Lo Que Ves es lo que Hay

¿Es válido criticar un filme sólo por no plantear un subtexto? ¿Por preferir ser claro y no sugerir? Siempre preferí ir descubriendo de a poco qué me querían decir con tal o cual película, pero este no es el caso y no me molestó: ‘Babel’ no juega al misterio ni se anda con rodeos: es un dramón que pone sus cartas sobre la mesa de entrada. ‘Si quieres entender, escucha’, dice su slogan. Y eso (que a muchos les pareció de lo más naif, casi Disney), si uno decide comprarlo, termina por ser una intensa montaña rusa emocional.

Para mí, lo que cruza las películas de Alejandro González Iñárritu no son sólo las historias múltiples que confluyen en una comun; la esencia del cine del mexicano es el drama humano en primerísimo primer plano: es el vacío del absurdo mostrado en una mueca sorda, es la incapacidad de llevar a cabo los sueños y objetivos trazados, ya sea por causa propia o externa. El azar, como lotería maldita que sólo escoge a unos pocos. Lo que hace de ‘Amores Perros’/’21 Gramos’/’Babel’ una experiencia única es que uno cree en los relatos que cuenta, los siente verdaderos. Es como que sólo me faltara el ‘Based en a True Story’. Son historias reales aunque no lo sean. La vida misma.

En ’Babel’ el acento se pone en la invalidez de la especie para establecer vínculos (Ojo con el sexo como elemento alienador en TODAS las historias: los hermanos que compiten, la pareja que ya no intima, la adolescente virginal y la mujer que aún quiere sentirse deseada). Pero creo que la anécdota troncal, la que habla de una turista atacada mientras viaja en bus por Marruecos, es sólo una excusa para contar las otras historias, que son mucho más potentes. Brad Pitt y Cate Blanchett, más allá de sus cumplidoras actuaciones, más parecen el pasaporte de entrada del director al Festival de Cannes y el mercado yanqui.

En cambio, en todas las secuencias de la historia de la nana mexicana, el director se luce. Allá juega de local, así que sabe perfectamente qué filmar y cómo filmarlo para ilustrar la violencia, identidad y caos de su país; la escena en que pasan la aduana y entran a México con la cumbia de Celso Piña y Control Machete sigue siendo mi favorita de la peli. Y Gael García debería ser nominado al Oscar como Actor Secundario: su personaje, Santiago, está lleno de sutilezas y complejidades que sólo un talentoso como él consigue. Al final no sabes si tenerle buena o considerarlo un hijo de puta. Notable.

Para el final, lo mejor. La historia de Chieko, la japonesa sordomuda, es la más potente. Como buena adolescente, la oriental es un ser humano incompleto, en camino hacia algo. Y el rasgo característico de su edad es la angustia: por su madre ausente, por sentirse incomprendida por su padre, pero en especial, porque su cuerpo comienza a pedirle una conexión sexual y ella no sabe como encausarla. Por lo demás, su sordera tampoco es de mucha ayuda para que deje de sentirse un bicho raro. En ese sentido, la escena de la discoteque es soberbia y define estéticamente el mensaje del filme.

Uno no necesita ver una película para saber que el mundo puede ser un lugar horrible a veces. Pero la fortaleza de Iñárritu consiste en construir imágenes que hacen sentir que te están contando esa historia por primera vez. Ahora que el mexicano dio por cerrada esta trilogía y se ha distanciado del guionista Guillermo Arriaga (responsable de ‘Amores Perros’, ’21 Gramos’, y ‘Babel’), la expectativa es grande por saber qué vendrá para él.

‘Babel’ fue el puente perfecto para algo aún más grande. El Oscar está a la vuelta de la esquina.

Los dejo con el trailer de la película: