John: La madre de todos los gays. Se demoró bastante en reconocerlo (hasta un casorio straight hubo entre medio), pero una vez fuera del closet, se lanzó. Cuando le preguntaron qué opinaba por el auge de los boy bands (N’sync y todo aquello), dijo ‘ay, lo único que sé es que dormí con todos ellos’. Hoy está felizmente casado.

Canción más Gay: 'Don't Go Breaking my Heart' y en especial, 'I Guess that's Why They Call it the Blues'.

1.- Freddie Mercury: El fallecido líder de Queen es el más gay de todos. Su discográfica temía perder al público macho-rockero de Queen y lo obligó a dejarse bigote y pelo corto . Si me preguntan a mí, se veía aún más gay. Era el más carismático y el que mejor cantaba de todo este grupo. Descansa en paz, Freddie. Ya carreteaste harto por estos lados.

Canción más Gay: De Queen, ‘You’re my Best Friend’ y ‘Friends will be Friends’. Pero como solista, ‘Livin’ on my Own’ es LO más gay que escuché en la vida.

¿Algún cantante o canción para agregar? Las sugerencias son bienvenidas.

Bonus Track

Ahhhh, se me quedó pendiente este video!! Me odiaría si no lo pongo. Es de 'Bruce Almighty', que acá llegó con el nombre de 'El Todopoderoso'.

Aquí, prácticamente Jim Carrey le cede el trono de mejor comediante al notable Steve Carell ('Virgen a los 40'), quien protagoniza la segunda parte de la película, 'Evan Almighty', que se estrena mundialmente en junio próximo. El trailer, acá.
Como los grandes, Carell ha comenzado una transición a cintas 'serias', y es un personaje clave de la aclamada 'Little Miss Sunshine'.
¿Y Jim Carrey? Protagoniza el thriller 'The Number 23', que también llega a cines nacionales a mediados de año. Mientras tanto, la escena más chistosa de 'El Todopoderoso':

Monday, March 19, 2007

El Rey de la Comedia

El ‘Star System’ es básicamente el sistema hollywoodense que brinda trato especial a los actores que cortan tickets sólo por el hecho de ser ellos. El culto al carisma. Y a la belleza, obvio. Gente violentamente bella. Claro, muchos de ellos son buenos actores: tipos versátiles y esforzados con historias de sacrificio que se ve premiado por la aprobación del gran público (‘El Sueño Americano’). Pero esencialmente son espejos en los que quisiéramos vernos. Una amplificación perfecta de lo que deseamos ser o tener.

Conozco mucha gente que va a ver al cine todo lo que haga Di Caprio o Johnny Depp, en el caso de las chicas; o tal vez Scarlet Johansson o Angelina Jolie, en el caso de ellos. Mi abuela le compra todo el boleto a Elizabeth Taylor, y mi mamá a Sean Connery. Incluso conocí a alguien que iba a ver todo lo que hiciera Bruce Willis. Y ese era un hombre....

Cuando tuve más noción del cine creo que mi primer actor favorito fue Tom Hanks. Me había gustado ‘Splash’, y en especial ‘Quisiera ser Grande’. Pero me mató definitivamente al hacer en años consecutivos ‘Philadelphia’ y la enorme ‘Forrest Gump’ (película favorita de mi papá, la cual ha visto 37.538 veces). Después se pondría más mamón (Tom Hanks, no mi papá) aunque en ‘Apolo 13’ y ‘Atrápame si Puedes’ anda muy bien.

Al pensar quién es o ha sido en el último tiempo EL actor que me hace ir al cine porque no puedo resistir perderme algo suyo, el único nombre que aparece en mi cabeza es el de JIM CARREY. (Natalie Portman anduvo cerca).

Desde ‘Una Pareja de Idiotas’ (me recuerdo llorando de la risa solo en el cine Lido en vacaciones de invierno del ’94) en adelante he seguido con fervor religioso la carrera del canadiense y la verdad, no tengo nada muy inteligente para justificar mi veneración. Todos saben cual es el estereotipo de Carrey: comediante sobrenaturalmente chistoso, heredero brillante del humor físico, y que Hollywood no tomaría en serio hasta llegar a una trilogía ejemplar: ‘The Truman Show’, ‘Man on the Moon’ y ‘Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos’. Por las dos primeras se quedó con el Globo de Oro. La Academia, en cambio, aún no le da una chance.

