felipe arratia

Monday, December 31, 2007

Los Que se Fueron el 2007

Opté por subir este texto el mismo día final del año, ya que el 2006 subí el obituario al blog y a los pocos días perdimos al mismísimo James Brown. Ahora, prefiero esperar hasta que el año esté realmente terminado para hacer este rito musical y del mundo del espectáculo: saludar a los que partieron.

Debe ser uno de los años más flojos en mucho tiempo en cuanto a despojarnos de grandes figuras. Más bien, nos hizo conocer en profundidad la vida de varios personajes no-músicos con labores clave dentro del rock. Las leyendas se mantienen muy vivas; eso sí, no quiero ser pájaro de mal agüero, pero ojo con longevos personajes como B.B. King (82 años) Chuck Berry (81), Fats Domino (79), Bo Diddley (79), Little Richard (75), Ornette Coleman (77), o Jerry Lee Lewis (72). Estaremos atentos.

El recuerdo para los que se fueron va acompañado de una canción en negrita para el que quiera contextualizar al personaje en cuestión.

Enero
06: ‘SNEAKY’ PETE KLEINOW (72, guitarra Steel, Flying Burrito Brothers, ‘Christine’s Tune’)
18: BRENT LILES (43, bajista original Social Distorsion, ‘Story of my Life’)
19: DENNY DOHERTY (66, voz, Mamas and the Papas, ‘California Dreamin’)

Febrero
06: FRANKIE LAINE (93, crooner, ‘Jezebel’)
08: JOE HUNTER (79, líder y pianista The Funk Brothers, banda de apoyo para artistas del sello Motown, ‘I Heard it Through the Grapevine’ de Marvin Gaye)
18: JOHN ‘BAM BAM’ LANE (baterista de Bill Halley and his Comets, ‘Rock Around the Clock’)
23: IAN WALLACE (60, baterista King Crimson, ‘Three is a Perfect Pair’)

Marzo
09: BRAD DELP (55, voz de Boston, ‘More Than a Feeling’)

Abril
05: MARK ST. JOHN (guitarra Kiss, White Tiger, ‘Heaven’s on Fire’)
30: ZOLA TAYLOR (voz de The Platters, ‘Only You’)

Junio
24: NATASJA (33, solista dancehall, ‘Calabria’)
29: GEORGE MCCORKLE (guitarra Marshall Tucker Band, ‘Can’t You See’)

Julio
21: DON ARDEN (81, manager de Black Sabbath, padre de Sharon Osbourne, ‘Iron Man’)

Agosto
04: LEE HAZLEWOOD (78, solista y compositor para Nancy Sinatra, ‘These Boots Are Made for Walkin’)
10: TONY WILSON (57, fundador Factory Records, descubrió a New Order y Happy Mondays, ‘Blue Monday’, de New Order)
29: HILLY CHRISTAL (Dueño CBGB, ‘Blitzkrieg Bop’ de Ramones)

Septiembre
06: LUCIANO PAVAROTTI (71, tenor, ‘O Sole Mio’)

Octubre
20: PAUL RAVEN (45, bajista Killing Joke, Ministry, ‘Love Like Blood’)

Noviembre
19: KEVIN DUBROW (52, voz Quiet Riot, ‘Come on Feel the Noise’)
24: CASEY CALVERT (25, guitarra Hawthorne Heights, ‘Saying Sorry’)
28: FRED CHICHIN (53, guitarra Les Rita Mitsouko, ‘Marcia Baila’)
29: DANIEL ‘PATO’ ZAMORA’ (42, bajo Los Rodríguez, ‘Sin Documentos’)

Diciembre
04: PIMP C (33, rapero miembro de UGK, ‘International Players Anthem’)
05: KARLHEINZ STOCKHAUSEN (79, músico de vanguardia)
12: IKE TURNER (76, artista Blues, R&B, Rock, ‘Proud Mary’)
16: DAN FOGELBERG (solista, ‘Longer’)

Friday, December 28, 2007

Los Mejores Conciertos que vi el 2007

El año partió con múltiples anuncios de recitales en Chile: desde el espíritu de Pink Floyd, hasta la vuelta de Alejandro Sanz, pasando por el retorno ‘triunfal’ de Placebo, y una hilera de reggaetoneros. Entre medio, varios guateos como la no confirmación de Christina Aguilera y la triste cancelación de The Who.

Si bien mi 2007 no incluyó expediciones fuera de Chile (aargh!!), no me puedo quejar. Santiago tuvo oferta de conciertos constante, diversa y contingente. Fue el año en que vivimos eventos masivos como la Cumbre del Rock Chileno y el Festival Vive Latino, los que contaron con un compartamiento y convocatoria notable de la gente.

Por oto lado, la queja sigue siendo el precio de los shows y en especial, de mega giras como las de Soda o The Police; sin embargo, el publico sigue llenando los eventos, aunque sea endeudándose a mil cuotas. Todavía no llegamos al punto de tener que castigar con baja asistencia a un recital por lo prohibitivo de sus tickets. La gente se sigue sintiendo lejana de los grandes circuitos de la música, por lo que el raciocinio aún es “mejor voy, puede ser la única vez que los vea”.

Tras presenciar tocatas como Coldplay en Espacio Riesco o Pet Shop Boys en la Estación Mapocho, los medios exigieron que no se hicieran más shows en vivo ahí por su pésima acústica, y casi ocurrió así: la cancelación de Devo en el Mapocho y el reciente doblete Calamaro/Cornell fueron las únicas excepciones programadas en dichos recintos. Al menos se buscó escoger recintos con buen sonido, pero aún existen dos deudas:

1.- NO MÁS ASIENTOS EN LAS PRIMERAS FILAS DE CONCIERTOS DE ROCK: La gente encaramada en las sillas durante las presentaciones de Coldplay, Bjork y varios otros tapando a las filas posteriores fueron una vergüenza que no resiste análisis. No es culpa del público: en shows con alto nivel de excitación es obvio que el público optará por vivirlos como les resulte más cómodo. Y sentarse no es una opción en esos casos.

2.- OJO CON LA SEGURIDAD: Todos los shows de reggaeton del año (Duelo de Maestros, Don Omar, Daddy Yankee, por nombrar sólo tres) y la gran actuación de Snoop Dogg tuvieron SERIOS problemas de seguridad. Uno sospecha que contratar más guardias y asumir públicamente un concierto como ‘peligroso’ puede ahuyentar consumidores. Peor aún puede ser lamentar a un apuñalado, como ocurrió en Buenos Aires con Snoop. Ojo.

Tan amplia fue la oferta que incluso tuvimos lujos con baja asistencia de públco: por diferentes motivos, Magic Numbers en el Teletón, Lily Allen en el Arena y los Rapture en el Caupolicán fueron vistos por mucha menos gente de la que se merecían. Pero eso habla de un país que está cada vez más cerca del gran circuito de conciertos. Eso sí, la presencia de Arctic Monkeys (y en menor medida de 30 Seconds to Mars) sólo en Argentina es inexcusable. Público para ellos había, y de sobra en Chile.

El 2008 ya se presagia como un gran año en lo que a visitas se refiere. Será una temporada para ponerle el visto bueno de ‘ya lo vi’ a grandes leyendas (Bob Dylan, Rod Stewart, Earth, Wind and Fire), pero ojalá que también traiga de la mano una buena batería de los sonidos que marcan tendencia en el primer mundo. Desde ya se anuncia para mayo en Brasil la visita de Klaxons, Editors, y Yo La Tengo. Si las cosas resultan como espero, durante el 2008 saldré a cazar a algunos imperdibles en otras latitudes. Así sea.

De momento, aquí está mi Top Ten. Los mejores shows del 2007 según yo:

10.- Coldplay (14, 15, 16 febrero, Espacio Riesco): Se sobrepusieron a la instalación de sillas y al mal sonido. Apostaron por 3 shows íntimos cuando tenían para llenar un Estadio Nacional. Un show para cantar karaoke por dos horas sin parar.

9.- Tom Jones (22 febrero, Quinta Vergara): El ‘Tigre de Gales’ enseña como envejecer con dignidad en un negocio que no lo facilita. Regaló postales atemporales como ‘It’s Not Unusual’ y ‘Delilah’.

8.- Incubus (08 y 09 octubre, Arena Stgo.): El factor ‘mino rico’ los convirtió en la banda más convocante en Chile de la generación Aggro-Rock. Deftones y Korn quedaron atrás. 24 mil chilenos no podían estar equivocados.

7.- Dolores O’Riordan (27 agosto, Teatro Caupolicán): Una de las sorpresas de la tempoada. Se la anunció en voz baja y terminó repletando el Caupolicán. Bienvenida la nostalgia noventera en Chile. Idea para las productoras: traer a las minas de Garbage o The Cardigans. Éxito seguro.

6.- Keane (15 abril, Club Hípico): ¿Melodías para minas? ¿Música para ingenieros? ¿Ritmos para jingles publicitarios? Puede ser, pero por sobre todo, una banda de la puta madre sobre el escenario, y un frontman de lujo como Tom Chaplin. ¡Qué vozarrón del gordo ese!

5.- Chris Cornell (10 diciembre, Espacio Riesco): El que mejor entendió que había una deuda fue el propio Cornell. En casi tres horas de concierto, el hombre desplegó actitud, intensidad, y un registro superdotado. Fue un abuso: pocas veces se ve al público más cansado que al artista. Aquí ocurrió.

4.- Ricky Martin (26 febrero, Quinta Vergara): ¿Qué qué hace metido este tipo acá? ¿Lo han visto en vivo? Ah, lo imaginé. Yo tampoco lo había visto, y tiene claro como nadie el sentido de la palabra ‘show’. Maneja un timing impresionante en escena: sabe cuando tiene que hacer llorar, reir, bailar, etc. En habla hispana no tiene competencia.

3.- The Police (05 diciembre, Estadio Nacional): Un recital que jamás imaginé presenciar. Con 25 años más, Sting, Summers y Coupland se pararon con energía de adolescentes para demostrar en la cancha eso de ‘no nos juntamos por la plata’. La gira más vendedora del 2007 en el mundo.

2.- Travis (04 noviembre, Arena Stgo.): La magia aún existe en los conciertos. Se rieron de sí mismos, compartieron con la audiencia a pesar del idioma, interpretaron sus canciones como pocos. Hicieron lentos imbatibles, pero también se dieron maña para rockear. ¿Se puede hacer un show perfecto aún? Claro, pregúntenle a Travis.

Y en el número 1:

1.- Roger Waters (14 marzo, Estadio Nacional): Más que un recital, una experiencia necesaria. No sólo fue un encuentro con la historia del rock, sino con la historia de uno mismo. Desde la elección del repertorio, pasando por el cerdo volador y el prisma, hasta llegar a la sublime presentación del ‘Dark Side of the Moon’, las palabras se quedan cortas. Waters fue un privilegio. Uno de los grandes del rock sigue siendo peligroso. Y su obra, más vigente que nunca.

Aquí están los shows del 2008:

Sophie Ellis Bextor (5 enero, Estación Mapocho)
Suicidal Tendencies (6 enero, Teatro Caupolicán)
Bersuit / Catupecu Machu / El Otro Yo (20 enero, Velódromo)
Miranda (26 enero, Casino Viña del Mar)
Journey / Peter Frampton / Earth, Wind and Fire (23 febrero, San Carlos de Apoquindo)
Nelly Furtado (24 febrero, Festival de Viña)
My Chemical Romance (25 febrero, Arena)
Interpol (6 marzo)
Iron Maiden (9 marzo, Pista Atlética)
Bob Dylan (11 marzo, San Carlos de Apoquindo)
Rod Stewart (8 abril, San Carlos de Apoquindo)
Rage Against the Machine / Deftones (abril)
Ozzy Osbourne / Korn (abril)
Joss Stone
Avril Lavigne
Linkin Park
Radiohead….???

Wednesday, December 26, 2007

Los Discos que Escuché el 2007

Y bueno, el resumen anual no puede faltar en este humilde espacio. Créanme que no ha sido fácil encontrar un rato disponible para escribir esto: mientras escribo, mi oficina se ve cada vez más vacía, mi hogar ahora me queda más cerca, y sigo cotizando notebooks sin éxito. Días de cambio por donde se le miren.

Pero entre medio de todo eso, uno escucha discos. Lo primero que me pasó este año fue que vendí el iPod. Sentí que no necesito escuchar música TODO el día, siendo que más encima trabajo con ella. Por lo mismo, me remití a escucharla en mi pieza, en mi equipo, usando sólo el formato CD. A darme el tiempo para tratar de llegar al track final de cada álbum.

Seguro que me faltó escuchar muchos, y hubo otros que me dio lata que no me hayan gustado. Pero bueno, ya está. Estos son los 10, los que marcaron mi 2007.

10.- ‘Pocket Symphony’, Air
9.- ‘Myths of the Near Future’, Klaxons
8.- ‘Justice’, Justice
7.- ‘Back in Black’, Amy Winehouse
6.- ‘Neon Bible’, Arcade Fire
5.- ‘In Rainbows’, Radiohead
4.- ‘Icky Thump’, The White Stripes
3.- ‘Era Vulgaris’, Queens of the Stone Age
2.- ‘Graduation’, Kanye West

Y en el número 1…..

1.- ‘Kala’, M.I.A.: Kanye West estuvo muy cerca, pero la señorita de Sri Lanka es de verdad impresionante. Su música es un tren sin frenos que brama por atención. Tiene tanta pesonalidad, presencia y agresividad que obliga a inventar coreografías mientras la escuchas. Es puntuda, mal genio y tiene el diablo en el cuerpo. Si pensabas que ‘Arular’ era una revolución, este ‘Kala’ es directamente un llamado a tomar el fusil.

No más fotos del tercer mundo encarnadas en niños pobres y desnutridos. Si el occidental toma lo mío y se lo roba, que se atenga a las consecuencias. Palabra de M.IA..

Wednesday, December 19, 2007

Dan Fogelberg (1951-2007)

Hubo un tiempo en que varias radios tocaban música tranquila sin caer en la cebolla. Recuerdo paseos familiares con Infinita y La Clave sonando siempre y rescatando tracks de Simon and Garfunkel, Eagles, James Taylor, Carly Simon, Cat Stevens, America, Carole King, Fleetwood Mac y numerosos one hit wonders de la época. Voces calmas, cuerdas diáfanas. Canción de Autor.

Al verse contrastado con el visceral punk, la vaguardista new wave o el popular hard rock, ese sonido perdió presencia y quedó archivado en algún cajón de los ’80. De esa época empolvada y lejana viene Dan Fogelberg.

Su periodo de gloria comprendió desde el año ’75 al ’84, gracias a numerosos hits como ‘Leader of the Band’, ‘Hard to Say’ y ‘Same Old Lang Syne’. Pero por encima de todas ellas, ‘Longer’, una canción de esas tan simples pero tan elocuentes que cuesta descubrir cuándo se compusieron.

Con los años, Dan Fogelberg expandió su registro y se permitió curiosidades como grabar un álbum de navidad, una placa cuádruple con diferentes temáticas e incluso un disco junto a los más selectos exponentes del tradicional bluegrass. Preocupado del medio ambiente, sus últmas placas tuvieron un especial acento en el tema de la ecología.

Un cáncer a la próstata se lo llevó el sábado 16 de diciembre. Tenía 56 años. Conócelo con esta canción que se llama ‘Longer’:

Ike Turner (1931-2007)

Para la mitología rock es como la encarnación del demonio. Sólo con su muerte ha sido posible mirar más allá de las bofetadas a Tina, el abuso con la cocaína y su agresividad constante para descubrir el aporte esencial a la música del señor Ike Turner.

A juzgar por su peculiar historia, se hace necesaria una película que muestre los hechos desde su punto de vista. Hijo de un ministro bautista asesinado por una pandilla racista, siendo apenas un niño, manejaba el ascensor en un edificio que albergaba una radio. Desde ahí a cargar amplificadores había un paso de distancia, y al mirar el trabajo de los músicos rápidamente se convirtió en uno, soñando con emular a su ídolo, Howlin’ Wolf. Con los Kings of Rhytm se pasó del piano a la guitarra y grabó lo que se entiende como el primer rock and roll de la historia, ‘Rocket ’88’. Ike tenía apenas 19 años.

Tras trabajar como sesionista con gran cantidad de leyendas del blues y ejercer como buscador de talentos de una disquera, la vida de Ike cambiaría en 1956 cuando conoció a Anna Mae Bullock, quien más tarde sería conocida como Tina Turner. Tan impresionado quedó con su voz y desplante que la integró a su grupo; la química explosiva de la pareja, a nivel romántico y musical, se tradujo en innumerables hits durante los ’60, y hasta su escandalosa separación.

Mientras estuvieron juntos, Ike y Tina llegaron a telonear a los mismísimos Rolling Stones y al ver el efecto que provocaban las canciones de rock, Ike registró con Tina versiones de temas como ‘Proud Mary’ de Creedence o ‘Come Together’ de los Beatles, con excelentes resultados gracias a la impresionante capacidad interpretativa de Tina en escena.

Los maltratos y excesos de Ike están largamente descritos en el biopic protagonizado por Angela Bassett y Laurence Fishburne: quemaduras con cigarros a Tina, múltiples infidelidades y una golpiza final en Dallas que redundó en su divorcio en 1976.

Cuando Tina desapareció de la vida de Ike, su carrera no volvió a despegar. En sus propias palabras, se tomó ‘unas vacaciones de 15 años’: llegó a gastar más de U$ 11 millones en cocaína (según sus propios cálculos), lo cual ni siquiera fue útil para la inspiración ya que en ese periodo sólo sacó un par de discretos álbumes. Incluso solía andar armado durante ese periodo “por si alguna transacción salía mal”. Para peor, su estudio se quemó en 1982.

Durante los ’80, Ike Turner fue arrestado 11 veces por ofensas relacionadas con las drogas, hasta que finalmente en 1989 fue condenado a cuatro años en prisión por manejar bajo la influencia de la coca. Eso le impidió estar presente en su ingreso al Salón de la Fama del Rock and Roll en 1991.

La película “What’s Love Got to Do with it” sepultó definitivamente la imagen de Ike, aunque él respondió lanzando su autobiografía, ‘Takin’ Back my Name’, la cual incluyó confesiones inéditas. Sus últimos registros musicales corresponden a una colaboración con Damon Albarn en Gorillaz (el track ‘Every Planet we Reach is Dead’) y ‘Risin’ with the Blues’, su álbum ganador de un Grammy en el apartado de Blues tradicional. El 12 de diciembre a los 76 años y a raíz de un enfisema pulmonar, finalmente Ike Turner descansó. Demasiada agitación para una sola vida.

Tuesday, December 18, 2007

I Will Survive

Esa caja de resonancia que es la nostalgia hace que el efecto emotivo de las canciones se eleve al cuadrado mientras más lejano se divisa el momento en que las recibimos por primera vez. Eso fue lo que vivimos miles durante el debut de Chris Cornell en Chile.

Partimos con polémica: por un mail que recibí horas antes del show, yo sabía que la cosa partía a las 18:30, pero los tickets decían “19:00 horas”. Ello redundó en que un grupo importante de personas se perdió la sorprendente actuación de los galos Phoenix (tan molestos quedaron, que hasta armaron un blog). Con actitud rockera y un set cargadito de hits, los chicos liderados por Thomas Mars (pareja de Sofia Coppola) se ganaron a la audiencia, la cual terminó apludiéndolos mientras el cantante amenazaba con lanzarse al público sobre el electrizante final de su set.

Lo de Dandy Warhols fue una pena. No era el momento ni el lugar ni el público para esas texturas delicadas y las guitarras intervenidas de Courtney Taylor-Taylor. La gente fue bastante paciente con su rock circa Rolling Stones del ‘72 y las pifias llegaron sólo sobre el final del show.

El rumor corrió fuerte: en Baires, por ser un gran festival, Cornell tocó sólo 80 minutos, pero para esta noche se anunciaban casi 3 horas de show…¿sería cierta tanta maravilla? ¿No se irá a pegar con sus discos solista? ¿Tocará ‘Fell on Black Days’?

21:15 horas: como buen frontman, el ego de Chris tiene un espacio importante y es el último en arribar al escenario tras una intro rockerísima de una banda de apoyo llena de cracks. ‘Let me Drown’ y ‘Outshined’ no nos dejan ni aclimatarnos e impactan con un sonido denso, pesado y brutal. Por si tenías alguna duda, la percusiva ‘Spoonman’ pone los pelos de punta, y si quieres hacer algo de headbanging, emerge de las tinieblas ‘Show me How to Live’, de los Audioslave. ¿Nostálgico? Entonces llora conmigo escuchando ‘Hunger Strike’ de los Temple of the Dog.

Era necesario sacar un poco el pie del acelerador y para eso, Cornell coloca en el camino ‘No Such Thing’ y ‘You Know My Name’ (del soundtrack de ‘Casino Royale’), dos muestras de su reciente historia solista. Pero sólo quería pillarme con la guardia baja para derretirme con los guitarrazos grunge de ‘Fell on Black Days’. Momento sublime.

