felipe arratia

Wednesday, February 28, 2007

El Karaoke Nuestro de Todos los Años

Las ojeras y el bronceado no son casualidad. Acabo de volver del Festival de Viña, mi sexto festival. Y bueno, me traje en la maleta lo mismo de siempre: caña, grandes shows, conferencias aburridas, preguntas tontas, grandes amigos/as que sólo veo en esa fecha, periodistas de las que me enamoro y desenamoro, y carretes muy buenos y otros muy fomes.

Pero, se supone que me envían esencialmente para ver shows y hablar de ellos. Criticar y opinar. Sentir y pensar. Y también, estar ahí para ver qué le pasa al público con sus artistas favoritos. Para ver si logran homologar sobre un escenario la emoción que te regalaron en formato compacto.

En pocas líneas, esto fue para mí el Festival de Viña 2007:

La Oreja de Van Gogh: El 2005 su éxito rotundo fue sorpresa; ahora era obligación. El único elemento escénico novedoso que presentaron fue la cintura de Amaia Montero. Con las canciones solas a mí no me alcanza; eso sí, fueron el primer karaoke masivo.

Bacilos: La despedida menos emotiva de la historia de la música. Si Jorge Villamizar pretende seguir en la música, necesita un curso de carisma urgente. Y un new look. ¿Qué le habrá visto Julieta Venegas?

Tom Jones: Venía con cartel de leyenda y respondió. Es un atípico caso en que se aglutinan calidad artística con un temporal de hits. Ser sexy a los 66 sin verse patético es un logro y él lo consigue dosificando su energía. Para ‘It’s Not Unusual’, lo homenajeé con el baile de Carlton en el ‘Príncipe del Rap’.

Mario Guerrero: Mal el pelo. Mal los nervios. Mal el repertorio. Mal tocar ‘Getsemaní.’ Bien la bailarina.

Los Bunkers: Tuvieron postales sobresalientes como el final sicodélico de ‘Ahora que no Estás’, o cantar ‘Pobre Corazón’, mi favorita. Eso sí, Panchito Durán abusó del recurso de darle estrofas al público. La falta de comunicación del quinteto con la audiencia sigue siendo el gran “pero”. Grandes interpretes, en todo caso.

Gustavo Cerati: Mezquino. Calcó sus shows de agosto pasado en el Caupolicán (guiño a Bowie incluído), y cambió a Flavio Etcheto por Richard Coleman. La guitarra es ahora su mejor amiga, pero lo que resultó fue un show autista y sin alma. Era EL escenario para jugar más con la historia de Soda Stereo, mas Gus no concedió nada. Estoy en mi punto más bajo de fanatismo hacia él.

Ana Torroja: Antes de que tocara, estaba convencido de que sería una lata. Después, estaba desatado cantando ‘Maquillaje’. Creo que mi inconsciente había reprimido la cantidad de canciones que me sabía de Mecano. Y Ana se veía más bella que en el ’91. Sus piernas, entre lo mejor de Viña 2007.

Kudai: Pintaban para cracks pero no se repusieron al horario, el público adverso (que pedía a Ana Torroja) y a un show cuadrado y con muy poca naturalidad (además, el papá de Pablo Holman y bajista de Congreso no tenía nada que hacer ahí). Se demoraron 4 canciones en meter un hit, y me pareció escuchar pistas de apoyo. A su favor, la segunda mitad prendió mejor y tienen en Gaby Villalba un sólido elemento escénico.

Los Tres: Cuando uno cree que ya ha visto demasiadas veces a Los Tres como para que te ofrezcan algo nuevo, se despachan un show notable. Repertorio bien escogido, interpretación pulcra, y el sarcasmo de siempre. La propaganda del aborto y el discurso de Allende no se vieron forzados sino como parte de una propuesta integral. De primer nivel.

Alvaro Salas: Mató de entrada con los chistes cortos; más tarde, el aburrido retorno de Pujillay le debe haber recordado porqué se separó de ellos.

Fito Páez: No lo vi y espero nunca verlo. Me repugnan hasta sus lentes.

Bryan Adams: El típico caso del artista anglo que llega piolita y la rompe. ¿10 años sin un hit? Puede ser, pero su show estuvo plagado de baladas conocidas. Era como poner la FM Dos todo el rato.

