felipe arratia

Friday, October 19, 2007

Full Temporada

Tantos shows, tanta pega, tantos trámites. Tan poco tiempo. Mes de conciertos, dicen. Comentemos algunos, entonces:

METHOD MAN

Fecha: Sábado 06 de Octubre
Lugar: Velódromo Estadio Nacional

Fallecido Ol’ Dirty Bastard, y encerrado en su laboratorio RZA, sólo nos queda el 'Hombre Método' en la primera línea de Wu-Tang Clan, la marca más rentable del hip hop de los últimos diez años. Por eso era un must verlo.

¿Temores? Muchos; los obvios: perder la billetera o la vida en manos de ese publico, y a nivel musical, caer en la típica modorra de los shows de hip hop antes de la mitad del set. Ni lo uno ni lo otro: tras una dupla de dignos teloneros (Cilvaringz y Salah Edin), Clifford Smith se para puntual y desde el primer segundo da clases de flow. Cada rima cae en el lugar preciso, y cuando no es igual que en el CD, la improvisación suena incluso mejor.

La compleja relación entre un público de habla hispana con un estilo cantado no sólo en inglés sino en jerga del brígido Staten Island podía complicar las cosas. Nada de eso: dio lo mismo. Method Man prioriza ritmo y beat por sobre todas las cosas, se esfuerza por hacer de un show plano en el papel una verdadera fiesta y lo consigue con creces.

Quizás sea uno de los mejores MC’s, pero también es un flaite que se hizo famoso siendo flaite, y por lo tanto, no va estar muy dispuesto a cambiar viejos hábitos. Method Man se encaramó a las estructuras del escenario, pidió que le arrojaran su querida ganja, y hasta caminó entre las manos del público perdiendo bandana y celular a causa de la proeza. El hombre es de verdad: se paseó entre los choros y salió parado. La sacó barata.

Mejor Momento: El cierre con ‘Triumph’, la declaración de principios de Wu-Tang Clan. No se podía terminar con otra.

Peor Momento: Caminar por Pedro de Valdivia, desde Grecia a Guillermo Mann. Ufff, ni en el Bronx se ve lo que yo vi.

DON OMAR

Fecha: Viernes 12 de Octubre
Lugar: Pista Atlética Estadio Nacional

Sin proponérmelo, es la tercera vez que veo a Don Omar este año, tras lo que fue Viña y el ‘Duelo de Maestros’. El miedo volvía a acechar por el tipo de público que se pudiera encontrar en un show con el más popular de los reggaetoneros (tranquilo, Daddy; no dije 'el mejor').

Esta vez la producción se preocupó al menos de poner a la prensa en un corralito donde no fueras una presa tan fácl del lumpen (OJO: tan). Así, vi la apertura del recital al lado de Luli, Pato Laguna, Adriana Barrientos, Janis Pope y Giovanni Ananías (sí, dije Giovanni Ananías). Si eso no es realismo mágico, no sé que es. Era como si LUN hubiera cobrado vida.

Pero bueno, a la música: la producción en escena del show es irreprochable. Un video sirvió de intro (flaaaite, pero sirvió para aleonar al público: Don Omar dice cosas como ‘ yo era tan pobre, tan pobre...' pero con abrigo de cuero a lo Matrix) y luego entra a escena una banda completísima y sin reparos, con coristas y bailarinas incluídas. Lo cual nos lleva a la siguiente conclusión: el único punto bajo de un concierto de Don Omar es Don Omar.

Claro, el hombre no hace más que ralentar su batería interminable de hits, a punta de discursos de cuarta, tratando de dar cátedra sobre relaciones entre los sexos, la hermandad latinoamericana o claro, Dios. ¿A quién mierda le puede interesar Dios cuando se está perreando, me pregunto yo?

Ni hablar de lo guataca y estático que está el boricua, o de esos lentos de kermesse que cantó. Lo que uno va a hacer a un show de reggaeton es a mover lo que tiene y eso Don Omar lo entrega sólo a cuenta gotas con una ecuación absurda: tema lento - tema rápido - tema lento - tema rápido, y así. Tal vez, soy yo el que no lo entiende, pero me sigue intrigando como una canción como ‘Angelito’ es un éxito.

Don Omar vende perreo pero también vende cebolla. A mí al menos, el paquete completo no me interesa.

Mejor Momento: La seguidilla imparable entre ‘Nadie como Tú’ ‘My Space’ y ‘Ayer la Vi’. Ese es el Don Omar que vinimos a ver.

Peor Momento: ¿Apenas 75 minutos de show? ¿Irse sin tocar ‘Calm my Nerves’, ‘Reggaeton Latino’, o ‘El Señor de la Noche'? ¡Devuelvan la plata!

VICENTICO

Fecha: Sábado 13 de Octubre
Lugar: Teatro Caupolicán

El hombre nos visita todos los años, a lo Johansen, así que hay muchos otros shows en la retina como para comparar. El trato estaba claro desde antes: la prioridad de Vicentico era mostrar ‘Los Pájaros’, su más reciente trabajo, y eso iba directamente en desmedro de escuchar el camión de clásicos Cadillacs que uno querrá escuchar hasta el fin de los días.

Difícl tarea entonces convencer a la gente de escuchar tanto tema nuevo, pensé. Sin embargo, los prejuicios se disipan rápido: el gordo lanza tres tracks recientes y la audiencia los recibe como cánticos de estadio. La banda de acompañamento es sólida y no hace más que sumar delicadeza y aguante a las cadencias del cantante.

Más cerca de Ruben Blades que de Joe Strummer, el ahora de Vicentico es masivo con ‘M’ mayúscula: la cumbia y todos sus derivados son la columna vertebral de su presentación, lo cual es recibido con saltos y bailoteos por el respetable.

¿Saludos a Cadillacs? Claro, obvio: entre otras, ‘Padre Nuestro’; una versión en voz bajita de ‘Mal Bicho’; ‘Siguiendo la Luna’, y el cierre inevitable con ‘Vasos Vacíos’ y ‘Demasiada Presión'. Son canciones demasiado cargadas de emociones. Y él lo sabe, y cuida esos temas y las riega todos los días.

Mejor Momento: ‘Desapariciones’, impresionante. Los Cadillacs me enseñaron a entender las cosas que pasaban en el Cono Sur y que nadie me quería contar. Imposible no conmoverse con la interpretación sentida del gordo.

Peor Momento: Más que por algo que pasó, fue por lo que no pasó. No hubo saludos a ‘Fabulosos Calavera’ o ‘La Marcha del Golazo Solitario’ (excepto la prescindible ‘Los Condenaditos’), los más notables trabajos Cadillacs. Plop.

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