"Miami Vice", State of Mind
Una de las cosas que he hecho toda mi vida es ver mucha tele. Tengo muchísimos recuerdos de cultura pop asociados a cosas que vi de chico en TV (las primeras pechugas televisivas las vi en ‘Flashdance’, por ejemplo). Y con el tiempo, me fue cansando el esquema heroico de películas y series tipo ‘chico-salva-a chica-y-elimina-al-malo’: lo sentía irreal, predecible y en definitiva, fome.
Hasta que me encontré con ‘Miami Vice’.
Como buen hermano mayor, sufrí de la censura paternal bastante más que mis hermanas, por lo que había un montón de cosas que a mí no me dejaban ver y que hoy harían morirse de la risa a un péndex. ‘Otros tiempos’, diría Julio Martínez…
Que me dejaran ver ‘Miami Vice’ fue un avance radical de modernización de mis viejos, aunque a veces los notaba incómodos por ciertas escenas (no los culpo). ‘Miami Vice’, para la mente de un niño de 12 años, era como conocer el mundo real: los protagonistas también podían morirse, y la frontera entre buenos y malos era, a lo menos, difusa. Cada vez que defiendo ‘Miami Vice’ en una conversa de amigos, todo el mundo piensa que es en tono irónico o la típica actitud del nostálgico tipo ‘Fiesta Kitsch’ (¿han visto algo más idiota que a un tipo de 30 que anda cantando las canciones del Tío Memo?). Nada más lejos de la realidad. Esa está entre mis series favoritas de la vida, junto con Murphy Brown, Seinfeld, y Six Feet Under.
La historia ya se la saben todos: Sonny Crocket y Rico Tubbs trabajan en la división ‘Crimen Organizado’ de la policía de Miami, donde deben infiltrarse continuamente entre delincuentes y traficantes para hacer respetar la ley. La gracia de todo esto es la ambigüedad moral de los protagonistas y quienes los rodean, y la oscuridad omnipresente: la sensación de agobio que va desde las ojeras de Sonny, pasando por la muerte innecesaria de inocentes, hasta la libertad de los malos gracias a resquicios legales. Como la vida misma, ¿no?
Sonny y Rico no se escapan de eso: el primero sufre la muerte de su esposa a manos de los narcos, y el segundo venga con sus propias manos al asesino de su hermano, el mítico Calderon. Inolvidable es el capítulo en el que muere el partner de ambos, Zito, en una redada antinarcóticos.
Y respecto del relativismo moral, en la oscurísima última temporada era muy freak ver a las detectives Trudy y Gina mezclar su trabajo de policías encubiertas con ‘trabajitos’ como verdaderas damas de compañía; o ver a Sonny haciendo transacas de droga en serio, confundiendo completamente su rol de guardían de lo establecido.
‘Miami Vice’ quedó en mi retina porque supo crear un universo propio, único e inconfundible: todo el mundo recuerda la secuencia de créditos iniciales con la música de Jan Hammer y la imagen con el edificio con un árbol al medio (que, dice el mito, fue diseñado por un chileno), la mirada sombría del Teniente Castillo, el cocodrilo Elvis en el bote de Sonny, los cameos interminables de celebridades actuales y futuras, la ciudad de Miami y su Art Deco como fondo perfecto para la acción y claro, el terno blanco de Sonny homenajeado hasta decir basta.
Hoy fui con mi papá a ver la película basada en la serie.
Un dato esencial me daba confianza para no decepcionarme: Michael Mann es el director. Mann es el Productor Ejecutivo y uno de los creadores de la serie (además hizo las grandiosas ‘El Informante’ y ‘Collateral’), y se propuso hacer algo que respetara el espíritu original, pero con libertad creativa. Nada de cameos pelotudos ni remakes en talla. Esta serie es seria.
A mí modo de ver, la película cumple: hay ética claroscura, un guión coherente, locaciones alucinantes, momentos catárticos, y Colin Farrell y Jamie Foxx son respetuosos de quienes hicieron antes ese rol, manteniendo actuaciones contenidas, silenciosas y sin excesos. Al final, eso sí, me quedó la sensación de que simplemente vi un episodio de larga duración de la serie: pensé que si hacían una película, era porque Mann tenía una trama brillante entre manos. No es el caso. Al menos, las expectativas eran altas y no salimos cabizbajos del cine. Por lo demás, está increíblemente bien filmada.
Farrell y Foxx como Sonny y Rico me siguen dejando con ese dejo de amargura y cinismo de la serie: la sensación de que saben que tratan de tapar el sol con un dedo porque ya está demasiado la cagada alrededor de ellos. Por eso, comprendemos sus permanentes caras largas. Es lo que hay.
Los dejo con dos perlitas de la serie original.
Aquí está la recordadísima secuencia con 'In the Air Tonight' de Phil Collins:
Y acá están las secuencias finales del último capítulo:
4 Comments:
Esta peli q es una version de la clasica esrie seguramente sera un gran exito en los cines, chao
Y es verdad q te cambias de radio en el 2007?, si es cierto felipe lamentaras q en la radio en q estas esten echando a todos los locutores, y es en serio, chao.
No entendí, maldito reggaetonero: ¿a qué radio se supone que me voy? ¿Y en qué radio van a echar a todos los locutores?
Plop!
Miami Vice es algo que nunca ví...
En principio es evidente el factor generacional (como hace un tiempo siempre te decia: "Estás viejo Felipe"! jajajajaj)... yo capaz que estaba en la panza de mi madre cuando aquellas locas aventuras llenaban la pantalla chica (??)...
Pero ahora la serie ha revivido en la señal musical de cable VH1...
Pero.
Las publicidades que hicieron para promover que la serie sería emitida nuevamente por ese canal eran tan tan tan bizarras que ahora le escapo a todo capitulo que den de ella...
Es que ahora creo (no insistas, voy a seguir creyendo lo mismo... terquedad es mi segundo nombre...) que es una serie de gays que se desesperan por que las camisas rosas se les manchan y por que no tienen turno con el peluquero...
Estas cosas.
Publicidad engañosa!
He dicho!
Besotes y un abrazo... Yop!
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