Lucho Jara: Era como ver ‘Vértigo’, pero sin Yerko. O sea, fome.

‘Palta’ Meléndez: Divertido, pero excesivamente largo. Bien por las imitaciones y por hacer mierda a la clase política.

Lucybell: Pocas novedades en relación a su visita anterior a Viña. Eso sí, Claudio Valenzuela insiste en ensuciar las canciones con demasiada distorsión e intros prolongadas e innecesarias. Poco para contar por acá.

Ricky Martin: El mejor show del Festival. Bastaba con su sola presencia escénica pero tuvo el paquete completo: bailarinas, músicos expertos, una intro excelente, lentos mega conocidos, y una versión de ‘Livin la Vida Loca’ superior a la original. Una performance perfecta.

Axel: Un revival a lo que eran los jurados en los viejos tiempos de Viña: tres canciones y pa’ la casa. No daba para más tampoco.

Don Omar: Lo que NO tiene que pasar cuando ves un show de reggaeton es que te den ganas de quedarte sentado. Vi el show sentado casi todo el rato. Tenía hits y el público a su favor, y lo funó con su show plano y lento. Una lata.

¿Raya para la suma? De un tiempo a esta parte, las jornadas festivaleras han mutado de presentaciones cortas de 4 o 5 artistas a verdaderos conciertos de 2 (máximo, 3) personajes por noche, con la idea de concentrar energía (y dinero, sospecho) en nombres realmente potentes. Más allá de que a uno le gusten o no nombres como Kudai, prácticamente no hubo rellenos en este festival. El criterio para escoger a los artistas es la popularidad y creo que de los taquilleros del año sólo faltó RBD.

¿Nos veremos el 2008? Ni idea. Ni Sergio Lagos sabe eso y lo voy a saber yo…

Friday, February 16, 2007

Benicassim a la Vista

Mientras esta semana acaba con la grata sensación de que Chile no está tan lejos de las grandes bandas, en el primer mundo pasaron cosas importantes que no quise dejar pasar.

Lo primero es que se develó la primera parte del cartel del Festival Benicassim 2007, allá en la costa ibérica a cuatro horas de Barcelona. Para quienes no lo sepán, tuve la cueva de asistir a la versión 2006, y cuando supe de los que están este año me vino una nostalgia que ni te cuento.

Los primeros confirmados son:

**Arctic Monkeys (disco nuevo en un par de meses, ganaron un Brit Award y son LA GRAN atracción de todos los festivales importantes de la temporada)

**Iggy Pop & The Stooges (brillaron el año pasado en Argentina, sacan su primer CD nuevo en 30 años e Iggy sigue pareciendo un adolescente)

**The Hives (me prometí a mí mismo que los vería antes de morir. Sólo eso voy a decir)

**The Magic Numbers (es la prueba de fuego para los gordos/as y así puedan demostrar que están para grandes cosas)

**Cansei de Ser Sexy / !!! / Animal Collective (la legión shúper loka que, de seguro irá en aumento)

**Human League (los dinosaurios que regresan, rol que el año pasado cumplió Madness con gran éxito. En su parada por Santiago, lo pasé bien con ellos)

Por otra parte, debo anunciarles que hoy se confirmó que los tickets para el Festival Coachella están....AGOTADOS. así que si alguien pensaba en comprar un pasaje a Los Angeles, puede comenzar a hacerse un lulo.....

La buena noticia es que me enteré de buenísima fuente que la fiebre de reencuentros no nos va a traer a Sudamerica sólo a The Police...

Gente: si todo sale bien, antes de fin de año RAGE AGAINST THE MACHINE estará entre nosotros. Así no más.

¿Y que fue de Chris Cornell? Hoy hizo oficial su renuncia. Audioslave ya es historia.

Thursday, February 15, 2007

Music is Power

Music is Power’, dice Richard Ashcroft. Y si esa es la ecuación, entonces Chris Martin es uno de sus máximos exponentes. Sin el don de la canción, este flacuchento pálido tal vez estudiaría diseño gráfico, trabajaría en una pequeña oficina high-tech, abrigado hasta las orejas en la eterna lluvia de Londres. Pero no. Es el vocalista de Coldplay y ayer descubrí porqué luce tan luminoso.

El anuncio fue insistente: ‘la banda prefiere tocar en espacios pequeños para privilegiar la intimidad del espectáculo’. 5.500 personas apretujadas y demasiado inquietas como para mantenerse sentadas hacían que Espacio Riesco tuviera una sensación térmica altamente insoportable.

Antes hubo un bonito gesto: una mini-mini reunión con medios y la banda, a la cual pude entrar. Eramos Pato Cuevas, Mauricio Soto, Mario Yamal y yo. La banda llegó, firmó fotos para nosotros, y hubo una pequeña conversa: Chris confirmó su amor por Neruda y Valparaíso, y dijo que ha comido muchos mariscos; Cuevas le recordó a Will Champion y Guy Berryman la entrevista que les hizo en el contexto del Coachella 2005, y después, Martin me sorprendió al avisar que no habría canciones nuevas en el set, como originalmente se había anunciado. Tras la foto de rigor todos juntos, llegó el momento de despedirse.

Saiko pasó francamente inadvertido. A las 21.40, las luces se apagaron. ‘Tomorrow Never Knows’ de los Beatles empezó a sonar en una versión que se fue pegando como si el CD estuviera rayado. Luego, silencio. Y la banda entra al escenario para abrir con ‘Square One’, el track inaugural del disco ‘X & Y’. El sonido parte algo áspero, y sin matices, pero rápidamente la amplificación se pone a la altura de la instancia. En cosa de minutos la postal queda clara: a pesar de las capas de cuerdas de Johnny Buckland, y de la precisión técnica de la base rítimica de Will y Guy, el protagonismo es de uno solo: Chris Martin gesticula, corre, se agacha, da vueltas de carnero, se acerca a los costados del escenario y trata de hacer contacto visual con todo ser viviente. El ES Coldplay, por si alguna duda cabe.

La banda ataca con la espléndida ‘Politik’, como para demostrar que cuando suben el pulso, pueden incluso hacerlo mejor. Hay sorpresa cuando empiezan a caer los hits muy temprano: ‘Yellow’ es el primer peak de la noche y Martin así lo entiende, brindando un versión comprometida y fiel del track original del 2000. Y si de crear ambiente se trata, al final del tema varios globos gigantes rellenos con papelitos emanan desde el fondo del Espacio Riesco, sirviendo de interludio perfecto para ‘Speed of Sound’. A su vez, el hit de ‘X & Y’ da paso a ‘God Put a Smile Upon your Head’, una de mis favoritas, la cual suena en medio de una iluminación láser que de azar no tiene nada

Este es uno de esos atípicos casos de concierto-karaoke: todas son conocidas y todas son coreadas.

Chris Martin se acuerda del público y cada cierto rato pregunta si está todo bien, recibiendo alaridos de vuelta. Muy 80 lucas habran pagado, pero las niñitas AAABC1 gritan como si tuvieran al frente a Chayanne. Luego, llega un momento más lento del show, y acá la banda se despacha ‘What If’, la recordada ‘Sparks’ (“Esta es para los jóvenes enamorados”, dijo) y ‘White Shadows’.

Tras el momento para los más fans, Martin se pone al piano y se convierte en ‘The Scientist’, un momento notable que explica mejor de donde venía el interés por tocar en lugares pequeños. Junto a Johnny y Will, Chris monta un trío y se despacha con aires country el tema ‘Till Kingdom Come’, la canción oculta al final de ‘X & Y’. El set va creciendo en intensidad y empatía con el público, que alcanza otro peak con la tripleta venidera: ‘Trouble’, ‘Clocks’ y ‘Talk’. Así no se puede.

Llega el momento de ir a descansar y para el regreso, proponen ‘Swallowed in the Sea’. La emoción y el respeto por una melodía menos difundida duran hasta el primer micro segundo de ‘In my Place’, discutiblemente el mejor tema de la noche. La versión es fiera y a la vez, delicada, pero cuenta con un plus: sobre el final, Chris Martin decide ir a cantar al medio de la audiencia, sumando decibeles a los bramidos femeninos. Para el cierre, llega ‘Fix You’, con Martin al piano y acompañado por esa lamparita del videoclip que ayuda a crear el entorno propicio.

La banda se abraza y saludan al público por última vez. Lo han hecho de nuevo. Han demostrado el porqué de todo ese frenesí mediático y parecen en plena forma, y con bastantes buenos discos por venir. Se dice que la genialidad tiene que ver con hacer que lo difícil se vea fácil. Y esta banda hace parecer como un juego de niños la creación de melodías perdurables. Era cierto: Chris Martin es un genio.

Wednesday, February 14, 2007

Trastorno Pasivo/Agresivo

Deftones es un elefante sensible que camina sobre un jardín de flores: se siente cómodo ahí, pero tarde o temprano su naturaleza acabará por destruir ese entorno. El quinteto de Sacramento parece más cómodo moviéndose entre los extremos: ensuciar y pulir, agredir y acoger, imponer y proponer. Es la única banda en la que conviven versiones de Sade y Slayer sin el menor atisbo de ironía.

Ayer en la Estación Mapocho, Chino y su gente confirmó que las bandas más creativas son aquellas donde hay tensión. Leímos en internet de la infinidad de problemas internos que tuvieron para dar a luz a ‘Saturday Night Wrist’, pero al verlos en vivo se hace mucho más clara la pugna sonora entre Chino y Stephen. En Deftones es más relevante lo que se se sugiere que lo que se evidencia. Y la guerra se mantiene así, silenciosa.

La partida fue tan horrorosa que pareció hecha a propósito para que con el correr de los minutos sólo se pudiera mejorar. A las 21.05, la banda se posó en la Nave Central de la Estación Mapocho, pero al parecer sus técnicos de sonido sólo se asomaron minutos después, y para hacer lo posible con el clásico rebote del recinto. ‘Korea’ y ‘Knife Party’ sonaron irreconocibles y hubo algo de susto. De momento, sólo escuchábamos bulla. En una banda cuyo plus son los matices eso eran malas noticias.

Con los primeros acordes de ‘Feticeira’, las cosas cambiaron y el bombo y la caja de Abe Cunningham se hicieron audibles. El track inaugural de ‘White Pony’ dio pasó a una avalancha de hits que sugirieron el primer nocaut.: ‘Digital Bath’, ‘Be Quiet and Drive’ (el verdadero himno del Nu Metal) y ‘My Own Summer’ sacaron lágrimas de algunos fans (lo vi, en serio) y nos recordaron que estamos frente al único grupo del Aggro Metal que se mantuvo fiel a su necesidad de poner en forma musical los sentimientos más oscuros de la naturaleza humana.

Chino Moreno tomó actitud de Chino Moreno: golpes al micrófono, cable enrollado, bermudas negros, barba de chivo y esos aullidos con una frecuencia que sólo pueden sentir los perros. A su derecha, el subvalorado y regordete guitarrista Stephen Carpenter, a cara cubierta por el pelo transpirado: una isla en el océano Deftones. A la izquierda, el poseso Chi Cheng machacando su bajo para estar a la altura de los redobles imposibles de Abe (como se le nota la influencia de Stewart Copeland!) Y cerrando el cuadro, el DJ, Frank Delgado, que le hizo honor a su apellido y perdió al menos 20 kilos.

¿Otros highlights? ‘Engine 9’ (con la que abrieron el 2001), una de las más vaciladas por el público; ‘Passenger’ con Chino forzando su voz para calcar la versión original que tenía de invitado a Maynard James Keenan de Tool; el single ‘Hole in the Earth’, un nuevo clásico Deftones (con Chino a la guitarra); la energética ‘Rats Rats Rats’, y el primer cierre con la canción que nos mostró que existían: ‘Bored’.

Al regreso del descanso, la banda presenta ‘Minerva’, una de las pocas canciones rescatables de su olvidable trabajo ‘Deftones’ (2003). Como les pasa a los Chili Peppers con ‘One Hot Minute’, los tipos ignoran casi por completo esa placa, dejando en claro lo poco que les interesa defenderla. Antes de salir, otra vez nos dejan otra gema como es ‘7 Words’, que se hace acreedora del mayor pogo de la noche por parte de los 9 mil asistentes, cifra alentadora y sorprendente, a la altura de eventos mayores en ese lugar, como Placebo o los mismos Peppers. Muy bien.

Ultima vuelta al escenario y es momento de saldar una vieja deuda: ‘Back to School’ estremece todos los rincones para recordar ese olvido voluntario del 2001. Luego, la delicada ‘Change’ baja las revoluciones para terminar en un baile infernal con ‘Head Up’ (sí, esa que Chino canta con Max Cavalera). Y sí, ahora se van de verdad. Pito constante en el oído. Agotamiento físico. Sonrisa de oreja a oreja.

Mucho rato más tarde, un soplo nos llevó al Opera Catedral, donde Abe y Frank llegaron a tomarse unas cervezas. Con Leo, Jordi y otros llegamos, y compartimos un rato con ellos. Ambos reconocieron que el agotamiento provocado por la gira los hizo partir algo opacos, pero los volvió a potenciar ver la enorme cantidad de público. Pelaron a Linkin Park ("really fake!!") y celebraron la visita de sus amigos de Incubus.

Los Deftones pasaron por Chile. No pudo partir mejor el año de conciertos.

Saturday, February 10, 2007

Me and My Friends

Como la gran mayoría de la gente, conocí a los Red Hot Chili Peppers con John Frusciante en la guitarra. El nombre de Hillel Slovak sólo se me hizo familiar cuando me informé sobre el periodo más triste de la historia del grupo.

Hillel Slovak, el fanático de Hendrix, y compañero de curso de Anthony Kiedis y Flea, murió el 25 de junio de 1988 a los 26 años de una sobredosis de heroína. Kiedis nunca se recuperó del todo y menciona a menudo que perfectamente ese cadáver pudo haber sido él, dado que compartían las mismas aficiones ilegales.

Se considera a Slovak como gran responsable del sonido punk-funk del mejor periodo de los Peppers, y quien los introdujo a artistas como Sly and the Family Stone y Parliament Funkadelic.

Me considero un fanático extremo de la banda, pero nunca había visto un video en donde Hillel apareciera hablando. Hasta que You Tube hizo la gracia. Aquí, meses antes de morir, Slovak y unos pendejísmos Kiedis y Flea hablan sobre sus influencias musicales. Disfruten:

Réquiem por un Sueño

Anna Nicole Smith nació para protagonizar un E! True Hollywood Story.

Su muerte a los 39 años, el jueves recién pasado, tuvo enorme cobertura mediática en EE.UU. y obviamente, para medios como el Canal E! fue motivo de ‘Breaking News’. En cosa de minutos figuraba en el home de los sitios más importantes del mundo, un logro nada menor tratándose de una persona cuyo mayor mérito fue generar un escándalo tras otro durante ininterrumpidos 15 años.

Los suspicaces, y quienes se resisten con más fuerza a la influencia inevitable de la cultura de masas yanqui, recibieron un caramelito en la boca para seguir argumentando sobre el poder corrupto de los medios y como éstos transforman en ídolos a seres humanos sin ninguna trascendencia, más allá del morbo que nos generan sus actos.

En rigor, Anna Nicole Smith era básicamente una prostituta drogadicta que se acostó con todo lo que encontró hasta llegar a su primer millón (como dicen los Bacilos). OK, no cualquier mina es la Playmate del Año. Pero de ahí a la actriz en que la trataron de convertir hay un trecho largo.

Su matrimonio por convivencia, sus pleitos legales, su guerra con los kilos, sus infinitos pretendientes, y su actitud errática en los red carpet les hacía el sueldo del mes a paparazzis y a la prensa rosa. De algún modo, si Anna Nicole no hubiera existido, había que inventarla. La mina era necesaria para un montón de gente.

Es más: este tipo de personaje (piensen en la extensa fauna que puebla la pantalla nacional día a día) no existiría si cada uno de nosotros no lo inventáramos. Si nosotros no lo diéramos rating a SQP o no leyéramos LUN, las Kenitas y Daniellas no serían sino maniquiés de cuarta que bailarían por canje en cualquier puticlub. Pero las vemos, y nos importa con quien salen y esperamos algún día verlas en el piso, perdedoras, humanas.

Anna Nicole era un reality en sí. La muerte de su hijo en septiembre, no hizo más que acelerar los procesos. Y ahora que ella ya no está, no me cabe duda de que hay MUCHA plata dando vueltas por ahí. Ella sabía oler la plata, y vendió hasta su intimidad por conseguirla. Pero en el paquete, también venía el alma.

Una de las muchas cosas que leí sobre esta mina decía: ‘Verla en el Red Carpet de los Oscar, caminando visiblemente drogada y somnolienta era un espectáculo. Le preguntaba a todo el mundo si les gustaba como se veía. Se hacía difícil mirarla. Pero NO mirarla era imposible’.

Al final, creo que entre todos los que sabíamos su nombre, su historia, y los motivos de su fama, la matamos. Le dimos una importancia que no merecía y nunca supo qué hacer con ella. Anna Nicole Smith quería ser como Marilyn Monroe, pero al final sólo se parecieron en 3 cosas: el pelo rubio, la muerte trágica, y que todos la deseaban pero nadie la quería.

Mucho ojo cuando llegue al cielo porque allá arriba se supone que hay un caballero muy viejo y con mucho poder que le podría conseguir lo que quisiera. Un blanco preciso para una Gold Digger....

Paz, Anna Nicole. Después de tantas noches juntos, es lo menos que puedo desearte.

Vuelve el Perro Arrepentido

Todos los años es lo mismo. Como un eterno ciclo, los miembros de célebres bandas se pelean, se separan, juran a los cuatro vientos que jamás volerán a juntarse y, millones de dólares por medio, vuelven a ser tan amigos como antes. Al menos, por un rato....

Este año, la fiebre de reuniones es intensa y apetitosa. Por lo mismo, vamos a lo concreto:

THE POLICE
Estos sí que se terminaron detestando a muerte. Es que el ego de Sting, dicen, no tiene equivalente. De seguro les dedicaremos más tiempo en este blog, ya sea por su actuación en los Grammy, o por su anunciada gira mundial con segura parada en Sudamérica.

Aquí está ‘Message in a Bottle’ en vivo, en el Festival de Viña ’82:



VAN HALEN
Uno de los grupos que sobrevivió el ‘hair metal’ de los ’80 y vivió para contarlo. Amados y odiados, tuvieron en Sammy Hagar y Gary Cherone (sí, el de Extreme, él que cantaba ‘More than Words’), a dos de los reemplazos más resistidos de la historia del rock. Es que David Lee Roth, mal que nos pese, es irreemplazable.

Aquí está una de mis canciones favoritas, la enorme ‘Hot for Teacher’. El video ahora se ve rancio, pero en ese tiempo era como ver el Canal Playboy. No me enorgullezco de que me guste Van Halen pero así es...



RAGE AGAINST THE MACHINE
Esto podría ser el primer capítulo de una larga teleserie. A Morello, Timmy C y Brad Wilk no les gustó nada que Chris Cornell pospusiera la gira de Audioslave por razones personales y luego, se tirara con un disco solista. Mientras tanto, qué mejor que convertirse en el número más esperado de Coachella 2007. Me gustaría saber cómo hicieron para convencer al tímido Zack De La Rocha, quien tuvo un furtivo paso por Chile hace 4 años. Se supone que es una cosa de una noche, pero quién sabe. Yo también he dicho eso.

Esto es ‘No Shelter’ en el Grand Olympic Auditorium. Qué animales son en el escenario, Dios mío.... aunque yo no les perdono que se llenen la boca con el Che Guevara y nunca asomaron ni la nariz por estos lados...



THE JESUS AND MARY CHAIN
Los hermanos Reid andaban perdidos. Después del decepcionante ‘Munki’, sus pasos se desvanecieron. Será una vez más Coachella el testigo privilegiado de su vuelta a las pistas.

Acá está ‘Just Like Honey’, un imperdible de su clásico trabajo, ‘Psychocandy’:



SMASHING PUMPKINS
Su nueva placa se llamará ‘Zeitgeist’ y sale el 7 de julio. Corgan ya confirmó la presencia de Pumpkins en varios festivales europeos, aunque ojo con la letra chica: no están ni el chino James Iha ni la heroinómana D’Arcy. No quieren ver ni en pintura al pelado. Sólo Jimmy Chamberlin se lo sigue bancando.

Aquí, el lado de ellos que más me gusta, sus lentos. ‘Mayonaise’, versión acústica:



Ahhh! Y lo que todos estaban esperando:

RIGHT SAID FRED
En realidad no se habían ido a ningún lado. Siguen activos pero sólo les daban bola en países como Austria y Alemania (países bastante gay, por cierto). Sin embargo, ahora tienen un nuevo single, ‘Where Do you Go to My Lovely’, y saldrán de gira. Ojo, Fiestas Kitsch!!



¿Y cuando vuelven Soundgarden y Faith No More me pregunto yo?

Wednesday, February 07, 2007

El Puerto estaba en Otra

El fin de semana pasado estuvo plagado de experiencias ‘distintas’. Tan diferentes eran que iban desde reencontrarse con amistades de Barcelona hasta ir a mirar como quedó la calle Serrano de Valparaíso tras la desastrosa explosión del sábado.

Pero, como suele suceder en este blog, el objetivo prioritario era musical. La idea era ir al Crush Power Music, y ver a créditos locales como Sinergia interactuar con Babasónicos, Plastilina Mosh y Calle 13. Para allá partimos con la Caro, la Roxi, el Vito y su amigo Pablo. Luego se sumaría Kirk.

Tras las tradicionales cervezas en el Cafe Journal, partimos al Estadio Sausalito. Llegamos a las 10, hora precisa para ahorrarnos los shows de Gonzalo Yáñez y los omnipresentes Difuntos Correa. Al bajarnos del auto, lo que sonaba era ‘Human Disco Ball’ de Plastilina Mosh. Nos apuramos en entrar para no perder ni un solo detalle (‘debe estar repleto’, pensamos), y al ingresar al estadio, la sorpresa fue grande:

a.- Había poquísima gente (galerías vacías; sólo gente en la cancha)
b.- Los P Mosh tocando sin banda...sólo ellos y sus secuencias

Lamentablemente sus músicos no llegaron a tiempo para el show de Viña (se integrarían en La Serena) lo que hizo que el directo de los de Monterrey perdiera nervio e intención. Sólo con bases la cosa se transformó simplemente en unos Tiro de Gracia mucho más cultos y open-mind. En deuda.

A río revuelto, buenos son los Sinergia. Sinceramente cuando me dijeron que ellos estarían en este evento, me imaginé que no sería algo muy diferente de los 371 shows que les he visto (es una exageración, pro si acaso), pero me equivoqué rotundamente. El crédito nacional demostró cómo se suena cuando se tienen casi 15 años de circo, y se lucieron.

Don Rorro entró caracterizado como el eterno novio Ruperto (‘Sábados Gigantes’ modelo 86’, para los sub 20), y cada uno del resto de la banda tuvo su momento dentro del show para demostrar lo buenos músicos que son. Mención aparte para Brunito Godoy, un verdadero animal de la batería que fue el comentario de los músicos extranjeros presentes. Y más encima, él hace las canciones...nada mal.

Luego, me aproveché de mi credencial, mis contactos y mi cara de raja para quedarme sobre el sector que unía a los dos escenarios (método muy eficiente, igual que en la Cumbre del Rock Chileno) y así poder ver a Babasónicos lo más cerca posible. La cosa partió prometedora con ‘Deléctrico’ y ‘Pendejo’ pero más tarde la banda cayó en su intransable esquema de los últimos años: centrarse de forma taliban en sus dos trabajos más recientes. Así fue que desfilaron melodías como ‘Puesto’, ‘Capricho’ y ‘El Colmo’, alternando con clásicos recientes como ‘Risa’, ‘Y Que’ y ‘Putita’. ¿La joya? ‘Calmado, matamos al venado’, un hit del CD "Babasónica" (1997) que sólo canté yo y un par de personas más. ¿Las más coreadas? ‘Irresponsables’ y ‘Carismático’, obviamente.

Una situación anómala fue que nuevamente apareció Carca para reemplazar en el bajo a Gabo Mannelli. La verdad es que me resulta muy heavy que aún en ningún medio aparezca lo que realmente está pasando con Gabo, que es bastante terrible. En los próximos días creo que será importante compartirlo en este espacio.

