Feliz Cumple-Blog!

Hace exactamente un año alguien me vio muy desmotivado, situación recurrente en esta madeja cíclica que es mi estado de ánimo. Me dijo que debería proponerme algo a mí mismo y luego… hacerlo. Digamos, como para variar un poco. Me dijo “parte por algo simple y luego sigues con algo más grande”. Y se me ocurrió hacerme un blog.

La verdad es que creí que tarde o temprano acabaría perdiendo interés, o algo pasaría y dejaría de escribir. Lo había visto en muchos otros blogs de amigos míos, y sentía que mi caso no tenía porque ser distinto. Pero aquí estamos, un año después.

Es raro poder repasar las cosas escritas. Me arrepiento de haber escrito algunas; otras, creo que están muy mal llevadas al texto. Y en ciertas instancias me parece que debí haberme jugado más en el texto para hacerlo más personal, más mío. Pero al menos los leo de nuevo y son jodidamente honestos. Y otros son bastante inocentes, hecho que me fascina porque estaba obsesionado con la idea de que había perdido totalmente la inocencia.

Sigo pensando que la persona número 1 para la que escribo es para mí. Bueno, eso lo evidencian los post menos comentados, que son muchos…. Pero, en comentarios face to face que he recibido de los personajes de los que menos lo esperaba, me doy cuenta de que realmente hay personas que leen. Gente que no conozco y jamás conoceré. O gente que creo conocer. Leen, discuten y comentan en público o en privado. Se interesan, si no en mí, al menos en lo que tenga para decir.

Desde el principio, la idea fue tratar de conectar, y como dije en ese primer texto, sentirse menos solo. Eso está intacto. No creo que esté menos solo, en todo caso. Pero al menos, mi ansiedad enciclopédica de registrarlo todo, hace un año que tiene un Prózac.

Seguiremos entonces escribiendo de conciertos, de músicos que se van, de bandas que nos visitan. Y del soundtrack de nuestras vidas. De cómo la música permite retrasar la llegada de la locura en mi vida. Y de cómo nos hace ilusionarnos con que nuestras existencias pueden parecerse a un videoclip al menos durante cuatro minutos.

Fuerza, Melancolía, Fractura, Energía, Dolor. Mejor que lo diga la maravillosa Stevie Nicks: