Mi Propio Woodstock
Volví. Desde los sofocantes 35 grados de Barcelona a las temperaturas paralizantes de Santiago. Estoy despertando de un lindo sueño que, como todo los sueños, duró menos de lo deseado.
Hay demasiadas cosas de las que podría hablar o escribir ahora: de cómo subsisten mis amigos chilenos en Barcelona, de cómo se marketea al club de Ronaldinho de las formas más obscenas imaginables, de que los ingleses más simpáticos parecen venir de Brighton, de que ahora ya sé que los catalanes y los españoles se odian, de que hay un pueblito de 9 mil habitantes en el país vasco que lleva mi apellido, o de la extraña vida de Gaudí.
Pero no. Mi prioridad se llama BENICASSIM. Tras asistir por dos días al increíble Festival SUMMERCASE, la próxima parada venía con acampada y cuatro días completos de música.
El jueves 20 de julio a las 09 AM salió el tren desde Barcelona al pequeño pueblito de Benicassim. Mis compañeros de ruta y carpa fueron Chemo y Mariano, amigotes de Leo. No voy a vender la mula de que me fui mirando el hermoso paisaje de la costa mediterránea durante las cuatro y media horas de viaje: me fui durmiendo casi con la boca abierta porque el día anterior no me había acostado. Al despertar, un rato antes de nuestra parada, el tren se veía atestado de chicos y chicas con poleras de otros festivales: algunos escuchaban sus iPods y otros leían la biografía del fallecido JOHN PEEL. Ambiente festivalero a full, pero no de Festival de Viña, precisamente. Era como estar en un concierto en el Teatro Novedades, pero con chicas lindas y tipos que ya han visto a todas las bandas que te puedas imaginar más de diez veces.
Al llegar a la estación de Benicassim, el 95% de los pasajeros del tren se bajó. Afuera nos esperaba un sol redondo y gigante, con los mismos 35 grados a la sombra que me acompañarían en toda mi estadía en la madre patria.
¿Dónde ir? Eso se preguntaban todos. Muy luego nos daríamos cuenta de que TODA la vida del pueblo opera en esos días en función del festival, por lo que entendimos rápido que habían tres opciones de camping: Mercat, cerca del pueblo; Bonet, cerca de la playa, y CampFIB, al lado del sitio donde están los escenarios. Para ese último partimos. Un verdadero apostolado. Descubrí nuevas partes de mi cuerpo que pueden transpirar…
Tras llegar al lugar donde se podían canjear los tickets-pulsera, yo partí a recoger mi credencial de prensa. Un desagradable malentendido vía mail trajo como conclusión que tuviera que pagar una buena cantidad de euros por una credencial que creí gratuita, pero bueno….ya estábamos ahí, y ya se venía lo más importante, la música.
Esa primera jornada de jueves operaba como calentamiento previo. Las tocatas partían desde las 19 horas en adelante, pero el verdadero plato fuerte era SCISSOR SISTERS, que tocaban…a las 3 de la mañana. El rato previo lo aprovechamos arreglando el sitio de la carpa, preparando comida, descansando en la hamaca, tomando chela, y dando vueltas por el camping para extasiarse con la torre de Babel que se había formado. Mis preferidas por lejos: las inglesas.
El único otro número que también concitaba cierta atención ese día era TOM VERLAINE, el ex – líder del legendario grupo Television, que tocaba a las 22:40. Pero optamos por quedarnos en el camping. La verdad es que cuesta explicarlo en frío pero estando en un festival de tantos días se va haciendo común que, en medio de impresionantes conciertos, uno tenga que estar lidiando con unas hawaianas que te hieren los pies, con ganas de ir al baño, con deseos irresisitbles de tomar agua, y toda clase de tonteras mundanas.
En fin, llegó la hora de SCISSOR SISTERS, y para allá partimos. Abrieron con ‘Take your Mama’ y fue la locura total de una. Jake Shears, de sombrero y terno platinado, y Ana Matronic, con sus exquisitos kilitos de más, y vestido verdoso con bordes dorados. La verdad es que ese concierto fue una fiesta; ellos son exactamente lo que venden: Broadway, sobreactuación y orgullo gay. Es como ver 'Will y Grace', pero con música. Siguieron con ‘Tits on the Radio’, y alcanzaron peaks con ‘Laura’ y la muy Elton John, ‘Mary’. Lo bueno fue poder presenciar el estreno de tres temas de su disco nuevo, ‘Ta-Dah’. El primer single, ‘I don’t feel like dancing’ está muy taquilla.
La media hora final estuvo reservada para subir el beat y meter las canciones más bailables. De ese pelotón, las que más brillaron fueron el cover de Pink Floyd, ‘Comfortably Numb’, y el cierre alucinante con ‘Filthy Gorgeous’, con Ana simulando un blowjob a Jake, poniendo el micrófono entre sus piernas. Ella es total.
La primera jornada estaba cumplida, pero venían millones de grupos más en los tres días siguientes (Pixies, Depeche Mode, Strokes, Placebo y un eterno etcétera). Lo antes posible iré posteando todo lo que pasó pero de a un día a la vez, porque si no, esto se convierte en un testamento eterno.
Para esa madrugada del viernes ya no era un tema dormir sobre piedras o bichos. Creo que fue uno de los mejores sueños que he tenido. Todo encajaba, igual que en el video de 'No Rain' de Blind Melon. Comenzaba a encontrar lo que estaba buscando.
1 Comments:
Con cada post, la envidia irá creciendo... eso te lo aseguro.
Es bueno tenerte de vuelta.
Un beso.
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