Tras ‘What You Are’, la banda se retira y nos quedamos a solas con Chris Cornell. De polera blanca y pantalones oscuros, las líneas de su rostro acusan las más de cuatro décadas, pero su estampa se ve saludable gracias a una dieta a base de puro rock. Solo con su guitarra de palo, el cantante se manda un notable medley de versiones que incluye ‘I Put a Spell on You’ (Creedence), su muy particular ‘Billie Jean’ de Michael Jackson y ‘Thank You’, un saludo especial a los Zeppelin que se volvían a reunir esa noche. El bloque unplugged remató con ‘I Am the Highway’, la épica ‘Like a Stone’ y ‘Doesn’t Remind Me’, todas de Audioslave.

Con dotación completa otra vez, Cornell y su combo atacan con intención rockera: ‘Cochise’ les sale de lujo, y luego se vienen gemas imperdibles del Soundgarden más rockero, como ‘Ty Cobb’ y la clásica ‘Rusty Cage’. El cuerpo ya comienza a abandonarnos y se hacen sentir las casi dos horas de show; por lo mismo, el cantante opta por algunos midtempos como ‘Be Yourself’, ‘Out of Exile’ y ‘Arms Around Your Love’. Pero sólo sirven de precalentamiento para la inmortal ‘Black Hole Sun’ en una versión como para atesorar. La pesadísima ‘Jesus Christ Posse’ cierra el bloque y a estas alturas, todos los que están sobre el escenario tienen el torso desnudo y sudan sin parar. Puede ser por el calor infernal del lugar, pero prefiero pensar que es por la entrega poco habitual de una banda foránea sobre suelo nacional.

De vuelta a la cancha, empiezo a buscar en mi cabeza qué tema falta, ya que lo han tocado todo (y la encontré….¿qué paso con ‘Pretty Noose’??. Cornell resuelve la pregunta con ‘Can’t Change Me’ (el tema que abrió su carrera en solitario) y la soberbia ‘Burden in my Hand’, pero la sorpresa es total cuando se manda ‘Seasons’: yo tenía 15 años cuando compré el cassette con el soundtrack de la película ‘Singles’ sólo porque venían dos temas inéditos de Pearl Jam, y fue uno de los pocos álbumes que escuchaba de punta a punta. Partía con ‘Would’ de Alice in Chains y cerraba con ‘Drown’ de los Pumpkins. Qué bonitos recuerdos, sinceramente. Cómo me salvó la música en esos años de colegio…

Para el cierre, Cornell escoge terminar con rock más que pesado, y merodea por el stage como un depredador oliendo sangre. Suenan retazos de ‘In my Time of Dying’ de Led Zeppelin, ‘Slaves and Bulldozers’, y para terminar… qué mejor que ‘Whole Lotta Love’.

He visto shows generosos en su extensión; otros lo han sido en el repertorio escogido, e incluso algunos lo fueron en la entrega de sus protagonistas sobre el escenario. Pero muy pocos consiguieron aglutinar las tres variables. Quince años después de conocerlo, Chris Cornell me hace entender a punta de aullidos porqué es uno de los más grandes. Si Cobain y Staley sucumbieron a los espejismos de la fama, Cornell (y Vedder) no se dejarían atrapar tan fácil. Es un sobreviviente. Y lo gritó por tres horas una noche en Espacio Riesco.

Friday, December 14, 2007

Triple Pack

Desde el domingo 10 ya soy oficialmente un ñuñoíno. Eso implica que el caos se apoderó de mi vida durante algunas semanas, y recién estoy saliendo a flote. El punto es que, en medio de todos esos vientos de cambio, Santiago recibió un vendaval de grandes artistas y el tiempo no dio para reseñarlos en detalle. Al menos, hagamos un saludito a la bandera para que no pasen colados.

The Police (miércoles 05 de diciembre, Estadio Nacional)

En mi casa siempre hubo anticuerpos contra Sting: que el tono de voz, que el comunacho que vive en un castillo, que es más falso que billete de 3 lucas, etc. Pero a la hora de subirse a un escenario, no hay mucho que discutir: a sus 56 años el hombre luce con la vitalidad de un adolescente. Súmele a ese factor, el retorno de su memorable banda y estamos en presencia de una jornada histórica. Dicho y hecho.

Tras 24 años ausentes de escenarios, Copeland, Summers, y Sting no sólo hicieron dos horas de karaoke perfecto; fueron capaces de detener el tiempo y tocar sus instrumentos como si no fueran tipos cercanos a la edad legal de jubilación. De buen humor sobre el escenario, se regalaron sonrisas cómplices e hicieron tallas internas evidenciando el relajo de este tour.

Mientras Sting se paseó de punta a punta alardeando y coqueteando con su bajo vintage, Andy Summers lució apernado a la izquierda del stage con una capacidad de llenar los espacios que hace tiempo no veía en shows de rock. ¿Y Copeland? De cintillo, guantes blancos, y con anteojos de señor mayor, ya lucía llamativo. Pero entre esa mirada de poseído y su precisión para asestar golpes a su instrumento, el hombre se robaba las miradas. The Police son un verdadero circo de tres pistas, tres tipos hambrientos por la atención de la gente, y peleando por ella. Siempre tensos, siempre competitivos. Siempre creativos. Es su esencia.

Momento Clave: Imposible escoger uno; basta con mencionar la secuencia final de canciones: Roxanne / King of Pain / So Lonely / Every Breath You Take ….¿me explico?

Snoop Dogg (sábado 08 de diciembre, Pista Atlética Estadio Nacional)

Viendo sus clips, y leyendo sobre su vida privada, era muy fácil pronosticar un partido de alto riesgo para este show. Y lo fue: vi lanzazos, venta de sobrecitos misteriosos, y hubo hasta un par de disparos al aire. Nota aparte para el populismo barato de Zaturno que le regaló la excusa al flaitismo para que se pasaran de cancha normal a preferencial, provocando el desastre. Y todavía ni había empezado Snoop.

B Real calentó el ambiente sólo cuando hizo temas de Cypress Hill, aunque se veía bastante estático y pasado de peso. Sólo a las 22:40 horas apareció el hombre fuerte de la noche, y con una grata sorpresa: una generosa banda para interpretar sus éxitos como corresponde. ‘Murder was the Case’ abrió los fuegos, dejando en evidencia todo lo que representa el Doggfather: miedo, respeto, autoridad, turbiedad, mafia. Un verdadero Don.

The Shizny’ y ‘P.I.M.P’ sigueron calentando al público hasta que llegó ‘Vato’ con B Real y Snoop en una reunión impensable en Santiago de Chile. La seguidilla de hits no se detuvo más: ‘Gin and Juice’ enloqueció a los fans clásicos, y la pegó con una estrofa de la fundacional ‘Nothin’ But a ‘G’ Thang’. También se dio tiempo para homenajear a 2 Pac.

El tema que yo esperaba era ‘Beatiful’ y le salió de lujo, pero el peak de la noche llegó con ‘Next Episode’ esa colaboración histórica con Dr. Dre. Si bien había muchos sonidos sampleados, la presencia de instrumentos en vivo más 2 MC’s de apoyo resultó sólida. De buzo y polera de fútbol americano, el largo moreno se lució rimando e improvisando, sorprendido ante el tamaño y la energía de la audiencia.

Su ‘F.U.’ a dueto con Akon fue un hallazgo, pero el hombre tenía guardadas las verdaderas balas para el final: hizo una impecable versión de ‘Jump Around’ de House of Pain, y cerró con ‘Drop it Like it’s Hot’ y una espectacular ‘What’s my Name’. ¿Mezquino? Eso dijeron algunos a juzgar por los 75 minutos en escena, o la ausencia de temas como ‘Aint No Fun’ o ‘Signs’. No lo creo: Snoop Dogg dio un sample de porqué es hoy uno de los más grandes MC’s vivos. (y además, porque jamás me atrevería a contradecirlo). Otro día les cuento la historia de las minas del Passapoga y su iPhone robado. Si aparecen fotos comprometedoras de Snoop en la red, ya saben en qué pais le flaitearon el teléfono.

Momento Clave: Snoop parado inmóvil por largos minutos sobre el escenario, como diciendo que su sola presencia es sinónimo de show. Tiene razón.

Andrés Calamaro (domingo 09 de diciembre, Espacio Riesco)

Tal como hay días que uno derechamente no se debería levantar, hay conciertos a los que uno no debería haber ido. Lamentable, pero este fue el caso. Desde mi ingreso al nefasto Espacio Riesco la cosa pintó mal. Unos orangutanes que había por guardias nos cortaron el paso y quedamos en la orilla izquierda de ese horrible galpón. Desde ahí se escuchaba fatal.

Si yo hubiera pagado por este recital, me habría ido indignado. La tontera insistente de poner sillas en un show de rock (Bjork, Coldplay) provocó que los de las primeras filas permanecieran subidos a sus asientos durante al menos tres temas, tapando completamente a las filas siguientes. El audio sonó saturado y con escasa definición, perdiendo toda chance de escuchar los detalles de las capas de guitarras de la abundante banda de acompañamiento del ‘Salmón’.

Sobre el escenario, Calamaro se centró en su historia actual, dejando en segundo plano su magnífico cancionero de décadas previas. ¿Quién puede culparlo? Su resurrección es una de las más sobreexpuestas del rock en español en años, por lo que parece tener ojos sólo para su presente. Eso llevó a que tocara sólo un par de frikeríos de Los Rodríguez (“A Los Ojos" y "Canal 69"), su proyecto más popular en estas latitudes. Ni hablar de Los Abuelos de la Nada….

Qué ganas de haber visto este show en un Arena Santiago SIN SILLAS o incluso un Caupolicán un poco más caro. El artista se lo merecía. ¿Habrá que esperar otros diez años? Ojalá que no.

Momento Clave: Era inevitable: ‘Loco’ y ‘Flaca’ se comieron con zapatos al resto del set y confirmaron su lugar privilegiado dentro del cancionero en español. Gloriosas, a pesar de todo.

Thursday, December 06, 2007

El Turista

Beck es un hijo de su tiempo. El artista correcto en el momento correcto. Un 1993 donde la ironía era moneda de cambio y casi siempre ‘No’ significaba ‘Sí’, y viceversa. No había necesidad de decirlo pero todos entendíamos que su ‘spanglish’ y las citas a la música charra eran gemas de un sarcasmo generacional creciente.

Mr. Hansen hizo de la mixtura su arma más mortífera. Beck no hace un estilo: los hace todos, hace de Beck. Fue un songwriter lo-fi en ‘Mellow Gold’; el cuarto Beastie Boy en ‘Odelay’; el James Brown más blanco en ‘Midnite Vultures’, o un Bob Dylan deforme en ‘Sea Change'.

Con esa carga de camaleón ‘adelantado’, el rubio arribó a su primer show en Santiago, su segunda vez en Sudamérica. Aquella primera ocasión, el disco a promover era ‘Midnite Vultures’, lo cual se tradujo en un show hiperactivo, desatado, y lleno de guiños al funk de los ’70. Pero esta vez, la última postal musical es ‘The Information’, disco disparejo que devela sus trucos a fuego lento.

Con el antecedente de un show mal criticado en su paso por Baires, el ‘Loserboy’ se paró a las 20:55 en el Estadio Nacional. Su look alertó por el parecido asombroso con Kurt Cobain (o Thurston Moore, dijeron otros): largo pelo rubio, lentes vintage, polera y camisa blancas, jeans gastados, y esa expresión perdida (además de una mandíbula preocupantemente dura y desencajada) que ya es su marca de fábrica.

Devil’s Haircut’ avisó primero y permitió calibrar roles entre su banda de apoyo. Obviamente Nigel Godrich acaparó miradas por su rol de productor estrella, pero no sólo eso: además se calzó los teclados, la melódica y el pandero, y fue lejos el más entusiasta junto con el bajista Justin Meldal-Johnsen (¿Pancho Puelma?), compañero de aventuras de Beck hace largo tiempo. Una segunda guitarra y un batero funcionales completaban la imagen.

Black Tambourine’ y ‘Think I’m in Love’ dejaron en claro que Beck no venía a tocar sólo hits viejos (co-mo o-tros), sino a demostrar que es un artista que sigue haciendo discos relevantes, aunque no todos estemos de acuerdo con eso. Al menos, sobre el escenario comenzó a tomar más riesgos en términos de disonancia.

El primer delirio llegó con ‘The New Pollution’, una gema imperdible de ‘Odelay’ que en el Nacional se llevó la primera ovación. A mí casi se me asomó una lágrima cuando escuché ‘Fuckin’ with my Head’, temazo del ‘Mellow Gold’ que hizo un guiño a su primera época. Tras agradecer y anunciar un pronto regreso, vino el momento de los lentos. ‘Sunday Sun’ y ‘Paper Tiger’ le dieron paso a otra cumbre del show con ‘Lost Cause’, esa dolorosa letanía aparecida en ‘Sea Change’. La última balada que tocó tenía un mood bien espacial, pero no sé cómo se llama. Help!

Llegó el momento para agotar los cartuchos más célebres y ‘Where it’s At’ no se hizo esperar. Estático durante todo el show, por primera vez Beck lanzó algunos pasos de baile y se jugó por rapear unas cuantas frases. Le siguió pegadita la espléndida ‘Nausea’, un tema que no destiñe frente a los grandes clásicos del rucio. La misma suerte corre para ‘Girl’, ese temita que empieza como un videojuego y luego se convierte en una de las escenas más rockeras de la noche.

Al cambiar de guitarra, Beck ensayó como le salía el slide y el público adivinó que lo que venía era un momento largamente esperado en Chile. ‘Loser’ atronó por los cuatro costados en una versión deslavada y cruda que fue odiada por algunos, pero a mí me gustó precisamente por eso: me dio la sensación de que mantenía el espíritu slacker de la versión original. Para el cierre, el hombre se fue en alto con la muy movida ‘E-Pro’. Una pena que haya obviado por completo el ‘Midnite Vultures’, eso sí.

No es raro que se vea a Beck como un artista poco comprometido. Es su mayor fortaleza y debilidad, sobre todo para quienes señalan con el dedo su displicencia sobre el escenario. Como un turista que pasea por calles y monumentos por primera vez y se impresiona con lo que sea, Beck ha hecho lo propio con la música: observa con distancia y toma los ingredientes que le puedan servir para sus platos, sin involucrarse nunca del todo con ellos.

Su mirada siempre viene desde el exterior y eso tambien se observa en sus conciertos, donde parece vivir desde afuera lo que ocurre sobre el escenario, acaso maravillado o decepcionado de su propia performance. Apreciando las cosas siempre como si fuera la primera vez que le ocurren, y sin derramar jamás demasiada sangre. Porque turista que huye, siempre podrá visitar otros paisajes.

Tuesday, December 04, 2007

Puros Clásicos

Siempre mi primer amor fue la música. Pero el cine le siguió todo el tiempo de cerquita. He estado tratando de recuperar terreno con todos los grandes clásicos que no he visto (que son demasiados…aaargh!!), y por lo mismo, de verdad creo que tenía que postear esto como una recomendación ultra importante.

El canal TCM (canal 52 en VTR), el mismo que todos se saltan porque da puras pelis del año del loly, tiene una oferta imperdible durante diciembre: "Las 50 Películas que Debes ver antes de Morir".

Cada uno escogerá sus favoritos: algunos odian los musicales y otros no toleran el ritmo ralentado de los filmes más antiguos. Pero para mí al menos es increíble armar la línea de tiempo y ver películas que influyeron a las que más tarde se transformarían en mis favoritas. Aquí dejo la lista. Todos los días, desde las 22 horas.

