felipe arratia

Friday, February 29, 2008

Monos con Navaja

Lo que pueda salir mal, saldrá peor. Donde hay dinero, hay un idiota con un ‘plan maestro’. Donde hay ambición, hay un inexperto jugando a ser Dios. Joel y Ethan Coen tienen una profunda desconfianza por la raza humana: para el binomio, nuestra condición nos relega y limita a ser egoístas, celosos, envidiosos y en particular, estúpidos. De hecho, pocos han plasmado tan nítidamente en pantalla la estupidez humana.

Vi ‘Educando a Arizona’ (Nicholas Cage, Holly Hunter) en el colegio. Un gran profe de Castellano nos la mostró para ejemplificar que las cosas nunca son lo que parecen y que, en una comedia física y llena de momentos graciosos, se puede esconder una feroz sátira social llena de amargura. Fue el primer aviso. En ese tiempo, el único cineasta que yo “seguía” era Quentin Tarantino, por lo que no tenía conciencia de los Coen como autores.

Con ‘Fargo’ (William Macy, Frances Mc Dormand) fue que despertó la bestia. La vi en un frío sábado en el olvidado Cine Arte Tobalaba, motivado por sus múltiples nomincaciones al Oscar. La historia del pobre diablo que simula el secuestro de su mujer para cobrar el rescate está plagada de momentos patéticos y confirma un patrón común: un hombre quiere alterar su gris destino, y tiene una idea, pero la lleva a cabo pésimamente mal. Temprano me daría cuenta de que a los Coen, ya encumbrados como focos de creatividad, cuesta seguirles la pista: en su camaleónica filmografía hay film noir, drama, aventuras, comedia, y a veces, todas las anteriores.

Fargo’ me forzó a revisar el catálogo de los Coen. Y así llegué a la bizarra Barton Fink (John Turturro, John Goodman). No los engañaré: cuando la película terminó, mi cara no sabía que expresar. Al verla más veces, me fui percatando de cuánto demandan estos tipos de quienes experimentan su cine: la experiencia final es la película que te muestran, pero mezclada con la que tú interpretas a partir de esas imágenes y trama deliberadamente incompletas. Nota aparte para el inolvidable final de la película, con esa mujer en la playa, metáfora de la inspiración perdida.

El Gran Salto’ (Tim Robbins, Paul Newman) debe ser una de mis películas favoritas de los Coen. La narración de auge y caída del empleado que se convierte en rey del ‘hula – hula’ me parece brillante por la cantidad de capas que se esconden bajo ese detallista montaje estilísitico. Pero con “El Gran Lebowski” (Jeff Bridges, John Goodman)subió la apuesta: sólo los Coen podían hacer dos filmes TAN diferentes a partir de una premisa idéntica (con respecto a ‘Fargo’). El personaje de ‘El Dude’ se convertiría en mito.

De ahí para adelante, la sustancia de los Coen sufrió un estancamiento. ‘Oh Brother, Where Art Thou’ (George Clooney, John Turturro), su versión libre de ‘La Odisea’, era pura inventiva visual más un soundtrack asombroso. Pero nada más. Quizás ‘Intolerable Cruelty’ (George Clooney, Catherine Zeta-Jones) sea su punto más bajo, con un guión flojo y un George Clooney odioso y poco creíble.

Los hermanos retomaron su gusto por el film noir con la estilizada ‘The Man Who Wasn’t There’ (Billy Bob Thornton, Michael Badalucco), un ejercicio de estilo magníficamente fotografiado, y con la púber presencia de una Scarlett Johansson que parecía la reencarnación de ‘Lolita’. Pensamos que un tropezón no es caída, pero el remake de ‘The Ladykillers’ (Tom Hanks, Marlon Wayans) cuestionó gravemente nuestra fe en Ethan y Joel. El filme encabezado por Tom Hanks es una fallida comedia de equivocaciones con un Hanks sobreactuado y nada gracioso.

Hasta que llegó ‘No Country for Old Men’ (Josh Brolin, Javier Bardem) a poner las cosas en orden y hacer justicia por una trayectoria tan irregular como única. El filme basado en la novela de Cormac Mc Carthy opera como síntesis perfecta de su mirada: una historia movida por la ambición, poblada de personajes comunes expuestos a situaciones a extraordinarias y con una dosis contundente y frontal de violencia.

Si alguien tenía que quitarle el Oscar a Paul Thomas Anderson, qué bueno que hayan sido Ethan y Joel Coen. Monosilábicos, apáticos y taciturnos en persona, su cine es la vida sin ediciones. Sin confianza en las personas, sólo se tienen el uno al otro. En realidad, los hermanos Coen son uno solo.

Wednesday, February 27, 2008

Smell Like Teen Spirit

Las tres niñas a mi lado visten corsets que envidiaría Morticia Adams: lloran sin parar, gritan como cerdos en un matadero, se agarran los pelos, y se azotan contra una reja de contención en un ejercicio que mezcla masoquismo con histeria. Durante 85 minutos hacen las cuatro cosas al mismo tiempo. No están solas: otras 9 mil clones de Emily the Strange en el lugar no distan demasiado de esa escena.

El ruido sordo hace que la escena sea surrealista: sobre el escenario, una banda trata de interpretar sus canciones; abajo, los que queremos escuchar no lo logramos. El griterío de la fanaticada es tan agudo que un perro en Peumo podría escucharlo. Bienvenidos a My Chemical Romance.

Traídos a Chile por una productora novata, la banda de Gerard Way llegó en el peak de su popularidad (deben ser la banda anglo con más fan clubs en Chile hoy en día), pero a la luz de los problemas de producción y seguridad, eso parece que lo sabíamos sólo los que estuvimos el domingo 24 en Arena Santiago.

Recién llegados, los de New Jersey fueron recibidos por una horda de locas peligrosas que derechamente derribaron al suelo a Gerard Way y otros de la banda. Por lo que se supo, hasta el responsable de seguridad del aeropuerto hizo entrar a su hija a policía internacional….

Más tarde, las cosas no mejoraron: en una situación inédita en los últimos 15 años, la banda fue hospedada en el Crowne Plaza, hotel de categoría menor. Desde tiempos inmemoriales, las bandas con este nivel se quedan en el Hyatt o el Sheraton. 600 freaks de negro esperaban afuera a que cualquiera de sus ídolos se asomara, azotando cualquier auto que apareciera por el estacionamiento. No ocurrió, pero lo que sí pasó fue que la conferencia del sábado se convirtió en un lugar más tenso que Bagdad. El jefe de seguridad de la banda se vio obligado a actuar como un energúmeno ante la presencia de teens ganadoras de ‘concursos coordinados con la producción’. Mal. Tropical.

Finalmente, y sólo con la gente incluída en un listado previo (como debe ser), se inició la conferencia. Lo primero fue notar la ausencia del guitarrista Frank Iero. Y lo segundo, fue captar el mood de la situación. Al pedirle al grupo que se pusiera de pie para las fotos de rigor, Gerard Way dijo “No, no podemos”…

Sin embargo, y contra todos los pronósticos, el grupo tuvo respuestas interesantes para consultas ídem. Hablaron de internet, de sus fans adolescentes, de comics y otros temas. No pude quedarme mucho rato, porque era momento de preparar todo para la nota exclusiva. A solas, Bob Bryar (batería) y Mikey Way (bajo) resultaron ser muy buenos entrevistados, y con gran disposición para hablar de música y de las envidias que despiertan al haber trascendido largamente la escena del emo. Eso sí, sostuvieron seguir teniendo amigos músicos, como las bandas Taking Back Sunday y Thrice.

Las graves fallas de seguridad del día anterior tuvieron consecuencias: la banda se cambió en la noche al hotel Intercontinental, y la peor parte: la cancelación de los Meet and Greet, dejando en una situación aún más suicida a varias fans que creían que vivirían el día más feliz de su vida.