El público debe haber sido uno de los peores que vi en mucho tiempo. Además de su escasez númerica, lo único que hicieron fue aportillar a todos los artistas que pasaron por el escenario. La lógica era pensar que con Calle 13 finalmente la cosa prendería pero no fue así. OK, Babasónicos y Plastilina Mosh no son las bandas más populares del mundo, pero no hubo ni el menor esfuerzo por tratar de pasarlo bien con sus shows. Me fue inevitable recordar al profeta Noel Gallagher cuando dicen que a los menores de 16 años les deberían prohibir comprar discos, y así nos ahorraríamos tener que convivir con la música de gente como Britney Spears.

Para el cierre, Calle 13 eran la gran promesa y todos esperábamos ver algo especial. Con varios músicos sobre el escenario, la hermana de los chicos esperando su turno para cantar y el tímido Visitante orquestando todo, el galancete Residente entró al escenario para entonar ‘Suave’. La cosa venía bien. Sin embargo, con el correr de los minutos, se hacía evidente que la instrumentación de todos los temas era muy similar, lo que hacía del show algo bastante monótono. Además, el Residente se ponía a hablarle al público entre canción y canción, y ellas de vuelta le gritaban: ‘La Poleeeraa!!, La Colitaaaa!!’. No nos estábamos entendiendo, me parece.

De cualquier forma, los centroamericanos hicieron un show correcto, y tuvieron momentos altos con canciones como ‘Querido FBI’ y ‘Se Vale To To’. El lógico final con ‘Atreve Te Te’ llegó junto con 12 chicas bailando sobre el escenario y el momento más esperado de la noche por la concurrencia: el Residente sin polera.

Tras el evento, partimos a tomar algo, y luego al Muelle Barón a ver a Andy Smith, el DJ de Portishead, en lo que fue la primera incursión de mi amigo Leo Valeria en la produción de eventos en Chile. La cosa anduvo impecable en lo formal pero nuevamente el público no apareció en la cantidad que se esperaba. ¿Se estará guardando todo el mundo para los conciertos que vienen? Mmmm...

El domingo, lo mejor fueron las empanadas de Con Con. En realidad, tal vez fueron lo mejor del fin de semana. Y eso que fue uno muy bueno. Que se repita pronto!!

Para Que Quede Claro Quien Manda

Admiro a muy pocos músicos tanto como a Prince.

Será por su inabarcablemente extensa trayectoria, por peinarse con cualquier estilo musical existente y hacerlo propio, por los numerosos mitos en torno a él que tan pocas ganas tiene de aclarar, o quizás por sus éxoticas peleas con la industria.

Pero principalmente lo venero por joyas como ‘Pop Life’, ‘When Doves Cry’, ‘1999’, ‘Let’s Go Crazy’, ‘Kiss’, ‘Peach’, ‘Diamonds and Pearls’, ‘Raspeberry Beret’, ‘Little Red Corvette’, ‘Cream’, o ‘Money Don’t Matter Tonight’. El tipo es simplemente BRILLANTE. Un ícono.

Desde que volvió a la gloria con ‘Musicology’ (2004), Prince consiguió desprenderse de esa funesta parte de su historia que hablaba de su molestia con el contrato ‘esclavizante’ que tenía con Warner y que lo llevó a hacer discos intencionadamente malos.

El domingo pasado, Prince fue la gran estrella del espectácuo de medio tiempo del Superbowl, esa jornada mega masiva gringa que es la final del fútbol americano. Ahí mismo donde tocaron antes U2 y los Stones, y donde Justin Timberlake desclasificó un rancio seno de Janet Jackson.

Sobre el campo de Miami, el maestro de Minneapolis hizo un set en que incluyó ‘Let’s go Crazy’, ‘Baby, I’m a star’, ‘1999’, ‘Proud Mary’ (con Shelby Johnson), ‘All Along the watchtower’ (la versión de Jimi Hendrix para el clásico de Dylan), ‘Best of You’ y cerró con la eterna ‘Purple Rain’.

Los comentarios hablan de "la mejor presentación en el Superbowl de todos los tiempos". Bueno, no por nada, Prince Roger Nelson es considerado uno de los mejores performers vivos de la historia del rock.

Lamentablemente, el video de ese show duró poco tiempo de exhibición en este y muchos otros blogs. Universal Music reaccionó rápido y exigió borrar todos los clips de esa presentación que se habían subido a You Tube.

Vamos a bucear un poquito para buscar algún nuevo video que le haga justicia al talento de este señor. Pronto, más información.