felipe arratia

Sunday, July 30, 2006

¿Where's my Mind?

DÍA 2 DE FESTIVAL BENICASSIM: VIERNES 21 DE JULIO

La jornada de día viernes en Benicassim tenía un solo nombre: PIXIES. Yo recuerdo perfecto cuando ese nombre se me hizo más habitual. Fue todo por culpa de mi amigo Roberto que me hizo sentir que si no cachaba a los Pixies, no cachaba nada….

Cuando los Pixies volvieron a las pistas, hace dos años, todo el mundo se volvió loco. Esa era exactamente la idea del show de esa noche: emocionarse hasta las lágrimas con un regreso totalmente impensable hasta hace poco por la mítica enemistad entre sus miembros.

Pero bueno, faltaba para eso todavía. Tras desayunar, a eso de las 2 de la tarde, partimos a la playita. Había que aprovechar las bondades de la zona costera, y además no había tocatas relevantes hasta las 19 horas. Como era de esperar, a muuuucha gente se le ocurrió la misma idea que a nosotros, así que la playa estaba repleta de ‘fíbers’ con sus ticket-pulseritas mojadas capeando el insoportable calor con algo de agua del Mediterráneo.

Uno de los comentarios frecuentes entre los asistentes al festival era ‘hay que alcanzar a ver a Pete Doherty antes de que se muera…’ Acá abrimos el paréntesis de rigor y respondemos la obvia pregunta… ¿Quién es Pete Doherty? Antes que todo, la farándula british lo define como el más reciente novio estable de la modelo Kate Moss. Pete Doherty saltó a la fama como el último héroe maldito del rock británico, famoso en partes iguales por su talento artístico como por sus innumerables arrestos y crisis derivadas de una adicción terminal a las drogas. Fue cuando carreteaba con Doherty que a ‘Cocaine Kate’ le grabaron el famoso videíto oculto en que salía jalando.

Tras separar y convertir en mito al grupo The Libertines, Doherty reanudó su labor musical armando el proyecto Babyshambles. Pero la promoción de ese disco ha estado plagada de conciertos suspendidos, problemas de Doherty con la ley, ingresos a clínicas de rehabilitación y jeringas halladas en baños de aviones.

Con esa información, llegamos a ver a BABYSHAMBLES que estaban programados para las 18:50. ¿Sería porque si lo programan muy tarde el hombre ya no coordina bien? Lo concreto es que mi primer acercamiento visual con Pete Doherty fue bastante más normal de lo esperado. Yo estaba en el foso para fotógrafos y él apareció sobre el escenario antes de que el concierto realmente empezara, provocando el delirio de la gente; Doherty parecía un roadie más, probando guitarras y dejando todo OK para el show. ¿Su look? Sombrero a lo Indiana Jones, torso desnudo, una Heineken en la mano, y esa actitud despreocupada y errática que mata a las chicas…

Finalmente, los Babyshambles a la cancha. A esa hora, el escenario Vodafone era una caldera invadida por británicos sub-23 que venían a ver a su ídolo. Y Doherty no defraudó para nada. La mezcla de rock and roll primitivo con bajos dub a loThe Clash (el disco fue producido por el ex -Clash, Mick Jones) prendió bien y la gente se embaló a full con la mezcla de susurros y aullidos del nuevo Johnny Rotten.

Los momentos más vibrantes vinieron sobre el final: Pete Doherty dio la sorpresa al invitar al escenario a Shane Mc Gowan, el legendario y alcohólico líder del grupo The Pogues, quien entonó ‘Dirty Old Town’, volviendo loco al público más adulto. Pero la más coreada de la tarde fue un recuerdo: ‘Time for Heroes’, el mayor himno que quedó de los Libertines. Para muchos, Doherty cumplió por el solo hecho de aparecer sobre el escenario; esa tarde, ocurrió mucho más que eso.

Después de ese show, me fui de una a la sala de prensa porque había conferencia de los Pixies. Debo reconocer que estaba nervioso: Pixies y Depeche Mode eran los más grandes motivos que me habían incentivado a ir a Benicassim. A ambas bandas no las había visto nunca.

La verdad es que la conferencia de Pixies da para escribir un post aparte. Pero las conclusiones básicas son:

a.- La creatividad para hacer preguntas de la prensa en el Festival de Viña del Mar no tiene nada que envidiarle a la de Benicassim… en todos lados se cuecen habas…de las malas….

b.- El guatón Black Francis no tiene ni la más mínima onda con la prensa… entre monosílabos y sarcasmos fue casi impsoible sacarle alguna declaración buena.

c.- La bajista Kim Deal no llegó a la conferencia….no hay que ser Einstein para cachar que entre ella y Francis hay menos onda que entre Cote López y Adriana Barrientos.

Ante la escuálida ofensiva de la prensa, yo pedí el micrófono y pregunté si cachaban que en Latinoamérica los aman tanto. Sabía que habían tocado en Curitiba hace un par de años, pero me extrañaba que nadie se hubiera jugado por llevarlos a Chile y Argentina. El gordo Francis miró pal lado y el batero David Lovering respondió que sí, que sí sabían y sabían que les han hecho discos tributo y otros homenajes, pero que aún no hay fecha para retornar a nuestras tierras…buuu.

