Yo Tuve la Mejor Flor

Cuando aún no nos recuperábamos de la visita de la visceral Catpower, la ex voz de ‘Til Tuesday anunció sorpresivo arribo a Chile. Todos la vinimos a conocer con el iluminado soundtrack de ‘Magnolia’, pero antes y después hay gemas igual de poderosas. Sin ir más lejos, el reciente ‘@$%&*! Smilers’ (léase ‘Fuckin’ Smilers’) suena como las canciones que haría una amiga con la que disfrutas burlándote de la gente.
21:10 horas. En el recinto de calle Mario Kreutzberger ya no cabe un lais Sub 40 más. En mi siempre ambivalente condición de acreditado (nunca se sabe si quedarás muy bien o muy mal ubicado), deambulo por los asientos de avanzada y me quedo en la tercera fila a la derecha, rogando que no llegue el verdadero dueño de la silla. Será la mejor decisión de la noche: a mi alrededor todos los espacios se completan, menos el mío. Las luces se van.
La rubia aparece primero. La siguen sólo dos secuaces, los multiinstrumentistas Jamie Edwards y Jebin Bruni quienes, a punta de pianos, teclados y sintetizadores multiefectos, sostendrán el nuevo formato en vivo que Aimee estrenó en Sudamérica. Ante el aplauso efusivo, ella opta por partir con explicaciones: “Cuando armé este show, tuve que volver a escuchar viejos discos míos, así que voy a tocar temas que casi nunca toco”. Todo dicho y nos fuimos: ‘The Moth’ es la portada. Aimee Mann despliega su tono lánguido que parece la de una narradora que ya ha presenciado todas las historias que existen. Los teclados suenan como un pedal steel y sólo falta la bola con moho para completar la escena de una carretera vacía y polvorienta.

“Esta nunca la toco en vivo” dice, y se manda ‘I’m with Stupid’ solita con la acústica. Sobre el final sus colegas la apoyarán cuando ella cante eso de ‘I don’t even know you anymore’. Al final se alejará del micrófono y la veremos más cerca. Aimee Mann, -largo y liso pelo rubio, ojos muy azules-, usa lentes ópticos que acusan sus casi 50 años, además de una chaqueta de plush, chaleco gris y una corbata de líneas rojas y verdes. Sus jeans y bototos de hombre completan el cuadro, haciéndola ver como una profesora guapa o la mamá de un amigo tuyo a la que miras con otros ojos.
La salud no mejora: Aimee tose y tose, entre tragos de agua para aclarar la garganta. En ‘Amateur’ adopta pose rockera y se calza el bajo, y luego en ‘This is How it Goes’ agarra la flauta dulce reconociendo que “llevo sólo dos semanas tocando esto. Cuesta mucho que suene bien”. Divertida por su ocurrencia, saca la flauta de su boca y dice: ‘Perdón, estoy medio volada con los remedios’.

Tras ‘You Could Make a Killing’, Aimee introduce dos ‘little’: “Me gusta la idea de ciertos pequeños desastres manejables. Ahora tocaremos ‘Little Tornado’ y ‘Little Bombs", dice. ¿Será un guiño a ‘Little Earthquakes’ de Tori Amos? Mmmm. La primera es laxa y cierra con silbidos; la segunda tiene más marcha y se apoya levemente en la percusión de Jebin Bruni.
‘Thirty One Today’ es el preludio ideal para la rutilante ‘Freeway’. El tema que abre ‘@$%&*! Smilers’ es un botín por el que Regina Spektor habría asesinado: pide airplay a gritos y tiene un magnífico arco emotivo cuando el registro de Aimee se eleva entonando eso de ‘You’ve Got a lot of Money, but you can’t Afford the Freeway’.
Sigamos. En teoría, ‘One’ (una más del consagrado soundtrack) debería haber sido otro punto alto, pero no todos los tracks soportan este formato más unplugged y el tema que abre ‘Magnolia’ (que está cumpliendo 10 años, ¿eh?) luce despojado y carente de peso sin los ruiditos creados por Jon Brion. Tras ‘Borrowing Time’ la rubia dice adiós, aunque no hace esperar su retorno a escena.

Luego, solita con la guitarra, se manda ‘Red Vines’, su viejo single del ‘Bachelor Nº2’, presentado como “una canción acerca de Paul Thomas Anderson”. Qué lindo es sentir que ahora uno tiene un solo grado de separación con el maestro. Ja.
Sobre el final, Aimee se nos emociona y reconoce: “Estuve muy enferma estos dos días. Hoy estuve calentando mi voz por horas. Estaba aterrada de haber venido de tan lejos y no poder tocar. Gracias por todo”. Y el agradecimiento no paro ahí: la bella recogió dos pedidos del público y cerró con ellos: ‘Driving Sideways’ (Yes!) e ‘Invisible Ink’. Entre medio, preguntó qué tan bueno era ese famoso licor llamado ‘pisco’ que le habían dejado en backstage y la gente le gritó sus recetas para tomarselo. Lo que se llama un ambiente ‘en familia’.
Aimee nos quedó debiendo su ochentoso hit ‘Voices Carry’ (en Argentina lo hizo), pero con todos los regalos entregados, no nos podemos quejar. O bueno, tal vez sí: ¿Cuándo demonios traen a Fiona Apple? Ah?
Setlist: The Moth / Nightmare Girl / Momentum / Build that Wall / I’m with Stupid / Amateur / This is How it Goes / Wise Up / Save Me / You Could Make a Killing / Little Tornado / Little Bombs / Thirty One Today / Freeway / One / Borrowing Time / Guys Like Me / Red Vines / Driving Sideways / Invisible Ink