En cambio, los MTV Awards lo premiaron 4 años al hilo como la performance más graciosa. Hubo que darle un premio a la trayectoria para que dejara ganar a otros comediantes.

Además, imagino perfectamente a Jim Carrey como un tipo tan genial como inestable. Como todo buen comediante: amargo como Lenny Bruce y Bill Hicks, y ácido como Sam Kinison y Richard Pryor. Así son los grandes chistocitos: intolerantes y solitarios.

El domingo pasado vi ‘Fun with Dick y Jane’ y volví a cagarme de la risa por dos horas. Por eso, como pequeño homenaje al mejor, algunas cosillas que encontré por ahí, y con las que sigo llorando de la risa:

"No se Preocupe. ¡Soy Chofer de Limosina!"



'Ace Ventura': ojo en los 2:28 minutos, por favor!!



Lo que no se vio en 'Liar, Liar':



'Irene, Yo y mi otro Yo': "mátenla para que no sufra"



'Fun with Dick and Jane': el Robot

Saturday, March 17, 2007

El Gran Baile en el Cielo

Cuando el escenario se tornó completamente blanco y las luces me cegaron, traté de entonar el estribillo de ‘Us and Them’ y me di cuenta de lo que pasaba: no me sabía la letra. No me sé las letras de la mayoría de las canciones de ‘Dark Side of the Moon’, ni de Pink Floyd en general. Sin embargo, no las necesitaba. Había algo mucho más poderoso ocurriendo en ese momento como para encerrarlo en un idioma. Había comunicación, emoción y claro, un mensaje. Sin necesidad de declamar su poesía revolucionaria, entendía lo que Roger Waters me expresaba con música y, al igual que las otras 49.999 personas, estaba completamente en shock.

El profeta de Pink Floyd, el responsable por ‘The Wall’ y ‘The Dark Side…’, el inglés enojado y teatral que supo ir tres pasos por delante de toda su generación se paró frente al Estadio Nacional por segunda vez el miércoles 14 de marzo, cinco años después de su sobrio debut del 2002. Pero esta vez era diferente: como dijo mi buen amigo Seba Muñoz (quién mejor que él para saberlo: es el bajista de Brain Damage, la mejor banda tributo a Floyd en Chile), si antes trajo las canciones, ahora Waters se acordó de traer también el show. Y qué show…

Se hace difícil hablar de una presentación concreta y puntual de Waters o Floyd y no irse por las ramas, derivando en todas las temáticas con las que uno puede asociar a una banda tan grande. Igual, yo me considero un gran ignorante sobre ellos: de hecho, hay discos básicos de Floyd que nunca escuché, como ‘Ummagumma’, ‘Atom Heart Mother’, o ‘Animals’.

En la conferencia que Waters dio un día antes (y que da para un post aparte…aaaargh!! el tiempo, el fuckin’ tiempo), dijo que ‘The Dark Side of the Moon’ sigue teniendo actualidad porque “es un disco que hace que la gente esté consciente sobre sus propia humanidad, y no desconozca su naturaleza: es humano tener miedo, es humano sentirse solo, es humano estar descontento y es humano querer criticar las cosas que están mal.”. Es difícil que otro pudiera explicarlo mejor.

Así fue que a las 20.55 se apagaron las luces del Estadio Nacional, y los acordes de ‘In the Flesh’ iniciaron una larga sucesión de conmoción cerebral. Tras la partida, ‘Mother’ nos dejó claro que Waters no venía a tocar covers: la memoria emotiva se mezcló con la interpretación perfecta y no hubo espacio para jams o versiones libres. Waters tiene claro el valor de sus obras, y se las entrega al público tal como las quiere: en su forma original. Bien por la rigurosidad british.