Saliendo de la conferencia ya eran las 9 de la noche y comenzaba el bloque estelar en el Escenario Verde (el más grande de los cuatro). Lo primero fue ver a THE FUTUREHEADS, una de las muchas bandas que están haciendo post-punk por estos días y que de algún modo buscan una tajada de la fama de Franz Ferdinand. Su sonido es urgente y preciso, y estrenaban disco nuevo. Es una banda con hambre de prestigio y buen nombre. Muy buen show.


Pero ya se acercaba el momento estelar. PIXIES venían en camino. El primero en aparecer fue el batero David Lovering con los redobles de ‘Bone Machine’. Un espasmo me recorrió. Wow, a esto vine. A encontrarme con la historia, a ver a la banda que inspiró a Kurt Cobain. Mi cámara fotográfica estaba atascada en la cara de Black Francis. It’s all happening.

Hay varios momentos que no recuerdo de ahí para adelante. Ese sonido me era tan familiar, pero no debido a habérselo escuchado a ellos. Ahí me daba cuenta de la influencia indiscutible de esta banda sobre toda la nación alternativa difundida por MTV en los ’90.

Lamentablemente este show pasaría a la historia por un motivo diferente. Al terminar ‘Monkey Gone to Heaven’, Francis le dice algo al oído a Kim Deal y la banda se retira del escenario. Nadie lo puede creer…¿qué demonios está pasando? Lo que pasaba era que en las primeras filas estaba la cagá, se estaba desmayando mucha gente y una barrera de contención comenzaba a ceder. Fueron necesarios 25 minutos de interrupción para que todo volviera a su lugar.

Para volver a seducir al público, los de Boston ocuparon artillería pesada: pegaron ‘Wave of Mutilation’, ‘Here comes your Man’ y ‘Where’s my Mind’ provocando sangre, sudor y lágrimas. Ahí se recompuso la cosa, pero como que la detención que tuvo el show me hizo fijarme en los detalles. Y estaban ahí para cualquiera que quisiera verlos: una banda completamente estática sobre el escenario, cero comunicación con el público, y una canción pegada de la otra hasta llegar a la última. ¿Olor a mero trámite? Mmmmm…..

Sólo se le agradece a Kim Deal su postura de ‘tía buena onda’, fumando durante todo el show, y al menos saludando a la gente al final del set. Sabor agridulce.

Pero bueno… para recuperarse, me fui a sentar mientras tocaban ECHO AND THE BUNNYMEN. Sé que son importantes y todo, pero nunca los escuché demasiado. Su set me pareció bastante sombrío y nunca logré enganchar.

Yo estaba esperando a THE STROKES. Su show de octubre en Santiago debe ser de lo más intenso que he visto en mucho tiempo. Y ahora el disco nuevo ya estaba en la calle.

Abrieron con ‘Juicebox’, y la verdad es que arrasaron. Vinimos a ver a Pixies y terminamos viendo a The Strokes, uno de los mejores directos de Benicassim 2006.

De partida, cualquier banda que tenga a Julian Casablancas en sus filas, ya ha ganado parte importante de la partida. El tipo respira rock and roll. Le da a cada canción una condición interpretativa única, interactúa con el público, intenta descubrir el pulso de la gente, pero al final recurre a su instinto y les da más de lo que quieren.

De la dupla de guitarras, ni hablar. Nick Valensi y Albert Hammond Jr. logran que los temas nuevos brillen igual que ‘Someday’ o ‘Last Nite’. Todos concordamos en que ‘Heart in a Cage’ y ‘You only live Once’ no son sólo sus últimos singles: son nuevos clásicos de los Strokes.

¿Y el repertorio? Puras joyitas sin un solo desperdicio. Esto es un fuckin’ festival, así que hay poco tiempo para conquistarlos. ¿Qué se hace? Toda la carne a la parrilla, pues. No dejaron ningún single sin tocar. Y a nosotros, nos dejaron completamente agotados.

¿Qué haces cuando estás así de cansado? Bueno, vas a terminar de cansarte del todo. Era la hora estelar para las carpas de música electrónica. Y mi elegido fue el canadiense TIGA. Aunque fue bastante libre para pinchar varios estilos, lo de él es más electroclash. Y aunque el estilo vaya en retirada en Europa, su set estuvo impecable. La carpa donde se presentó ya se reventaba de tanta gente.

Y para el final (al menos, mi final), a eso de las 3 y media AM, fui a ver un rato a ISOLÉE. Había escuchado comentarios de su onda que hicieron que me tincara. Y así fue. El estilo del alemán es mucho más abstracto, y menos eufórico pero creo que eso era lo que necesitaba a esa hora.

También necesitaba dormir. Mucho. Demasiadas emociones para un solo día. Y quedaban millones más. ¿Cómo será el show de Morrissey? ¿Será para tanto el grupo The Kooks? ¿Se acordaría de mí, Nick Mc Carthy de Franz Ferdinand? Al otro día tendría una respuesta.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Increíble experiencia chico, definitivamente todo lo que ES.

Acertadísimo comentario en mi blog,y sí:

"Todos queremos que nos hagan creer que somos especiales"

B.

10:27 PM  

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