Matar al Padre
En sus películas, la ausencia del padre provoca estragos. La figura del patriarca es clave en el cine del Wes Anderson y ha sabido construir sus queribles personajes en torno a esa condición que moldea sus ansias de triunfar y, en particular, sus desastrosos intentos por escapar del destino fatal.
Conocí a Wes Anderson, como muchos, con ‘Rushmore’. No lo sabía entonces, pero lo sé ahora: si te ríes con alguien en las mismas escenas en una peli de Anderson, entonces esa relación camina hacia algo bueno. El humor es clave en sus obras, pero no con el pastelazo o las morisquetas, sino con la desgracia ajena y el patetismo de los que están convencidos del éxito de su empresa y que sabemos, inexorablemente fracasarán.
En ‘Rushmore’, los papás de Max Fisher (el primo de Sofia Coppola, Jason Schwartzman) no son relevantes: es él, sus 15 años y una visión de mundo. Una energía renacentista para tratar de abarcarlo todo y paliar la ausencia de una musa. Claro, hasta que ésta llega y las cosas se ponen mucho peor.
Es en ‘Los Excéntricos Tennenbaum’ donde esa idea queda al descubierto. Royal, el adorable hijo de puta construído por Gene Hackman (ganó Globo de Oro por el papel) es el peor padre posible porque ni siquiera está ausente. No está el romanticismo de que haya muerto o desaparecido: está vivo, y sigue cometiendo desatinos, engañando a la gente y tratando de redimirse una y otra vez. ¿Resultado? Un hijo neurótico (Ben Stiller), un hijo suicida (Luke Wilson) y claro, la hija adoptada (Gwyneth Paltrow).
De esa pelí existen muchas escenas memorables, aunque quizás las que más resalten sean la sobresaliente presentación de personajes con ‘Hey Jude’ y el corte de venas del depresivo Richie con ‘Needle in the Hay’ de Elliot Smith. Un soundtrack inmejorable.
Y la evidencia total llega con ‘Life Aquatic’. El omnipresente Bill Murray es Steve Zissou, un oceanógrafo que ha perdido a un gran amigo, su mentor, en las fauces de un tiburón. Se siente huérfano, y su tripulación acusa la falta de timón. Peor aún: descubre que tiene un hijo, Ned (Owen Wilson), y ese retoño, que heredó su misma actitud utópica y quijotesca, lo envalentonará en su cruzada imposible.
Wes Anderson está de vuelta. Y ahora sí que es claro que su proyecto es hacer siempre la misma película pero de distintas maneras. El filme se llama ‘The Darjeeling Limited’ y es la historia de tres hermanos (de nuevo Wilson y Schwartzman, más Adrien ‘El Pianista’ Brody) que viajan a la India, convencidos de que su fallecido padre se ha reencarnado en un tigre albino.
Lo que más me gusta de Anderson es que su cine muestra parte de lo peor del ser humano. Mentiras, engaños, avaricia, excesos, muerte. Pero tiene una mirada infantil, donde en las pequeñeces más deleznables hay luz. Y un motivo de risa. Porque esos tipos ingenuos y perdedores son como uno. Son uno. Y a estas alturas, mejor reirse.
El trailer de 'The Darjeeling Limited', acá:
1 Comments:
Uno de mis directores favoritos
Claro, no hay otro como Cronenberg para mostrarnos la violencia
Kubrick era el mejor para hacer superproducciones de calidad
Lucas es el genio de los efectos especiales
Scorsese crea conflictos fuertes en cada uno de sus personajes como nadie
Pero solo Wes Anderson es el que muestra de verdad las relaciones familiares. Sobretodo, las de padres e hijos
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