Durante esa primera mitad, la espléndida banda de apoyo de Waters (donde destacaba su hijo en teclados y tres sólidas negras en coros) brilló particularmente en canciones como ‘Shine On you Crazy Diamond’, ‘Perfect Sense’ y en especial, en ‘Wish You Were Here’. El final de esa parte fue simplemente de antología con ‘Sheep’ y la aparición del chancho volador, con las poesías de Nicanor Parra (“Sorpresa en la democracia: la basura sale a flote”) y Diego Maqueira (“Va a nevar en el espacio y la NASA no lo sabe”), más otras frases como “Push Bush como la muralla”. Eso sí, yo no sabía que al chancho después lo soltaban para que se fuera volando. Me encantaría saber donde cayó…

15 minutos de descanso, y llega lo que todos vinimos a ver: el sonido cuadrofónico hace que desde todos los rincones del estadio se escuche la mecánica risa que abre ‘Speak to Me’. Señoras y señores, ajusten sus aientos. Estamos volando (deeply flying) sobre el lado oscuro de la luna. Las cuerdas de ‘Breathe’ traen consigo una sensación de paz previa a la muerte, o al menos, a la tensión implícita en ‘On the Run’. Los relojes de ‘Time’ nos mantienen alerta por pocos minutos, pero volvemos a la calma con la belleza trágica que trae el sobrehumano solo vocal de ‘The Great Gig in the Sky’. De pronto, la pirámide se hace real: sobre los asientos VIP una enorme estructura delineada por láser se convierte en la tapa del disco que escuchamos, y el prisma multicolor comienza a rodear todo el recinto. Ah! También suena una canción llamada ‘Money’.

Us and Them’ es una melodía hecha en el cielo. Como dije al principio de este post, la emotividad de Waters y su gente para interpetar este clásico lo convierten en mi momento favorito de la noche. Luego, ‘Any Colour you Like’, sirve de preludio perfecto para ‘Brain Damage’, que me recuerda al espantapájaros de ‘El Mago de Oz’ y su ‘the lunaatic is on the graass…’ una lejana tarde de 1997. Finalmente, ‘Eclipse’ cierra la puerta por fuera dejándome una sensanción múltiple: agobioaliviofrustraciónmelancolíaintrospecciónmeditación. Respiro. Y luego, sigo adelante.

Pasan breves minutos, y Waters está de regreso. El mismo, en dudoso español presenta al coro de niños de una escuela de San Joaquín. Junto a ellos vendrá otra postal: ‘Another Brick in the Wall’ partes 1 y 2. En honor a la verdad, los niños eran un mero elemento decorativo, pero con una canción como esa es imposible fallar. El cierre con ‘Comfortably Numb’ tras dos horas y media de show me dejó flotando en la estratósfera, en líquido amniótico. Siento como que de pronto, me desmaterialicé y llegué a mi casa.

No sé con qué soñé esa noche pero daba lo mismo: el sueño había ocurrido mucho antes. Mientras más lejos de la realidad, mejor.

Y había sido el miércoles más irreal de mi vida.

Saturday, March 10, 2007

More Than a Feeling

La voz del grupo soft rock Boston se nos ha ido. Brad Delp fue encontrado sin vida en su casa, donde se encontraba solo. Aún se investigan las causas de su muerte.

Boston tienen dos elementos fácilmente identificables: tienen nombre de ciudad igual que otros proyectos como Kansas, Chicago o Texas; y además, son de los one hit wonders más reconocidos de los ’70, gracias a ese icónico clásico llamado ‘More than a Feeling’ (aunque los picados destacarán otros temas como ‘Long Time’, ‘Peace of Mind’, o ‘Don’t Look Back’).

Esencialmente Boston fueron el proyecto del guitarrista Tom Scholz, quien era el compositor principal. Gracias a su enorme pericia técnica (lo comparaban con Brian May de Queen), el homónimo disco de Boston se convertiría en el debut más vendido de todos los tiempos. Eso sí, más tarde (en 1986), sería superado por la señorita Whitney Houston.

Boston fueron asociados al Arena Rock, extraña definición para bandas que se denominaban rockeras, pero cuyos ritmos simples y vocalizaciones pop, las hacían más digeribles por el público adulto. Rock de Estadios, himnos para las masas.

Un pequeño homenaje a Brad Delp, entonces. Aquí está ‘More than a Feeling’:



Duelo en 'Los Jaujarana'

“Ahhh, no. Pero esto no se va quedar así. Noooo, no, no. Yo me voy a quejar. Sí, me voy a quejar. Esto se va a saber….”

Y ahí el canoso Almada se iba. El farmacéutico no había querido venderle “una zapatilla número 44, blanca” por razones obvias. Y luego, el encargado más tonto, Eduardo D’Angelo, le decía su jefe, ‘que malo que es, yo que usted, le vendía la zapatilla’….