La banda apareció con puntualidad. Uno por uno, aparecieron dejando para el final a Gerard, quien lucía unos jeans pitillos, chaqueta de mezclilla, y varios kilos de más. Su interacción principal fue con su hermano Mikey, que salió con polera blanca con un estampado de su cara, que parecía hecha por un fan. ‘This Is How I Disappear’ y ‘Dead!’ dieron la partida y marcaron la tendencia de la noche: un show centrado en el exitoso álbum ‘Black Parade’ y el inusitado protagonismo del chascón guitarrista Ray Toro.

Con ‘I`m Not OK (I promise)’, la banda brindó una postal de su sonido en vivo: un hardcore mucho más sucio e intenso de lo que deja ver su preciosista sonido en estudio. Con el correr de la música, quedó en evidencia el pito en el oído que me acompaña hasta hoy, y el escaso interés de Gerard Way por entregar matices con su voz: lo del frontman es pura expresión: salta, grita, pone caras feas, se tira al suelo y sufre junto a sus fans. 100% emo.

Para mí, las mejores postales de la noche estuvieron obviamente en ese temón que es ‘Welcome to the Black Parade’, pero particularmente en la dupleta de ‘I Don´t Love You’ y ‘Teenagers’. Ahí esta la esencia de su sonido, en la bipolaridad. Una es dramática y oscura, y la otra, es juguetona y sexy. Para el final, la banda hizo un bis corto que incluyó la unpluggedDesert Song’, y un cierre épico con ‘Helena’.

Mientras salgo del Arena rodeado por teens sudorosas, escucho varias voces púberes que gritan que es el mejor concierto de su vida. My Chemical Romance podrán ser desprolijos en vivo, pero han leído como pocos la angustia juvenil de estos tiempos, y sólo se preocuparon de ponerle música. 'Sign of the Times', decía Prince.

Wednesday, February 20, 2008

Dios es una Superstición

Salir aturdido del cine no pasa todos los días. Por eso, mientras dura hay que disfrutarlo. Eso es lo que viví con ‘There Will Be Blood’, la joya cinematográfica del año. Esta es la película que pondrá definitivamente en los libros de historia a Paul Thomas Anderson, el mejor narrador de historias de su generación, y nuevamente a Daniel Day Lewis, el único actor capaz de crear a un monstruo tan astuto, codicioso, mezquino y maquiavélico como Daniel Plainview. ‘There Will Be Blood’, la épica ambientada en el auge petrolero de comienzos del siglo XX, es una película mayor, un clásico instantáneo.

Daniel Plainview no es un personaje; es una persona. Y eso hace que todo sea aún más terrorífico. Recién en la mitad de los 160 minutos de metraje lo vemos desenmascarado. Antes, él se plantea en reuniones de negocios como un hombre franco, un ‘oilman’ que habla sin rodeos y va directo al grano. Pero en toda ambición material, y por consecuencia, en el sistema capitalista, unos tienen que aplastar a otros. Daniel reconoce odiar a los seres humanos, y tener la capacidad para percibir lo peor de sus semejantes. Además, afirma sentirse todo el tiempo en medio de una competencia.

El filme trata de muchas cosas, aunque su director se desmarque y sostenga que sólo buscó hacer una gran película de acción en la tradición de viejos clásicos como “El Tesoro de Sierra Madre” de John Huston. La búsqueda de petróleo de Daniel y su amoral explotación a cualquier precio son la columna vertebral de un filme que puede ser sobre Irak, pero también sobre el deseo de trascendencia de alguien que estaba condenado a ser uno más del montón como todos nosotros.

Daniel no es un villano de cartón tipo “saga-de-James-Bond”: su perforación a lo más profundo de la tierra es también una excavación al interior de sí mismo. Su desprecio por la raza humana se agudiza con la aparición de Henry Plainview, quien encarna su genuina (y fallida) esperanza por formar parte de algo, y en lo posible, una familia.

La aparición del pastor Eli Cash (Paul Dano, el péndex mudo de “Little Miss Sunshine”) será el contrapunto para las intenciones mundanas de Daniel. Eli vende ilusiones espirituales en envase de sermones religiosos, pero también lo vemos exigiendo dinero para la iglesia y recriminando a su padre por vender sus tierras a un precio ridículo. Viendo las reales intenciones de Eli y Daniel notamos que no sólo estamos rodeados de mentirosos, sino que nosotros somos cómplices al dejar que los charlatanes entren en nuestras vidas y nos mientan.

Daniel no está solo: H.W. es el hijo que le da sentido a su ambición ilimitada, la prolongación de su ‘obra’. Pero el vínculo es utilitario: H.W. no tiene a nadie en el mundo, y Daniel necesita una pantalla que lo haga ver más humano ante sí mismo y los demás. El destino de H.W. será la cruz, la gota que rebalsa el vaso para que Daniel abandone cualquier vestigio de empatía.

Todo lo anterior no nos prepara para los últimos 20 minutos del filme, donde la inhumanidad de Daniel cobra dimensiones de epopeya, donde se encontrará de frente con las consecuencias de las opciones que tomó. Y una frase, una entre muchas sobresalientes, nos queda dando vueltas: “Soy un falso profeta, y Dios es una superstición.”

Tuesday, February 19, 2008

Maharishi Mahesh Yogi (1917-2008)

Es alucinante ver cómo cada minúsculo o enorme personaje ligado a los Beatles entra muy rápido al Salón de la Fama de la Cultura Pop. Uno de los primeros obituarios de este blog fue el del quinto Beatle, Billy Preston. Pero son muchos los protagonistas del universo beatle que nos han ido dejando, partiendo por Stu Sutcliffe y Brian Epstein, hasta llegar al trágico fin del road manager Mal Evans o a la mujer de Paul, Linda McCartney.

Hace algunos días fue el turno del Maharishi Mahesh Yogi, el guía espiritual que introdujo al fab four en el mundo de la meditación trascendental, fruto del interés de los británicos por un paradigma más allá de la lógica occidental. Todo comenzó con unos seminarios a los que fue la esposa de George Harrison, Patti; el beatle callado había desarrollado su propio interés en la cultura hindú aprendiendo a tocar la cítara en la India junto al mismísimo Raví Shankar.

Tras realizar una conferencia a la que asistieron los Beatles, el Maharishi los invitó a Bangor, India para un retiro espiritual. Los de Liverpool aceptaron gustosos. La estadía en Bangor fue largamente publicitada y sirvió de introducción al mundo para todo el tema de la meditación trascendental; mientras los Beatles estaban allá, supieron de la muerte de su manager Brian Epstein, un suceso que, para muchos, precipitó el fin.

La banda volvería a encontrarse con el Maharishi en Rishikesh, India en febrero de 1968 (hace exactos 40 años!!) y llegaron aclanados: los acompañaban amigos como el cantautor Donovan, el Beach Boy, Mike Love y la recién separada Mia Farrow junto a su hermana Prudence.

Los días pasaban entre sesiones de meditación, dietas a base de productos vegetarianos y momentos a solas con la naturaleza. De esas extensas jornadas de retiro personal nacieron canciones que los Beatles trabajaron individualmente (método que reemplazaría casi del todo a la creación colectiva), como ‘Mother Nature’s Son’, ‘I Will’, ‘Revolution’ y ‘Dear Prudence’, dedicada obviamente a la tímida hermana de la actriz. Todas irían a parar al Album Blanco, esa joya que este año cumple 40 y en donde ningún beatle dio su brazo a torcer en pos de una edición más rigurosa. Gracias a Dios.

Si bien la meditación alejó temporalmente a John de su adicción a las drogas, a Ringo y su esposa Maureen no les gustó la alimentación y los mosquitos, por lo que se fueron al poco tiempo; Paul y su chica de entonces, Jane Asher, también dejaron el lugar tras poco más de dos meses. Sólo quedaban John y el siempre espiritual George; John había invitado a su amigo, el charlatán “Magic Alex” al retiro, y este último se puso muy envidioso al notar la atención que Lennon entregaba al Maharishi. Ahí nació la controversia.

La versión que manejaron los Beatles siempre fue la que entregó el cuestionado Magic Alex, quien les dijo que el Maharishi se había tratado de propasar con Prudence. Nunca se pudo comprobar nada, pero ello desencadenó el retiro de John y George del retiro y una frase para el bronce: “Porqué se van?” dijo el guía. “Si eres tan cósmico, lo sabrás”, dijo John. Así nació “Sexy Sadie”, una típica canción agresiva “a la Lennon”, en referencia a su desengaño con el supuesto hombre espiritual.

Los Beatles no volvieron a reunirse con el Maharishi, pero esos encuentros le permitieron al mundo occidental conocer una búsqueda de sentido que nunca antes había tenido tal plataforma de exposición. Sólo George y en menor medida John volvieron a canalizar en sus creaciones las enseñanzas de la meditación trascendental. El Maharishi sólo tuvo esos 15 minutos de fama, pero los aprovechó para difundir su mensaje y construir sitios donde se enseñaran los métodos de la meditación.

Retirado en Holanda hace un año, el Maharishi Mahesh Yogi murió de causas naturales a los 91 años el 05 de febrero pasado. Durante un año se había preparado en silencio para ese momento estudiando los textos que inspiraron la enseñanaza que inclulcó a la banda más trascendental de todos los tiempos.

Monday, February 18, 2008

Todas las Familias son Sicóticas

Margot se ve a sí misma como la medida de todas las cosas. El mundo empieza y termina en ella. Es casada y tiene hijos, pero son sólo satélites que circundan su universo histérico plagado de profundas carencias que jamás se atrevería a reconocer.

Pauline, en cambio, va por su segundo matrimonio, y posee un problema de autoestima, herencia de su hermana dominante y un padre abusivo. Se va a casar con un perdedor y lo sabe, pero con él se siente única, importante, especial.

Ambas dicen ser las mejores amigas, pero no se han hablado en años. Y con razón: no pueden evitar anularse mutuamente; no pueden evitar que al estar juntas surja lo peor de ambas.

Margot at the Wedding” es la nueva película de Noah Baumbach, socio del enorme Wes Anderson y responsable por la autobiográfica ‘The Squid and the Whale’ (Jeff DanielsLaura Linney), crónica del duro divorcio de sus padres. Baumbach es hijo de intelectuales residentes en el pituco Upper West Side de Manhattan, por lo que en sus filmes suele resaltarse la distancia entre altura intelectual y capacidad de amar. Sus personajes pueden ser brillantes, pero afectivamente son inválidos.

La evidencia de lo anterior se presenta ante la simpleza de la mirada infantil. Claude, el hijo de la exitosa escritora Margot Zeller (Nicole Kidman) es quien la acompaña a la boda de su hermana Pauline (Jennifer Jason Leigh) con Malcolm (Jack Black), un artista sin empleo cuya mayor dedicación es escribir cartas a diarios.

Claude hace preguntas porque no entiende situaciones. Y no es porque sea chico de edad: es porque su entorno es absurdo, lleno de contradicciones, donde todos escuchan lo que quieren escuchar. Margot trajo a Claude y no a su marido a la boda no sólo porque ya no se sienta su pareja: su verdadera pareja es Claude, con quien ella se siente validada, necesaria. Además ambos están en momentos parecidos de sus vidas: él, comenzando su vida como hombre y perdiendo el interés en su hogar y ella, separándose y volviendo a mirarse como un ente individual. Como dice el propio Bambauch, “hay una conexión increíblemente poderosa entre Margot y Claude, de la cual Margot a veces abusa. Creo que Margot es tan compleja con sus emociones que no las entiende, por lo que no es capaz de controlarlas”.

Margot no tiene filtro. Es muy crítica con todos los que la rodean, pero también con sí misma. O como dice el director, “es destructiva y frágil por partes iguales”. Sin buscarlo, ella desencadenará el conflicto en la historia. Su regreso a la vida de Pauline es la evidencia de lo difícil que es vivir con y sin la familia. Todo eso, con ‘That’s all for Everyone’ de Fleetwood Mac de fondo.

El gigantesco árbol que sigue adornando la casa paternal de las hermanas es el testigo de un pasado que siempre regresa. Sus raíces podridas que las tienen enemistadas con los vecinos son las mismas de un vínculo que está lleno de rencores y que, sin embargo, ellas aún no quieren cortar de cuajo. Como le dice Pauline a Margot, “es difícil encontrar gente en el mundo a la que ames más que a tu familia”. No es cierto, pero ellas quieren creer que sí.

Wednesday, February 06, 2008

¿Alguien dijo Fantasía?

Elise y Electra son gemelas. Son bellas y latinas. Son las sobrinas del ultra célebre director Robert Rodríguez. Y, por supuesto, son las Crazy Babysitter Twins, notables personajes que el realizador cuate integró en su última locura, Planet Terror.

En rigor, son las hijas del hermano de Elizabeth Avellán, la esposa de Rodríguez durante 16 años hasta que se divorciaron, luego de que Robert Rodríguez le fuera infiel con la actriz Rose Mc Gowan, la enigmática ex de Marilyn Manson.

Pero bueno....volvamos a las gemelas.....Nacidas en Venezuela y radicadas en Texas, Elise Y Electra le rogaron por mucho tiempo a su tío hasta que las metió en una película. El las había encontrado muy grandes para Spy Kids, y muy chicas para Sin City. Eso, hasta que llegó el proyecto Grindhouse, dos películas de género que se proyectaban como una sola. Planet Terror de Rodríguez y Death Proof, de Quentin Tarantino (en la que también hacen un cameo). El momento había llegado.

Estas fotos ilustran una edición del 2007 de la revista Maxim en Español.

Desde acá no puedo sino desearles mucha suerte. Pero veo que ya la tienen.

Friday, February 01, 2008

Punto sin Retorno

Su obituario está listo. Algunos medios ya están hartos de tener que sacar noticias suyas todos los días; otros, incluso tienen una sección especial dedicada a informar de sus últimas acciones. El caso Britney Spears está completamente fuera de control: se informa que ella ha generado el Síndrome de Estocolmo con los paparazzis que jamás la dejan sola; de hecho, en lugar de escapar de ellos, usar vidrios polarizados o montar operativos de seguridad para no ser vista, ella juguetea con los medios: invita a un paparazzi a pasar la noche con ella, posa para las fotos que le piden y hasta cuando se queda en pana, le pide a alguno que la lleve.

En apenas dos años, Britney Spears pasó de ser una celebridad con uno que otro pecadillo o exceso a una loca de patio, una bomba de tiempo a segundos de explotar. Aquí no hay estudiadas estrategias comunicacionales, sino todo lo contrario: en estos meses, la diva de Kentwood se ha encargado de pulverizar la imagen virginal, luego sexy, luego diva que construyó a punta de hits planetarios.

Los paparazzi que la persiguen relatan surreales viajes de Britney a Las Vegas, en los que a mitad de camino se devuelve a su casa sin motivo aparente; o que su salida habitual son erráticos paseos a solariums, o a su adorado fast food, Taco Bell. Hoy Britney está en una clínica, en observación. Con especialistas que han determinado lo que todos sabemos: que si no se interviene rápido, esta historia terminará de la peor manera.

¿Cómo se llega hasta este punto? Algunos dicen que tras la separación de Justin Timberlake vino la debacle; otros, que ser madre tan joven e inmadura la hundió. Pero está claro que la olla se destapó tras su separación de Kevin Federline. Aquí, la cronología del desastre. Más info, en la nota de portada de la revista Blender, y en esta línea de tiempo hecha por MTV, pero con más acento en sus temas legales.

2006

07 Noviembre: Anuncia que le ha pedido el divorcio a su marido, el bailarín Kevin Federline, citando diferencias irreconciliables. Britney celebra la noticia yendo a patinar sobre hielo en el Rockafeller Center de Nueva York. Duraron 26 meses casados.

2007

21 Enero: Muere de cáncer Sandra Bridges, su tía más cercana.

14 Febrero: Entra por un día al Centro de Rehabilitación de Drogas Crossroads en Antigua, la isla caribeña. Se sale al otro día.

16 Febrero: Va a una peluquería y ella misma se rapa su pelo al cero. En numerosas apariciones públicas se le puede ver con peluca.

