¿Are You Talkin' to Me?

Por lo mismo, lo que me pasó hace unos días es digno de mencionar, ya que me devoré en pocas semanas las 572 páginas de ‘Moteros Tranquilos, Toros Salvajes’ (Peter Biskind, 1998). A través del relato, Biskind cuenta la historia del Nuevo Hollywood, este grupo de directores y creadores que durante los ’70 rompió con las reglas establecidas previamente en el cine y propuso un nuevo orden.
Del nacionalismo y las películas musicales, vino el salto al hiperrealismo y los finales infelices. Primero, con ‘Bonnie and Clyde’, luego con ‘Easy Rider' (‘Busco mi Destino’) y más tarde, con ‘El Exorcista’, ‘Taxi Driver’ y hasta ‘El Padrino’, por nombrar sólo algunos filmes. Un puñado de expresiones audiovisuales que no sólo extendieron el límite de lo que se podía mostrar en un cine y marcaron pauta artística hasta nuestros días, sino que además fueron tan representativas de lo que el público quería ver que provocaron un viraje violento en lo que los estudios entienden hoy por éxito de taquilla (hasta nuestros dias se sigue buscando replicar el suceso global de fenómenos como ‘Tiburón’ y sobre todo, ‘La Guerra de las Galaxias’).
Pero ese mismo éxito instantáneo fue la destrucción total de la mayoría de esos directores, quienes reinventaron conceptos como ‘egocentrismo’ y ‘arrogancia’. La idea de gente como Francis Coppola, Warren Beatty, Peter Bogdanovich y Martin Scorsese era traer a la realidad gringa las tendencias neorealistas del cine europeo. Y les fue bien, tal vez demasiado bien. El público, con una gran sensación de desencanto (gentileza de la Guerra de Vietnam), enganchó a full con esos filmes cínicos y agresivos, y convirtió a sus responsables en dueños de la verdad.

Biskind, que fue jefe de redacción de la revista ‘Premiere’ y ha publicado en varios medios prestigiosos, da muestra de una acumulación de trivia superior y no tiene contemplaciones en echar al agua a varios peces gordos, contando historias que los dejan muy mal parados. La cita recurrente es al personaje de ‘Easy Rider’, quien dice ‘la hemos cagado’. Y es así: ellos mismo se abireron las puertas de Hollywood y nos regalaron obras maestras. Pero más tarde, ellos mismos se las cerraron a punta de decisiones antojadizas y conductas erráticas.

En cambio, la industria ya no cree ni en William Friedkin (‘El Exorcista’), ni en Francis Coppola (‘El Padrino’), ni en Michael Cimino (‘El Francotirador’), y eso que todos ellos algunos vez ganaron el Oscar a Mejor Director. Con suerte, a Coppola lo dejan adaptar algún guión ajeno (una afrenta para un tipo que se considera ‘autor’) o a Bogdanovich lo dejan hacer un cameo en ‘Los Soprano’. Mal.
Al cerrar el libro de Biskind, la sensación es agridulce. ¿Qué harían estos tipos si no la hubieran cagado tanto? Una cosa es segura: no habrían remakes de ‘Los Dukes de Hazzard’ ni insultos al séptimo arte como ‘Chiquito pero Peligroso’.
PD: Ojo con el nuevo libro de Biskind que ya fue traducido al español y promete pronta llegada. Se llama ‘Sexo, Mentiras y Hollywood’ y desenmascara a la generación independiente de los ’90 (Tarantino, Soderbergh, el Festival Sundance, etc.). Entretención asegurada.
Los dejo con la escena 'cumbre' de Robert de Niro en 'Taxi Driver':
1 Comments:
Excelente tema
Voy a buscar el libro
El tema es que, independiente de que estos tipos la cagaron cuando estaban en su mejor momento, el que en Hollywood se firmen remakes de series antiguas y bodrios de la talla de Chiquito pero peligroso es, como dice Clint Eastwood en la columna de Pagina 12, miedo de las grandes industrias
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