El trío cómico uruguayo “Los Jaujarana” es parte esencial de la cultura pop ochentera de la TV chilena. Recuerdo incontables jornadas frente a la tele viendo programas como ‘Sábados Gigantes’ y obviamente, ‘Mediomundo’. Como muchos, lo único que quería es que finalmente Cristina Tocco se sacara toda la ropa cuando se pesaba en la farmacia, o me recagaba de la risa cuando el gay (que también lo hacía Almada) llegaba a la disquería a dedicarle canciones al vendedor, el gordo Ricardo Espalter.

El comediante uruguayo Ricardo Espalter falleció a los 82 años hoy sábado 10 de marzo en Maldonado, a 140 kms. de su Montevideo de siempre y su fue a acompañar al muy gracioso Enrique Almada al más allá. A él y a otros humoristas con mucha tribuna en los ’80, como Lucho Navarro, Eugenio, Pepe Carrol o Raúl Vale.

Uno de los sketches que más recuerdo es uno en que el guatón Espalter está concentradísimo jugando ajedrez con otro tipo; ambos piensan segundo a segundo su próxima movida, es un momento tenso y ninguno de los dos quiere perder por lo que se toman su tiempo para crear la estrategia precisa. De pronto, aparece el garzón, bota TODAS las piezas del tablero, les sirve los platos y dice ‘Aquí está lo que pidieron los señores!”….

Tal vez ahora no suena tan gracioso, pero yo lloré de la risa como dos días.

Los estúpidos diálogos entre D’Angelo y Espalter imitando a un gringo y un ruso, o los consejos que le daba uno al otro para conquistar a alguna dama son parte del inconsciente colectivo.

Creo que de alguna forma entre ‘De Chincol a Jote’ y ‘Mediomundo’ aprendí a valorar el humor entre absurdo e idiota, tal como los hijos de los ’70 lo hicieron con ‘La Manivela’. Tengo innumerables recuerdos de esos programas y todavía puedo recitar parlamentos completos de ‘Hermosilla y Quintanilla’ o de la dupla de insportables vendedores interpretada por Julio Jung y Andrés Rillón.

Aguante, gordo. Yo que tú también le vendía las zapatillas…..

Thursday, March 08, 2007

Me Asusta Pero Me Gusta

Ya tenemos Line Up para la versión chilensis del Festival "Vive Latino". El evento, que debutó en 1998 en el DF mexicano, es quizás la vitrina más expuesta de la región para las bandas que apuestan por expandir sus horizontes. Más amplio que el 'Rock al Parque' colombiano y menos localista que el Cosquín o el Quilmes de Argentina.

Todo esto es posible básicamente por el exitazo de la Cumbre del Rock Chileno en términos de público. Ahora le toca a cerveza Cristal poner las lucas que antes puso Capel, y así nos aseguramos que el evento se haga sí o sí sin depender del todo de los tickets cortados. Digo esto porque ‘Vive Latino’ llega con el lastre de una triste cancelación hace cuatro años, cuando Manson (ex manager de Los Tetas) intentó traer el evento resultando en fracaso total.

Me asusta. Sí, me asusta porque el público chileno es impredecible (como la selección de futbol): llenan los shows de corte romántico y los de rock extremo, pero el grueso de los eventos que se cancelan o se hacen con un montón de ‘entradas de cortesía’ son precisamente los festivales, actos que requieren de público informado que vaya a disfrutar de un zapping en vivo donde lo más importante no son los hits puntuales sino el cúmulo de sensaciones.

También me asusta porque suena a locura armar un festival en Chile el mismo mes en que tendremos acá a Evanescence, Velvet Revolver, Bad Religion, Soulfly, Keane y hasta al rapero DMX.

Y por útimo, me asusta porque en la lista de invitados veo artistas interesantes y/o artistas divertidos pero la verdad, no veo un nombre que venda tickets, un imperdible. Ni Café Tacuba, ni Julieta Venegas, ni tampoco una reunión de Los Fabulosos Cadillacs o Soda Stereo. O por último, un nombre internacional de refuerzo. ¿Por cual artista va a pagar plata la gente?

A continuación, un breve mapa con mis muy personales impresiones del ‘Quien es Quien’ de este ‘Vive Latino 2007’:

A LA SEGURA

Attaque 77: Tienen un camión de hits, actitud punkie, sonido poderoso y a un galancete como Ciro Pertusi. No hay show malo de Attaque.

Sinergia: En el Crush Power exhibieron un directo demoledor. Su ‘Delirio’ no suena a novedad, pero en vivo crece como la espuma. A saltar!!

Los Bunkers: La mejor banda de Chile debe responder a su status siempre. Eso.

Babasónicos: En sus shows más recientes se filtraba una peligrosa abulia. Pero basta con que Dárgelos aprete el acelerador tres temas para que aparezca la banda más innovadora de la región. Ni hablar de los hits.

Chancho en Piedra: Ojalá nos sorprendan con algo diferente, pero incluso con el piloto automático saben de memoria lo que el público masivo necesita.
Los Miserables: No escucho su música, pero le ofrecen a la masa justo lo que requiere: velocidad, discurso en llamas y pogo fácil.

Los Jaivas: Bueno, son Los Jaivas. Podrían cantar ‘Enchufa’ y arrasarían igual.

ACIERTOS SORPRESIVOS

Kinky: Muy mal trabajados por sus sellos, tocan en bares en Argentina y acá no los conoce nadie. Pocas veces la fusión entre homenaje e ironía a la canción latina sonó tan divertida. Sus tres discos son joyitas.

Los Amigos Invisibles: Por fin!!!! Nunca pude escuchar ‘Venezuelan Gozadera’ en vivo. Hoy, tres discos después (y promoviendo un CD de covers), el sexteto debuta en Chile para mostrar su funk ultra caliente. Grandes.

PROMESAS PENDIENTES

Panda: Arrasaron en los premios MTV y son regalones de los Sub 17. Su happy punk no me convence nada pero los piden a morir en la radio. Es su debut en Chile.

Zoe: México y Chile son los países con más fans latinos de Placebo, y al escuchar a estos cuates, se nota. Son los Lucybell mexicanos. Se acaba de editar acá su cuarta placa acá. Ojo con ellos.

Chetes: Solista. Ha tocado con Los Bunkers en varias de sus expediciones charras. Es una de las revelaciones de la temporada mexicana y ahora debuta aquí.

DUDAS RAZONABLES

Catupecu Machu: Los vi en Creamfields y suenan bien, pero les faltan éxitos y desarrollar una carrera aquí. Todavía son del montón en Chile.

Difuntos Correa: El mayor invento del rock chileno en los últimos años. Instrumentistas discretos, no resisten análisis al tocar para públicos con más de 15 años. No dan el ancho.

El Otro Yo: No pasan un buen momento. Latearon en el Festival Hit Me en agosto pasado. Y corren rumores de disolución con el nuevo CD solista de María. Ojalá me equivoque, por los viejos tiempos.

Plastilina Mosh: Son elegantes y divertidos, pero en el Crush Power decepcionaron. Su directo se pierde en espacios muy amplios. Son para shows indoor.

¿QUIÉNES SON?

Horcas: Banda trash metal argentina. Plop.

División Minúscula: Grupo emo mexicano. Otro plop.

ERROR EVITABLE

Gonzalo Yáñez: Entiendo que su sello quiera potenciarlo, pero la verdad es que el público ya se pronunció hace rato. ¿Es necesario exponerlo a esto? Es injusto con él.

Rata Blanca: ¿Hasta cuando le damos en el gusto a los socitos?

La iniciativa me parece la raja en todo caso, y es una excelente oportunidad para que el público nacional se saque de encima la mala fama de intolerante e inculto. Si uno banda no te gusta, anda al baño o cómprate una bebida hasta que lleguen tus favoritos. Pero pifiar o reprobar, no. Esa es la antitesis justa del concepto de un festival.

Llegó ‘Vive Latino’ y depende de nosotros que sea para quedarse. Bien por la iniciativa

Tuesday, March 06, 2007

Ser o No Ser Popstar

Han sido semanas extrañas. Mentiría si dijera que me he desangrado trabajando; más bien mi atención se ha dispersado en varios frentes; incluso algunas ideas para plasmar en el blog quedaron en el camino, como la reseña de ‘Dreamgirls’, la muerte del anciano crooner Frankie Layne, o los predecibles resultados del Oscar.

Algo de lo que tarde o temprano escribiré mucho es sobre la serie de TV ‘Six Feet Under’, ya que mi devoción no para de crecer y está alcanzando niveles peligrosos (como los rayos UV).

En medio de mi estada en el Festival de Viña, de la guadaña rondando los pasillos de las radios juveniles, y de una búsqueda frenética de mi independencia, emergen dos figuras allá a lo lejos: un gordito y una pelada. Robbie y Britney.

El 2007 musical ha tenido una largada aburridísima y, salvo las múltiples visitas a Sudamérica, no hay mucho que destacar en cuanto a novedades musicales. Por lo mismo, las patologías de estas popstars ganan centímetros en los pasquines y nos atragantamos con incesantes detalles de sus descontroladas vidas.

Robbie Williams, en posición fetal, acurrucado en la cama de una clínica de rehabilitación con síndrome de abstinencia a calmantes y antidepresivos, evidenciando una bipolaridad que podíamos advertir en su carisma oscilante. Inseguro por definición, nunca es suficiente para él. Siempre se siente perdedor.

Britney Lynn Spears partió desatándose en carretes Vip. Con Lindsey Lohan y Paris Hilton (que sería lo mismo que carretear con Maradona y Charly García, digamos) de consortes, escapando de los clubes sin ropa interior, y al borde del vómito. ¿Depresión Post Parto? No lo creo; eso se llama adicción terminal al ‘Crystal Meth’, una explicación mucho más convincente para su festival de pastelazos que alcanzó el zenith con su público corte al rape, tatuajes incluídos.

Pero de un corte de pelo olvidable a gritar ‘Soy el Anticristo’ y tratar de ahorcarse dos veces, hay un trecho. La decadencia nunca llegó tan rápido para una popstar. Es el minuto para dejar atrás el papparazzeo y preocuparse por una mina que luce un rostro suicida.

¿Cómo se llegó hasta este punto? Yo creo que eso se llama ‘reprimir instintos’, y es lo que diferencia a los rockstars de los popstars.

Un rockstar (digamos, Keith Moon o Jimmy Page) no sólo tiene autorización para actuar como un péndex inmaduro: está obligado por contrato. Cada cierto tiempo debes quemar tu pieza del hotel, fornicar con tres groupies al mismo tiempo, cancelar un concierto de forma imprevista y antojadiza, desnudarte en el lugar menos apropiado, y hasta tener un coqueteo gay. Todo lo que a uno le den ganas de hacer, se hace. Cero auto control. Y si no, pregúntenle a todos ellos, desde Jimi Hendrix hasta Shannon Hoon.

En cambio un popstar es, por definición, un arquetipo más inocente. Su público base son adolescentes y familias bien constituidas, quienes lo obligan a mantener una imagen de consenso y sin excesos. Pero en la práctica, esos bordes puntudos están completamente disponibles para el popstar. Lo único que necesita es una doble vida y ganas de desahogar instintos reprimidos tras años de castings, lechugas, tinturas, Diet Coke, madrugar, vocalizar, sonreir, y encantar. Eso, hasta que la sonrisa se resquebraja y el encanto se rompe.

Que lo digan Michael Jackson, Marvin Gaye, Andy Gibb (un caso favorito de este servidor) y hasta Karen Carpenter. Y mucho ojo con las noticias que puedan llegar sobre Whitney Houston….

Hace poco de paso por Viña, Ricky Martin dijo que el fruto de llegar a la cima del mundo musical le significó un bajón tan grande que lo hizo distanciarse por varios años de la música, irse por temproadas largas a India y el Tibet y cuestionarse si volver a grabar. De hecho, en los últimos siete años ha editado apenas dos discos con material inédito. Lo que se llama un tipo totalmente conflictuado con la fama. Y que, como pudimos ver en Viña, tiende a distanciarse de todo lo que implique el contacto humano, excepto sobre el escenario, el lugar donde se justifica a sí mismo.

Lo de Robbie y Britney es cualquier cosa menos casualidad. Es como criar a un gatito en una casa llena de comodidades y luego tirarlo al bosque. No sabe sobrevivir. Y lo más heavy es que eso le conviene a todos en la industria, menos a los protagonistas de la historia. Como se sabe, pocos artistas venden mejor que los artistas muertos.

Ellos mismos deben decidir si lo que se venderá el 2008 será una triunfal gira de regreso o un disco póstumo.