20 Febrero: Se interna en la clínica de Rehabilitación Promises. Se va y vuelve el 22 de febrero. Sale de ahí el 20 de marzo, cumpliendo con 30 de los 45 días del programa de la clínica.

16 Abril: Despide a su manager, Larry Rudolph. Antes, se burla de él en un video grabado por un paparazzi.

17 Mayo: Despide a su guardaespaldas, Tony Barrett. Posteriormente, él testifica en el juicio por la tuición de los hijos de Britney sosteniendo haber sido testigo alrededor de ella de ‘desnudez, consumo de drogas y problemas de seguridad para los niños’.

29 Mayo: Sube a su sitio una carta confesando que ‘no sé si era el alcohol o la depresión’, respecto de su comportamiento previo al tratamiento de rehabilitación.

19 Julio: La revista OK Magazine concerta una entrevista en su casa. Durante la reunión, ella comió pollo con las manos y se limpió los dedos con el carísimo vestido que lucía, un atuendo prestado por la revista. Luego, su perro se cagó en otro vestido de 7 mil dólares, mientras Britney iba en reiteradas ocasiones al baño, volviendo más incoherente cada vez. Finalmente, sin decir palabra, Britney se retiró del lugar. La revista no publicó la historia.

26 Julio: Lleva a sus hijos a un paseo fuera del estado, acción prohibida en acuerdos post-divorcio. Estando en Las Vegas, tiene varios encontrones con paparazzis afuera del hotel y casino Wynn. Ataca a un paparazzi con un paraguas y luego se disculpa del hecho en su website.

30 Julio: Se hace oficial su divorcio de Kevin Federline.

06 Agosto: Choca un auto estacionado sin licencia para manejar y escapa del lugar, mientras es captada por reporteros en imagen y en video.

09 Septiembre: Abre los Premios MTV con una desastrosa performance de su nuevo single ‘Gimme More’. Se ve pasada de peso, sus movimientos son lentos y torpes, y no mueve los labios para doblar bien la canción. Reportes posteriores confirman que casi no participó de los ensayos, y llegó con poca anticipación a Las Vegas.

17 Septiembre: Un juez le ordena hacerse un examen de drogas, mientras evalúa una decisión sobre la custodia de sus hijos.

21 Septiembre: Recibe cargos en la corte tras huir de un choque causando daño a propiedad privada y manejando sin una licencia válida. Sus hijos son captados en el auto.

01 Octubre: La Corte falla a favor de Kevin Federline y la entrega la tuición de los hijos de la pareja.

19 Octubre: En un incidente capturado en video, atropella el pie de un paparazzi mientras sale de una visita a un doctor.

12 Diciembre: Se anuncia que su hermana Jamie Lynn, de 16 años, está embarazada.

2008

03 Enero: La policía llega a su casa luego de que se enciera en un baño tras negarse a entregarle sus hijos a Kevin Federline. Es hospitalizada en el Cedars Sinai ‘bajo la influencia de una sustancia desconocida’. Es puesta en evaluación siquiátrica por dos días.

08 Enero: Su auto se para en Sunset Boulevard cerca de una autopista. Ella abandona su Mercedes en el medio de la calle y acepta irse a su casa con uno de los muchos paparazzis que la seguían.

11 Enero: Viaja a México con Adnan Ghalib, un paparazzi casado. El fotógrafo le da a su agencia la exclusiva del viaje. Inexplicablemente, ella adopta un acento británico cuando habla con la prensa.

14 Enero: Un comisionado decide suspenderle las visitas a sus hijos en forma indefinida.

17 Enero: A pesar de ser fotografiada comprando tests de embarazo con Ghalib, ella niega estar encinta y dice que son ‘para una amiga’.

23 Enero: Se ve envuelta en un pequeño accidente de auto. La esposa de Ghalib le pide el divorcio al paparazzi.

31 Enero: Nuevamente es hospitalizada, debido a una sugerencia de su siquiatra. Es sacada de su casa en un operativo policial. Se le considera ‘una amenaza para sí misma y quienes estén alrededor de ella’.