felipe arratia

Monday, December 28, 2009

Los Conciertos del 2009

Una conferencia de prensa a mediados de febrero fue la fecha clave. Los rumores ya eran demasiados y decían que en algún momento de marzo desembarcaría en Chile el Festival Pepsi Music, una institución ya consolidada al otro lado de cordillera. Se abría la ilusión.

Lo cierto es que la organización del Pepsi Fest fue desastrosa: los tickets se pusieron a la venta a menos de un mes de los shows, la coordinación de la prensa fue pésima, se incorporó la venta 2x1 a dos días de la jornada inaugural (en palabras claras, una estafa para los miles de aperrados que compraron antes su ticket) y aún así, un par de fechas estuvieron casi vacías. La falta de experiencia de Pepsi Co, la charlatanería de Iván Barrantes y la producción deficiente orquestada por Eric Toro dejó a la marca Cola con pérdidas millonarias.


Sin embargo, lo anterior sólo se refiere al ámbito empresarial. En lo artístico, la semana del 24 al 29 de marzo de 2009 fue quizás la más importante de la década que se va: en apenas seis días Santiago recibió a Peter Gabriel, Chris Cornell, Mike Patton, Molotov, The Academy Is, Blondie, Rick Astley, A ha, Sonic Youth, y claro, el largamente ansiado desembarco de Radiohead+Kraftwerk (más el parafernálico show de Kiss a la semana siguiente). Esa semana marcó el 2009 en cuanto a conciertos en Chile.


Previamente habíamos tenido visitas como el concierto íntimo de Damien Rice o el pulcro show festivalero de Simply Red. Marzo partió con el revival adolescente de Backstreet Boys y el primero de varios números british: al quinteto de Oxford y los fallidos rumores de The Verve, se sumó el retorno de Keane para mostrar su ‘Perfect Symetry’ y dos meses después, veríamos el mejor show de Oasis en Chile, justo antes de la pelea que separó –esta vez, parece que de verdad-, a los hermanos Gallagher. A ellos, la tradición Brit sumó dos nombres en veredas opuestas: los emergentes y energéticos The Kooks (con carrete en Cienfuegos incluído) y el ex Suede devenido en crooner, Brett Anderson.


Las corrientes más alternativas también tuvieron lo suyo. The Gutter Twins pasaron piola en el Teatro Oriente, pero quienes los vieron dicen que merecieron más público; además, Aimee Mann nos arropó con sus mullidas melodías en el Teatro Teletón y también, la enigmática Catpower dio una lección de buen gusto y elegancia en el Caupolicán. Un mes después, el moreno Tricky nos dejó una postal inovldable con 100 personas subidas al escenario mientras su banda tocaba ‘Ace of Spades’ de Motorhead.


Como ya es habitual, la agenda se reactivó con fuerza en octubre y curiosamente, con un fuerte acento en las visitas trasandinas (en meses previos ya me había deleitado con el hermoso doblete Liniers+Kevin Johansen y con los shows de Babasónicos en el Caupolicán y Opera Catedral): la asombrosa recuperación de Charly García, la resurrección de los Fabulosos Cadillacs (que vinieron dos veces), el olor a autoplagio de Gustavo Cerati y el regreso triunfal y hitero de Andrés Calamaro.


Octubre fue también el mes de dos grandes megaeventos. Por un lado, los Depeche Mode, que hicieron su esperado show en el infame Club Hípico (con demandas colectivas y todo) y dejaron todo el tiempo la sensación amarga de ‘otro día en la oficina’ en un tour marcado por los contratiempos. La antítesis absoluta fue la memorable visita de Faith No More: los de San Francisco asumieron su condición de locales y no dejaron títere con cabeza en la caldera del Caupolicán.


¿Más? Claro. Recuerdo imágenes como estar viendo a Paul Anka con mi viejo, a la insípida Ximena Sariñana con la Mylene, o a Living Colour con Tito, Iván y Jorge. Una sola cosa está clarísima: esto no para más.


