Nuestra Fe

No soy de los que le compró el boleto con todos su experimentos: Mr. Bungle tienen un par de discos buenos, Fantomas es casi inescuchable, Lovage fue un bonito experimento, Tomahawk pasaron piola y lo de Peeping Tom era lo más parecido a Faith No More que hizo. Disperso. Pero nadie puede acusar a Patton y su alegre compañía de poco jugados o prejuiciosos.
Hay que ver la cosa en contexto: es 1990 y en una sola banda confluyen sonidos metaleros, citas kitsch, un bajo que bordea el funk y un cantante que estruja todos los registros posibles de su garganta. Le llamaron ‘alternativos’ a falta de una mejor palabra: entre el ‘Real Thing’ de FNM, el ‘Mother’s Milk’ de los Peppers y el ‘Time’s Up’ de Living Colour, el beat bailable se hizo un espacio entre los riffs rockeros. Es imposible pensar en Incubus, System of a Down y hasta en Deftones sin pasar por el quinteto de San Francisco.

Hoy es un día de gozo. Sin especulaciones de cifras ni anuncios rimbombantes, Faith No More regresaron. De momento es sólo un tour por Europa, pero uno nunca sabe. De sólo pensar en que puede sonar ‘Just a Man’ otra vez en un escenario, no dejo de sonreir. A Small Victory.
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