Lluvia de Estrellas
Sí, lo sé. No he podido escribir todo lo que quisiera. No suelo hablar de mi vida personal en este espacio pero creo que si alguien entra y ve por una semana la misma publicación, merece una explicación. Básicamente, mi tiempo ha estado ocupado por un largo y emotivo reportaje que ya entregué a Rolling Stone, tres sábados al hilo trabajados en transmisiones especiales de la radio y (aquí viene la mejor parte), la preparación de mi viaje a México!! Sí, este martes viajo al DF para cubrir varios eventos, entre los que están los MTV Latinos. Excelente, ¿no?
Por lo mismo, tenía pendientes los reviews de los shows a los fui en los últimos días y eso es lo que quiero compartir ahora. Gracias por la paciencia:
Javiera Mena en el Centro Mori
(Miércoles 04 de octubre)
El estereotipo funciona: Javiera hace buenas canciones, pero tiene menos voz que yo. Dice que está trabajando en eso (en eso y en una mayor presencia escénica, que no la haga ver como una teen vergonzosa de las cosas que canta) y yo le creo: como no creerle con ese vestidito albo, esa chasquilla ondera, y esas bellas piernas. Por canciones no se queda: ‘Al Siguiente Nivel’, ‘Esquemas Juveniles’ y ‘Cámara Lenta’ están dentro de lo mejor que escuché este año en música chilena. El tema es que se justifique que uno vaya a ver y escuchar esas canciones INTERPRETADAS en vivo, en lugar de quedarte con la versión en CD. Atractivo le sobra a Javiera; el asunto es que lo vuelque en enriquecer su performance en vivo. El disco esté filete, en todo caso.
Babasónicos en el Teatro Caupolicán
(Viernes 06 de octubre)
Esta, que es una de mis bandas favoritas, se merece un post largo y jugoso, pero no en esta ocasión. Sabemos que si el evento se llama Jeans Parade, habrá un desfile y la banda invitada no será lo único importante de la noche. Pero no nos imaginábamos que la pasarela sería instalada literalmente como una barrera entre el público y el escenario. Eso hizo de los 45 minutos de Babasónicos sobre el escenario una verdadera mierda. Se centraron en los singles de sus últimos 3 trabajos (as usual), y ni siquiera la condición imbatible de ‘Suturno’, ‘Así se Habla’ o ‘Deléctrico’ pudo hacer algo por evitar la debacle. Prefiero borrar este recuerdo y evocar que los vi en el Luna Park para el lanzamiento de ‘Infame’, en esa caldera que hubo en La Batuta en febrero, o en el Buenos Aires Hot Festival, justo después de Beck y antes de R.E.M. Ya vendrán tiempos mejores.
NOFX en el Teatro Caupolicán
(Domingo 08 de octubre)
Lo reconozco: tengo toda la discografía de Green Day, pero no manejaba al detalle la historia de Fat Mike y su combo. Sí sabía que estar en el Caupolicán ese día era un deber, y así lo entendieron las más de 4 mil almas que llegaron a gozar. Flaites, cuicos, viejos y péndex, todos unidos en un solo pogo para celebrar la esperada llegada de uno de los nombres más respetados en el punk de los últimos 20 años. En vivo, NOFX golpeó por nocaut: más que acordes acelerados o caras de chicos malos, lo que ellos hicieron en hora y cuarto fue montar la fiesta pero con otra música. Algunos gozan y wevean con reggaeton, y aquí pasa lo mismo, pero con punk rock, ska, y una pincelada de reggae.
Los tipos son unos payasos con demasiados años de circo y saben exactamente cómo tratar a este público y complacerlo: a los tracks cortos y chistes de básica, Fat Mike sumó ácidas críticas al gobierno de George W. (‘Everybody Hates us’, decía cantando) y recibió varias visitas inesperadas de fans frenéticos por abrazarlo. El tipo es un héroe para el público sudamericano, pero sólo se enteró ahora, en una de las canchas más calientes que el Caupolicán vio en años.
Plastilina Mosh en la Oz
(Jueves 12 de octubre)
Jonas y Rosso venden freakerío kitsch. Pero no se trata de rescates con nostalgia, sino de usar elementos del inconsciente colectivo para engrosar su propia propuesta. El jueves en la Oz , a los de Monterrey les faltó una pata importante de su directo: el público. La gente, muy farandulera ella, cachaba poco y nada el repertorio de los cuates y en un show tan energético como este, se necesitaba de algo más que 50 personas saltando. ¿Se les pasó la mano con los decibeles? Tal vez. Eso hizo que sonara demasiado áspero, y muy lejano del funky show que dieron con los músicos de Los Tetas un año antes en La Batuta. Los covers de The Cure y Ramones me parecieron pobres, pero es gracias a momentos bailables como ‘Human Disco Ball’ y ‘Afroman’ que en algún momento de 1998, Plastilina Mosh fueron la gran esperanza blanca de ‘rock en espanol’. ¿Lo mejor? Vi el recital al lado de Cecilia Amenábar. Así todo se pasa mejor.
Nos vemos a la vuelta!
2 Comments:
Concuerdo. El show de Babasonicos fue una mierda. Tal como los jeans pickles o los comerciales de Ripley. Se justificó sólo por ver a Carca en el bajo. Uno de los weones más feos del planeta.
Yo era de los 50 saltando en Plastilina, así que el concierto estuvo a toda raja para los que sabíamos a que íbamos, ja!
Suerte con los chilangos!
Post a Comment
<< Home