¿Cuál es tu preferida de estas? ¿Cuál faltará?

Sábado 1: "El Motín del Caine", "Nido de Ratas".
Domingo 2: "El Mago de Oz", "Arsénico y Encaje antiguo".
Lunes 3: "Cantando Bajo la Lluvia", "El Graduado".
Martes 4: "Ben-Hur", "El día que Paralizaron la Tierra".
Miércoles 5: "Semilla de Maldad", "Amor sin Barreras".
Jueves 6: "Psicosis", "Busco mi Destino".
Viernes 7: "Superman", "Pelotón".
Sábado 8: "Lo que el Viento se Llevó", "La Adorable Revoltosa".
Domingo 9: "E.T.", "Rocky".

Lunes 10: "De Aquí a la Eternidad", "La Maestra Milagrosa".
Martes 11: "Anatomía de un Asesinato", "La Naranja Mecánica".
Miércoles 12: "Adivina Quién viene a Cenar", "¿Quién le Teme a Virginia Woolf?".
Jueves 13: "El Ciudadano Kane", "Al Este del Paraíso".
Viernes 14: "Vértigo", "Manhattan".
Sábado 15: "Lawrence de Arabia", "King Kong".
Domingo 16: "El Puente sobre el Río Kwai", "Taxi Driver".

Lunes 17: "Caballero sin Espada", "Intriga Internacional".
Martes 18: "Las Uvas de la Ira","Kramer vs. Kramer".
Miércoles 19: "Más Corazón que Odio", "Expreso de Medianoche".
Jueves 20: "El Halcón Maltés", "Bonnie y Clyde".
Viernes 21: "Operación Dragón", "Río Bravo".
Sábado 22: "Los Profesionales", "El Gran Sueño".
Domingo 23: "Tiburón", "2001: Odisea del Espacio".
Lunes 24: "Historias de Filadelfia", "Sinfonía en París".
Martes 25: "Casablanca", "La Gata sobre el Tejado Caliente.

Siempre se Van de a Tres

Ha sido un año particularmente árido en bajas para el rock y la música en general. Parece que los viejitos se están cuidando más y los jóvenes están midiendo mejor sus dosis ilegales. Sin embargo, en apenas una semana volvió a repetirse la vieja máxima musical que señala que siempre se van de a tres. Aquí, un humilde tributo a los caídos.

Kevin DuBrow (Quiet Riot)

Quiet Riot, los metaleros que llegaron a lo más alto del mainstream se quedaron sin su aullido característico. El 25 de noviembre, Kevin DuBrow, su vocalista histórico, fue encontrado sin vida en su hogar de Las Vegas. Es fácil leer al grupo como un ‘one hit wonder’: su momento de gloria se remite a 1983, año en que alcanzaron el Top 5 del Billboard con ‘Cum on Feel the Noize’, una versión del tema original de Slade.

El fenómeno del grupo en los medios masivos pavimentó el éxito posterior de bandas como Def Leppard y Motley Crue en públicos más populares. La banda se separó en tres ocasiones desde sus inicios con el legendario Randy Rhoads, e infinidad de músicos pasaron por su alineación. Una de esas reencarnaciones del grupo incluso llegó a Chile el 04 de mayo del 2006 y se presentó en la ex - Oz. La data de muerte de Du Brow era de seis días. Aún no salen a la luz pública las causas de su deceso, aunque dicen que el hombre no tenía adicciones conocidas.

Casey Calvert (Hawthorne Heights)

Sorprende cuando los músicos se mueren tan jóvenes y más aún si es en circunstancias no aclaradas. Con apenas dos discos, Hawthorne Heights se ubicaban cómodamente entre los bandas de avanzada del screamo, vertiente más extrema del emo. Una versión más creíble e íntegra de lo que tratan de vender The Used o My Chemical Romance.

Con apenas 25 años, Casey Calvert, el guitarrista del grupo, se durmió en el bus de la gira tras el primer show de un nuevo tour por EE.UU. No despertaría más. Versiones de la revista Billboard dicen que tras usar un inhalador para el asma, sufrió una embolia pulmonar. El emo tiene motivos para ponerse sensible esta vez.

Daniel ‘Pato’ Zamora (Los Rodríguez)

Su amigo íntimo, Andrés Calamaro, dio el primer aviso en su blog: Daniel ‘Pato’ Zamora, hombre burlón, cómplice de fechorías y bajista de Los Rodríguez se quitó la vida el pasado jueves 29 de noviembre en su casa de Girona. Hace un tiempo que peleaba contra un rudo cáncer. Tenía 42 años.

‘Pato’, como le llamaban, integró el proyecto que comandaron Andrés Calamaro y Ariel Rot durante el auto-exilio del trasandino en España. Hicieron juntos cuatro álbumes, dejando hits inolvidables como ‘Dulce Condena’, ‘Para No Olvidar’, ‘Mucho Mejor’ y claro, ‘Sin Documentos’.

Tras la veloz disolución de Los Rodríguez, Zamora quedó a la deriva y trabajó esporádicamente con músicos como Andy Chango y el mismo Ariel Rot. También dio rienda suelta a su gusto por la escritura hasta que la enfermedad apareció en su vida. Es el segundo integrante de Los Rodriguez que nos deja tras la partida del guitarra Julián Infante en el 2000 a causa del SIDA.