Estos fueron mis conciertos favoritos del año:


10 The Killers (29 Noviembre, Movistar Arena): Sí, Brandon Flowers se leyó todos los manuales escritos por Bono, Freddie Mercury y Elton John. Y sí, el resto de la banda da lo mismo. Pero, por Dios, qué buen repertorio tienen en tan poco tiempo de vida. Te la firmo: su próximo show en Chile será para el doble de público.


9 Manu Chao (26 Noviembre, Velódromo): El lugar exacto para darse permiso para ser hippie. En pocos shows vi tal comunión en el público y también, entre ellos con el artista. Acusado de demagógico, el franco-español no sólo se alejó de ese calificativo sino que enunció cierta amargura con el estado de las cosas: ‘Hagamos la fiesta hasta lo que pueda durar’, decía. Por tres horas, le hicimos caso.


8 Charly García (04 Octubre, Movistar Arena): Era el concierto de Charly que esperábamos hace más de una década. Plagado de hits y con socios vitales como el Zorro Von Quintiero e Hilda Lizarazu, el bicolor explicó en escena las razones de su leyenda. Ahora sólo le falta completar su tratamiento. Pero está vivo, y eso ya es mucho.


7 Andrés Calamaro (05 Diciembre, Movistar Arena): La merecida revancha tras ese nefasto show del 2007. Esta vez el trasandino las hizo todas: desempolvó clásicos, interpretó tangos, y milongas, recordó a Los Rodríguez y hasta imitó a James Brown. Larga vida para Pomelo; con el 'Salmón' tiene inspiración para rato.


6 Oasis (Mayo, Movistar Arena): Trajeron su mejor disco desde ‘Be Here Now’ e hicieron lo de siempre: tocaron estáticos, no se hablaron, e hicieron el mejor rock and roll de su generación, cerrando con una ‘I am the Walrus’ de antología. En ese momento no lo sabíamos, pero fue uno de los últimos shows de los hermanos juntitos sobre un escenario.


5 Catpower (21 Julio, Teatro Caupolicán): La gata nos estudió, nos olfateó y nos aprobó. Se movió como si no hubiera ley de gravedad y cantó en tonos imposibles. Su ‘Jukebox’ es una delicia para paladares delicados y ella lo sabe. Tan feliz estaba al final del show que hasta nos lanzó flores.


4 Pet Shop Boys (02 Octubre, Movistar Arena): Una puesta en escena perfecta. La dupla no le deja ni un milímetro de espacio al error y se notó: cada canción parecía un cuadro de comedia musical con el cubo como elemento central. A puro minimalismo, Lowe y Tennant construyen un todo coherente y vivo que exhuda pop.


3 Sonic Youth (29 Marzo, Movistar Arena): Un encuentro con un tótem musical. La música alternativa del último cuarto de siglo no se entiende sin ellos. El cuarteto entendió que había una deuda histórica y la cumplió: no sólo hicieron varios hits, sino que el día anterior la mitad de la banda dio un mini show memorable en Matucana 100. Surreal.


2 Radiohead (27 Marzo, Pista Atlética): De los dos shows elijo el del viernes: fue el que sonó mejor, el que actuaron más relajados, y el que partió con ‘Creep’. Llegaron para mostrar el extraordinario ‘In Rainbows’, pero recibimos mucho más que eso: nos llevamos un estándar de cómo es un concierto perfecto. Más que un recital, una experiencia.


1 Faith No More (29 Octubre, Teatro Caupolicán): La mejor prueba de que tenemos sangre caliente. Quizás lo de Radiohead fue técnicamente mejor pero la presencia, aullidos, empatía y complicidad de Mike Patton no tienen precio. Súmale a eso el repertorio de esa increíble banda, más el ambiente enrarecido que daban los 36° que habían en el Caupolicán. Ese día conocí al infierno y al diablo. Y me gustó.


¿Y en Chile?


1 Como Asesinar a Felipes (25 Octubre, Teatro Oriente): Ya los consideraba revolucionarios por su mix de hip hop jazzero con instrumentos nobles, pero lo de grabar con la Orquesta Sinfónica Juvenil se escapó del marco. Esa tarde en el Oriente se pudo ver en vivo cómo una banda se transforma de revelación en referente, sin escalas. Simplemente conmovedor.

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