Gabo Mannelli (1969-2008)

Reviso las fotos que me saqué con Babasónicos y confirmo lo que me temía: el único con el que no tengo fotos es con Gabo. No creo que el dato sea casual. La presencia del bajista inspira distancia, un respeto que se acerca al temor. Pueden ser esos ojos perversos o su presencia indiferente. Sólo sé que esa vez finalmente no me atreví a pedirle un flash.

Esa misma mañana, el sexteto argentino grababa unos tracks en vivo para un especial en radio Rock&Pop, y una marca asociada prestaría los instrumentos. El tipo de la marca le preguntó a Gabo si quería algún tipo de bajo en especial y él, con mirada perdida y actitud desafiante dijo ‘no, me da lo mismo, no me importa nada la verdad’….

Gabriel Mannelli, ‘Gabo’, bajista fundador de la banda más importante de Sudamérica ha muerto. El sábado 12 de enero perdió su secreta lucha contra un cruel cáncer que se lo llevó apenas a los 38 años.

Conmueve el riguroso silencio de la banda y los medios especializados trasandinos en torno al estado de salud de Gabo. Sólo se conocían pistas de su real condición por especulaciones en foros en internet y claro, por el reemplazo estacional que puso a Carca en el bajo. Pero al menos al bajista le permitieron vivir este proceso en privado. Parece lo normal, lo correcto, lo atinado; pero en un mundo donde hay SQP y MQH uno nunca sabe.

Gabo fundó Babasónicos en Lanús allá por 1991. Antes estuvo en Los Brujos. Se destacó desde el comienzo por ser el más ‘músico’ del sexteto, el de mayor conocimiento teórico, el más avezado en un estudio de grabación. Entre las pretensiones poéticas de Adrián y el aprendizaje sobre la marcha de Diego Uma, la presencia de Gabo fue la esencia para traducir la arrolladora actitud del grupo en música.

Se notaba en su intención sobre el escenario que Gabo gozaba más construyendo canciones que reproduciéndolas. Siempre piola, siempre silencioso, siempre funcional al todo. Un entrevistado discreto, no era el favorito de los medios: para eso estaban Tuñón, Diego Uma o el mismo Dárgelos. Los monosílabos del bajista evidenciaban su introversión y su capacidad para expresar mucho más con melodías que con palabras.

No hizo canciones en solitario; a cambio fue co-autor de muchísimas y las suyas solían tener el sello del rock más áspero que la banda fue limando con el tiempo. Sus primeros grandes hits como ‘Montañas de Agua’, ‘Poder Ñandú’ o 'Malón’ así lo prueban, pero también supo variar la paleta con ‘Viva Satana’, hasta hacer cumbre en clave heavy con ‘6 Vírgenes Descalzas’, ‘Sátiro’ o la mismísima ‘Desfachatados’.

Para el siglo 21, Babasónicos se reservó sus balas más pop. Y Gabo no se quedó atrás: evolucionó con la banda y aportó joyas deformes como ‘Pendejo’, ‘Yoli’, ‘Suturno’ y ‘Sin mi Diablo’. “Anoche” debe ser uno de los discos donde más participó, aportando con la suite ‘Carismático’-‘Yegua’, además de ‘Así se Habla’, ‘Solita’ y ‘Puesto’, entre otras.

Babasónicos es un milagro: poseen uno de los discursos más incorrectos que conoce el rock en español y cediendo muy poco consiguieron hacerse con el trono. Mucho de ello tiene que ver el carácter de cada uno de sus miembros: Dárgelos, como el maestro de ceremonias, Diego Uma como el payaso buena onda, Tuñón como el loco extravagante o Mariano, como el guitarra de los lentos ‘malditos’. Gabo era el más rockero de los seis: su esencia escéptica y nihilista era la verdadera personificación del delirio al que tanto aluden en sus letras.

He visto a Babasónicos 16 veces. Una noche de verano de 2006 en La Batuta vi por última vez a Gabo en un show de la puta madre. Estaba flaquísimo y se veía cansado. Tocó increíble y no pescó a nadie. Arrogante Rock, le llaman ellos.

Gracias Gabo por tu arrogante rock.