Cosas que NO deberían ocurrir en un Concierto

Pasaron tres eventos musicales masivos, y el caudal de pega en la radio y el canal no me permitieron detenerme a escribir de cada uno. Pero en todos hubo pequeños grandes detalles donde los organizadores mostraron la hilacha, y desnudaron ciertas falencias que siguen ocurriendo en los shows made in Chile.

Los tickets para conciertos en nuestro país son los más caros de la región, y ahora que estamos menos provincianos con tanta visita de primer orden, es super válido hacer notar esos errores para que se corrijan, y ya. Algunos son graves y otros son detalles. Veamos:

PET SHOP BOYS, domingo 25 de marzo, Estación Mapocho

Mi acreditación a este evento partió con una situación inédita en mi vida profesional: el productor del show, Claudio Pérez, me vetó. Le entregaron un listado que incluía mi nombre y el de otra persona de 40 Principales y optó por no acreditar a mi medio de comunicación. Así, tal cual como lo leen. ¿Razones? Según me enteré, al señor no le gustó que yo dijera por la radio el calificativo que más se le ajusta: chanta. El es el responsable por la fallida visita de Tatu y el abortado festival de Pop que traería a Belanova y otros a Chile a fines del año pasado. Y ni me hagan hablar de otras situaciones internas que le conozco. ¿Cómo se le dice a un productor al que se le caen los eventos? No sé ustedes, pero yo en privado y en público le digo chanta.

Bueno, la cosa es que IGUAL fui al show con una entrada para cancha e IGUAL me colé al vip. Hasta para contratar a la seguridad es chanta este tipo....

¿Sobre el recital? Bueno, dijimos que nos centraríamos en las cosas para corregir, así que no me detendré en la espléndida colección de himnos pop, o de la emoción incontenible de escuchar ‘West End Girls’ en vivo. Creo que todo se resume en una frase: NO SE PUEDE VOLVER A HACER UN CONCIERTO EN LA ESTACIÓN MAPOCHO. Así de claro. Por ahí pasaban TRENES; no es un lugar que permita amplificar un show. Si es necesario boicotear los shows que se hagan ahí, hagámoslo. Pero no permitamos más recitales en ese sitio.

Por otro lado, la pobre gente que pagó por ir a ‘cancha’ (sépanlo: , ir a cancha en un show hoy en día es ir ‘de la mitad de la cancha para atrás’) ni siquiera tenían una puta pantalla para ver al dúo por TV. Todos apretujados, les quedaba más cerca el Parque de Los Reyes que el escenario de Neil Tennant y Chris Lowe.

En suma, si un show no se ve y no se oye bien, no es un show.

PLACEBO, viernes 30 de marzo, Estadio San Carlos de Apoquindo

En este caso, no hay mayores erores para cargarle a la productora responsable. Igual a uno le dan ganas de que el evento sea en un lugar menos cerca de la cordillera, o de que la seguridad se comporte más amable. Pero son detallitos a los que uno ya se acostumbró.

Lo que me llamó la atención fue el ESCASÍSIMO público presente. Imagínense: había la mitad de gente que la que los vio esa primera vez en la jornada doble de Estación Mapocho. Por ahí se pueden encontrar explicaciones en alguna falta de coordinación entre la productora y el medio difusor oficial, o en la dispersión de la discográfica, inmersa en múltiples prioridades. Lo concreto es que hace dos años, TODOS nos enteramos de que venía Placebo, y el sello hizo concursos en ocho radios distintas para regalar tickets y merchandise. Esta vez la visita del trío pasó piola entre tanto evento que hubo durante marzo.

Y es una pena porque, con una guitarra, Brian Molko deja de ser la tía solterona histérica que fue en la conferencia de prensa y se comporta como el artista que es. Gran show del trío: rockero, crudo y teatral. Lástima que no lo vio casi nadie.

DUELO DE MAESTROS, domingo 01 de abril, Estadio Nacional

Este megaevento de reggaeton fue el que me dio la idea para escribir de los cagazos en los conciertos. Por lo mismo, para no hacerla tan larga, me remitiré a ennumerar:

Acreditaciones: Fueron solicitadas el martes de la misma semana a través del mail propuesto por la productora, Digital Entertainment Group. Cuando me disponía a retirarlas, llamé para confirmar y me dijeron que no aparecía en la lista. La opción final fue recibirlas el mismo día del evento. ¿Resultado? 75 minutos de recorrido por TODOS los accesos legales del estadio, hasta que un tipo nos fue a buscar en la entrada de Pedro de Valdivia y nos entregó los pases. La improvisación era tan evidente que nos dio credenciales ‘A’, o sea, de libre acceso. O sea, podíamos ir a tirotear a Don Omar si así lo hubiesemos querido.

Timings: Se habló de abrir las puertas del estadio antes del mediodía. Luego se dijo que a las 3 de la tarde; sin embargo, sólo a las 4 se abrieron por primera vez, generando una enorme aglomeración fuera del estadio. Se dijo que el show partía a las 18:30, pero a las 19:30, recién teníamos a los músicos de Don Omar probando sonido. ¿A qué hora salieron Wisin y Yandel? A Las 21: 40 horas. Una vergüenza.

Escenario: La estructura del escenario era imponente, pero la coordinación era nula. No había jefes de escena que ordenaran los tiempos. Y si los había, deberían ser despedidos. En el stage pasaba cualquier cosa a cualquier hora. Una falta de respeto con el público.

Seguridad: A eso de las 16:30, sólo se veían guardias privados, y uno que otro carabinero a caballo. Claramente no les dijeron que esto era un partido de alto riesgo. A las 19:30 (y luego de múltiples cartereos y robos de celulares), se podía ver por todos lados lo evidente: era necesario un ejército de pacos de fuerzas especiales (sí, con casco y chaleco, igual que en una protesta) para evitar que el público presente se pasara a otra localidad. Ocurrió igual: se pasó gente desde la calle al recinto, del estadio a galería, de cancha a vip...hasta en el backstage habian colados!! Eso era nuevo para mí.

La Guinda de la Torta: El animador del evento refiriéndose a la marca Guiness de la convocatoria: “esta noche hemos rompido todos los records...’

Amigos y amigas, si llegaron a esta parte del texto, la idea no es ser Elmer Gruñon y encontrar todo malo. Simplemente me parece que ya no nos merecemos que nos metan el dedo en la boca tan fácil. En estos tres meses hemos sido testigos de shows históricos como el de Roger Waters, por lo que me parece justo y necesario levantar la mano y alzar la voz cuando uno siente que lo están cagando.

Un ticket para un concierto tiene por detrás una lista de derechos y deberes. El SERNAC debería ser utilizado mucho más a menudo en ciertas ocasiones.